Nicolás, músico, y Agustina, médica, decidieron un día lanzarse a la aventura del camino, y vivir la experiencia de la van-life, a bordo de una Renault Master adecuadamente camperizada – Hablaron con nosotros desde Panamá, para El Nuevo en Radio, en un alto por su periplo por América Central – ¿Cómo es la vida en la ruta para los viajeros?
Nicolás García Valinotti y Agustina Verdún son dos rojenses que, tras tomar la decisión y planificar la cosa, se sumaron a la creciente legión de aventureros del camino. En efecto, son cada vez más quienes, solos, en pareja o inclusive con sus familias completas, deciden experimentar una forma alternativa de vida, recorriendo distintos trayectos y viviendo las instancias de las rutas.
«Una mañana se nos ocurrió la idea y luego la pandemia generó los tiempos perfectos para tener todo cerrado como para salir con tranquilidad, ya que durante lo que duró la cuarentena lo que hicimos fue diagramar la ruta, en tanto que cuando se levantaron algunas restricciones pudimos viajar a Rojas, que era justamente donde teníamos el vehículo con el cual estamos viajando actualmente”, explica desde Panamá Nico en comunicación telefónica con Radio Rojas, esta última semana.
El vehículo, explica “se trata de una casa rodante, una Renault Máster que camperizamos y convertimos en nuestra casa, con ella en enero partimos hacia la primera parada, que fue en Córdoba. En estos momentos estamos hablando desde un pueblo que se llama Villa de los Santos, en Panamá».
Pero, ¿cómo comienza esta aventura? “Estábamos viviendo en Tigre, donde Achu es médica y estaba ejerciendo su profesión mientras que en mi caso soy músico, una actividad que la pandemia paralizó completamente, aunque seguí haciendo algunas cosas de manera virtual. Precisamente a Achu se le terminaba un contrato en un lugar en el que estaba trabajando y eso marcó un poco nuestro rumbo. Cuando iniciamos el viaje dejamos todo cerrado en cuanto a contratos de trabajo, y nos fuimos predisponiendo a una vida muy diferente a la que llevábamos en aquel momento, aunque también sabiendo que hoy por hoy la tecnología abre un montón de posibilidades y muchas puertas, ya sea desde lo laboral hasta la comunicación con la familia», relata Nico en El Nuevo en Radio.
DESANDANDO UN SUEÑO
«Una de las razones que motivó este viaje fue conocer nuestro continente en profundidad, poder transitar físicamente el concepto de la Patria Grande y, en mi caso, en particular me interesa conocer lo que tiene que ver con la música de cada región, lo cual ha marcado bastante el camino. Hay lugares donde donde hay muchos valores que cautivan, como por ejemplo el caso de las festividades, y en ese sentido nos mueve mucho la curiosidad, conocer nuevos lugares, buscar territorios, transitar nuevos climas, ya que hace unos meses que estamos viviendo en un clima tropical. Estamos viviendo una hermosa experiencia y desandando un sueño, que nace desde la manera de cómo dejarlo todo y salir a recorrer el mundo, lejos del despojo».
VIAJANDO POR ACÁ
«Hicimos una recorrida bastante rápida por Argentina ya que de entrada la idea era empezar a viajar por el exterior para, en un futuro, volver al país y recorrerlo de sur a norte y de este a oeste. Por eso en esta salida hicimos Córdoba, donde estuvimos en el Cerro Colorado, fuimos a visitar la casa museo de Atahualpa Yupanqui, luego pasamos unos días en Tucumán y posteriormente en Jujuy, una provincia que nos retuvo un poco, porque la belleza del lugar hizo que decidiéramos quedarnos más tiempo. En Jujuy fue donde tomamos magnitud de lo que estábamos haciendo cuando nos despertábamos y en la ventanilla teníamos el cerro de Los Siete Colores y tomábamos mates sentados al pie del cerro, y cuando caía la noche seguíamos estando allí».
LA PATRIA GRANDE
«Anteriormente a nuestra llegada a Panamá estuvimos recorriendo Colombia, que fue al país donde más tiempo nos quedamos desde que salimos. Para cruzar desde Colombia a Panamá se da una particularidad porque no hay paso terrestre, ya que lo que divide ambos países es una de las selvas más espesas del planeta, la región del Darién, que además es uno de los lugares más inseguros porque es donde ocurre todo el flujo de migración de gente en un estado de desesperación, por eso hay historias muy «pesadas» en torno a ese lugar. En ese lugar tuvimos que subir la camioneta a una especie de barco y pasarla por agua, además tuvimos que ponernos en contacto con otros viajeros para llenar un contenedor, o sea que nos encontramos con otras personas con las cuales convivimos durante todo el proceso del paso de la camioneta. Tal es así que se armó una cumbre de varios viajeros, donde la mayoría eran argentinos, es más, diría que la mayor cantidad de gente que anda viajando en esta modalidad por Sudamérica son de nuestro país, aunque también en este caso había algunos paraguayos y una mexicana. Fue una comunidad espectacular la que se armó».
