“Alguien tiene que tomar cartas en el asunto“

En la recorrida que realizamos por los comercios locales para tomar testimonios tras conocer los aumentos en las tarifas nos encontramos con un profundo descontento, tal es así que uno de los consultados llegó a decir que estas medidas “nos están llevando al cierre de los locales“.

El video del comerciante de Huinca Renancó que se pudo observar a través de diferentes medios de comunicación, donde se lo ve cargando una carretilla llena de dinero para ir a abonar la boleta de la luz, parece que se va a transformar en una imagen que se replicará en todo el país, al menos eso es lo que podrá suceder en los últimos días mediante los diferentes comunicados de las empresas de electricidad informando acerca de los excesivos aumentos.

En Rojas causó gran descontento el comunicado de la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica, que por lo dispuesto por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, indicó que a partir del mes de marzo las boletas vendrán con subas de hasta un 200 por ciento.

En este sentido El Nuevo Diario Rojense salió a las calles a conocer voces de vecinos y comerciantes, siendo estos últimos los que han sido más afectados por las medidas.

Un conocido comerciante del rubro gastronómico del centro de la ciudad comentó indignado lo siguiente: «Nos encontramos con una factura con consumo, gastos, de 353 mil pesos cuando entre enero, febrero y marzo, en los tres meses gastamos 343 mil, o sea que en mes gasté más que en tres meses, entonces realmente creo que alguien tiene que tomar cartas en el asunto, de lo contrario nos están llevando a un cierre de los locales».

«Estoy hablando con un abogado, y después de lo que publiqué en el estado de WhatsApp son innumerables los reclamos que me han comunicado, la gente que se ha solidarizado, y considero que esto deja de ser personal, sino que está involucrada un montón de personas, un montón de comercios, donde nos están obligando a prácticamente bajar las persianas», sostuvo.

En este orden apuntó que «está claro que este aumento no se lo puedo trasladar a mis clientes, no le puedo cobrar de hoy para mañana el 220 por ciento de aumento en un café o una gaseosa, por eso pienso que es momento que los comerciantes, sea de cualquier ámbito, nos podamos unir y protestar donde tengamos que hacerlo».

Por otra parte, la propietaria de un quiosco confesó: “La verdad es que no estoy para nada contenta con el aumento, pero hay que pagarlo, el mes pasado me vinieron poco más de 80 mil pesos, pero ahora me vinieron 150 mil pesos, más lo que es internet, que también aumentó, o sea que estoy pagando más de luz que de alquiler, no se como vamos a hacer, porque los costos superan cualquier cosa, está todo muy complicado, aumentaron mucho los productos, y sostener el tema de empleados es cada vez más difícil“.

“Particularmente no estuve hablando con otros comerciantes, pero sin dudas que estos aumentos no los podés trasladar, es imposible porque ya las ventas bajaron muchísimo y si vos hacés eso quedan dos opciones, o cerrás, o hacés como haremos nosotros,  hacernos cargo, tener menos rentabilidad y mantenerlo abierto», sostuvo.

“Por comentarios, en algunos casos ha llegado hasta el cien por cien el aumento, con lo cual no me quiero imaginar la cara de la persona que recibió esa factura“, declaró.

“Considero que el aumento en el valor de la tarifa eléctrica es bastante abusivo a razón de que las condiciones no están dadas para trasladar la proporción de esos aumentos a lo que son los precios de venta al público“, apuntó un propietario del rubro carnicería, agregando que “es bastante inapropiada la medida de aumentar el precio del kilowatts“.

Sostuvo además con gran malestar que “esto es totalmente recesivo considerando que es mucho el aumento, entendiendo que no se han conocido dificultades económicas en el manejo de las empresas de energía, por eso es que este aumento lo veo desproporcionado».

Los aumentos en las tarifas no se toman descanso en los primeros meses del año, y mientras la política en general vive en otra realidad paralela, los ciudadanos comunes y sobre todo los comerciantes, se desviven por llegar a fin de mes.

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