Se viene “Rotos”, la nueva propuesta del grupo Trillo 77

Bajo la dirección de Diego Albamonte, compartida con Lorena Gutiérrez, la puesta será estrenada el 7 de julio, en la sala del Francés, y continuará en cartel hasta el 9 – Las entradas ya están disponibles para reservas, para las funciones del 8 y 9 de julio, ya que para el estreno ya no quedan más

 

El próximo 7 de julio, desde las 21, se producirá el estreno de “Rotos”, de Rafael Bruza, la nueva propuesta del grupo Trillo 77, bajo la dirección de Diego Albamonte y Lorena Gutiérrez, y un elenco compuesto por Enzo Fauda, Cholo Medina, Germán Palmieri y Tito Sánchez. La puesta continuará en cartel, en la misma sala, los días 8 y 9 de julio.

En el marco de una divertida entrevista en Radio Rojas, Diego Albamonte, Cholo Medina y Enzo Fauda, contaron detalles de la puesta.

“Este proyecto nació en la pandemia, pero antes me había tocado dirigirla en el 2012 en Salto. En este caso empezamos a buscar distintas escenas de diferentes obras con Lorena Gutiérrez, que es mi ayudante de dirección, y apareció la escena de ‘Berlanguita’, que es una unidad de sentido dentro de la obra, y la empezamos a trabajar con dos alumnos míos del taller de teatro que tengo con Soledad Abril, y los otros que son del taller de Vicki Boveri. Así que nos juntamos, surgió buena onda entre ellos y fueron ellos quienes nos fueron entusiasmando a nosotros, y ahora estamos a unas horas de la fecha del estreno”, apunta a ese respecto Diego Albamonte para El Nuevo en Radio. El prolífico director, docente, actor y dramaturgo, que viene de presentar con singular suceso “Agenda para solteras”, adelantó que para la función del estreno, el viernes 7, las entradas ya están agotadas, pero aùn hay posibilidad de realizar reservas para las funciones de los días 8 y 9 de julio.

Pero los protagonistas son los actores, resalta Albamonte, marco en el cual Enzo comenta que “quería empezar a hacer algo así y hablando con alguna gente surgió la posibilidad de contactarme con Diego, con quien ya tenía afinidad y sabía que era un director bárbaro, y me fue ayudando a estar donde estoy ahora. Siempre fui medio artista (risas), es como que no me da miedo nada. Por eso me fui enganchando y estoy muy contento de haberme involucrado. Además, me encanta. Incluso cuando comencé el taller con Diego, donde éramos unas quince personas, tenía afinidad con todos los compañeros e hicimos algunas cosas, hasta que me propuso esto y no lo dudé en ningún momento”.

“Siento que uno siempre quiere en su vida hacer o mostrar algo, y cuando encajás con otras personas, en este caso mis tres compañeros, la cuestión va fluyendo de una mejor manera, así que estamos ansiosos por la presentación”, señala.

En tanto, Cholo cuenta que “estoy en el tercer año del taller de Victoria, con el método de Serrano. Es algo que surgió por mera casualidad, porque la conocí primero a Lorena en una escena que hicimos como papás en el jardín de nuestros nenes, y ella me dijo de comenzar en el taller, Diego luego me mando a hablar con Victoria y ahora acá estamos. Era algo nuevo para mí y aún lo sigue siendo, más aún cuando uno viene de lugares que nada tienen que ver con el teatro, o sea todo lo que aprendí desde el primer año hasta ahora, que fue interrumpido en su momento por la pandemia y luego nos costó arrancar, aunque ya estamos terminando un nuevo año, y sintiéndome más que satisfecho por lo que elegí”. Y agrega que “así como fue de casualidad el comienzo del estudio de teatro, también lo fue mi llegada a la obra, como que uno estuvo en el momento, tiempo y lugar indicado, así que agradezco haber estado en ese instante, donde Diego me habló de esta oportunidad, y lo que comenzó con una pequeña escena fue ganando en entusiasmo”.