MÚSICA PARA VIVIR
«A Colombia entramos por una zona donde lo único que se toca es el currulao, es como la milonga campera de la provincia de Buenos Aires, y particularmente en la ciudad de Popayán, en el sur, a la cual llaman la ‘ciudad blanca’. Estuvimos guitarreando con un músico que había ido a estudiar a Buenos Aires, cosas locas que van sucediendo, y que nos permitieron darnos cuenta la influencia que tiene Argentina con respecto a algunas cosas para con el resto de Sudamérica. De hecho hay mucha gente que va a estudiar a nuestro país. Más en el norte se escucha el ballenato que es una música muy conocida por Carlos Vives, una corriente de las más populares del país».
¿Y CÓMO SE VIVE EN VIAJE?
“Hacer la vida que nosotros estamos haciendo requiere de un gasto muy bajo, básicamente porque nosotros no pagamos ningún servicio, tenemos paneles solares en la camioneta que nos brindan la luz, muy cada tanto tenemos que hacer un cambio de garrafa, o sea que todo es muy económico. Obviamente que el combustible varía muchos los precios según los países y eso es quizás lo que más marca la diferencia, además de la comida. Vamos trabajando de lo que pinte. En mi caso particular, con la música tengo una especie de comodín que en cualquier territorio funciona y el fenómeno de la música en vivo existe de manera constante, aunque post pandemia ha cambiado mucho el panorama, pero existe y hay lugares donde está muy bien considerada y siempre es una fuente de trabajo. Además, hemos trabajado de algunas otras cosas, como de mozos en bares, también vendemos artesanías que compramos en Colombia, y en el caso de Achu hace un masaje de la India para niños y bebés, y cuando se da la posibilidad de ofrecerlo en un lugar adecuado se hace también. De esa manera la vamos luchando. Una de las cosas que vamos aprendiendo es ir en el día a día: no tenemos un sueldo, no disponemos de una plata fija, por eso a medida que la vamos necesitando la vamos consiguiendo y trabajamos de lo que vaya surgiendo. A nosotros mismos nos sorprende todo lo que nos va pasando porque era un enigma; nos mandamos por el puro deseo de hacerlo y después fuimos viendo. Creo que los dos somos bastante de esa filosofía, que a veces nos viene muy bien y otras no tanto, pero somos muy del vamos y después vemos, que por ahora nos viene funcionando porque al fin y al cabo nos la vamos rebuscando siempre. Mientras tanto vamos conociendo y aprendiendo».
SÓLO SE TRATA DE VIAJAR
«Panamá es un país muy pequeño y tiene unas muy buenas rutas con lo cual salimos una hora, miramos el mapa y del sur del país llegamos a la mitad y justamente en una 1:20 hora que manejamos el lunes estuvimos cerca de Costa Rica. Ahora vamos a recorrer unos lugares que nos dijeron por acá, cerca de la Península de Los Santos. Mientras tanto se está dando un fenómeno del paso de un huracán, así que nos vamos a quedar unos días en lo que se llama la ‘zona’ seca donde no hay mucha lluvia. Una vez que pase nos vamos a ir para Costa Rica, donde seguramente cambiarán muchas cuestiones porque los dos tenemos propuestas de trabajo. Por lo pronto en mi caso estoy presentando un disco que saqué hace poco tiempo y tengo unas presentaciones armadas para los primeros días de noviembre, y una vez que lleguemos seguramente se armarán más fechas. Como destino tenemos México, donde planeamos recorrer el país, un lugar del cual estamos muy cerca porque las distancias en Centro América se achican mucho. Mientras tanto en enero tenemos algunos compromisos en Cuba, por lo tanto la camioneta la vamos a tener que dejar un poco. Habíamos pensado una duración de un año de viaje, pero en enero, cuando se cumpla, vamos a estar en Cuba, o sea que lo que estaba planeado no será posible en términos concretos. Pero sí estamos evaluando la posibilidad en algún momento de volver a Argentina para hacer una impasse en el medio del viaje y visitar a la familia, pero en cuanto a fechas todavía no hay nada definido. Estamos haciendo un diario de viaje en Instagram en diáspora.america, donde hay fotos y relatos de lo que vamos haciendo».