Con esto coincide Fauda, quien asegura que “después de haber arrancado con esa primera escena, y a medida que íbamos sumando textos, llegó un momento en el cual la queríamos hacer sí o sí”.

Para ello, dice Albamonte, “fue muy importante la química que surgió entre ellos y la necesidad de salir de esa escena que estábamos haciendo. De hecho con Lorena veíamos que había algo más, y por eso es que también nos fueron entusiasmando a nosotros. Durante la pandemia pudimos hacer esa escena y filmarla para el canal de Clyfer, luego en el Cultural Santa Rita, y también en el aniversario del TAFS, y queríamos más, y por eso era inevitable que continuásemos con las demás escenas”.

Respecto de la obra de Bruza, Medina asegura que “el texto me gustó por completo, cada una de las nueve escenas es muy particular, y me pasa que lo sigo leyendo y me muero de risa, más allá de que es obvio que no tenemos la capacidad de vernos cuando la estamos haciendo, pero imagino que puede generar una buena impresión en el público. Es un texto muy lindo, llevadero, y después todo dependerá de la interpretación de quienes nos vayan a ver”.

Entre risas y guiños obviamente internos de sus compañeros, Enzo explica que en la obra “somos cuatro visitadores médicos y mi personaje tiene una particularidad que no puedo decir, pero es un personaje muy gracioso, al que le pasa como al resto, que está sufriendo por amor… pero de una manera diferente. Me costó bastante encontrarle la vuelta a mi personaje (risas), y encima mis compañeros sabían que estaba sufriendo para hacerlo, hasta que fui encontrando la manera”. A su vez, Cholo cuenta que “mi personaje se llama Artemio, con su propia historia de amor, que irá describiendo a lo largo de las nueve escenas. Uno evalúa los personajes de todos y creo que me tocó uno muy lindo, que quizás hasta lo hubiese elegido, y me siento cómodo haciéndolo. Quiero agradecerle a Diego y Lorena la chance de hacer la obra y que seamos nosotros los actores, porque podríamos no estar cualquiera de nosotros, pero ellos confiaron y creo que el proyecto viene saliendo de maravillas, porque lo que Diego describe en cuanto a la química es totalmente real: hace meses que estamos trabajando, donde cada uno deja lo suyo para juntarnos y siempre hay la mejor predisposición. Espero que todo este camino que hemos transitado pueda verse reflejado arriba del escenario”.

Diego asegura que “este clima de algarabía que tenemos durante la nota es lo que también sucede en los ensayos: ellos mismos puede dar fe que hasta nosotros como directores largamos la carcajada, están muy bien y puedo asegurar que hay un trabajo muy interesante detrás, y es algo que creo que está logrado. En este marco quiero valorar el crecimiento formidable de Lorena como directora, me siento feliz con eso, es una amiga que viene a la par, que ya tiene vuelo propio y a la que le cuesta valorarse. Por eso ojalá que a eso ella misma lo pueda notar porque será muy a tener en cuenta dentro del teatro de Rojas. Quiero rescatar además el tema de la química, porque tanto en una comedia como en un drama siempre la química del grupo es fundamental, lo mismo que el respeto, la cordialidad que tiene el elenco, la solidaridad con que se maneja, es algo que siempre es muy importante y como director es algo que ayuda muchísimo”.

Mientras tanto, nos comenta que “con Trillo 77 no paramos, sin bien nos encontramos con un paredón cuando pasó lo de la pandemia. Por eso agradezco que en su momento apareció el Centro Cultural La Minga para darnos el espacio en esos primeros días de aperturas, luego seguimos con el Argentina Florece, la puesta en escena en la calle con Charol y Marta, que hicimos dos veces, con barbijo y distancia; fue bravísimo, y sin embargo la peleamos. En esos momentos en La Minga teníamos que rociar todo con alcohol, no podíamos compartir ni un mate, y hoy estamos de pie, a punto de un nuevo estreno, así que debemos celebrarlo”.

Compartí esta nota