El Padre Aldo López, quien cumple sus primeras semanas al frente de la Parroquia San Francisco de Asís, contó sobre su adaptación a nuestra comunidad. Además contó de su historia en lo personal, la problemática de la Iglesia para convocar a la Juventud y el gran drama de estos tiempos: La pobreza.
En la mañana de ayer visitó por primera vez los estudios de Radio Rojas el Padre Aldo López, quien cumple sus primeras semanas de trabajo al frente de la Parroquia San Francisco de Asís, a quien convocamos primariamente para realizar una reflexión sobre la partida del Papa Francisco, el primer Papa argentino de la historia, en tanto aprovechamos la ocasión para saber como viene transitando sus días en la ciudad, sus orígenes, su vínculo con la religión y las problemáticas que más preocupan en estos tiempos, donde la pobreza va ganando un espacio cada vez más grande a nivel global.
Sobre sus primeras semanas al frente de la Parroquia contó que “Con la comunidad nos estamos conociendo, y en este caso me estoy adaptando porque la realidad no es que la gente se tiene que adaptar a uno, sino que es a la inversa, uno se tiene que adaptar a la idiosincracia del pueblo, de su gente, y veo que no es tan distinto a otros lugares de la zona, ya que se comparten las mismas costumbres, la misma geografía, actividades que son similares, no hay grandes diferencias como para decir que es algo totalmente nuevo para mi“.
“En el mundo relacional con la gente, y sobre todo con la gente cristiana, uno ya sabe como son las comunidades, como son los problemas, las situaciones, y nos podemos adaptar rápido porque es una continuidad a lo que vengo viviendo en otras comunidades“, manifestó.
“Distinto sería a cuando hay que trabajar en otras provincias, ya que me ha tocado trabajar en Corrientes, y ahí ya estamos hablando de cambios porque la cultura es bastante distinta es diferente a lo que es Buenos Aires, por ejemplo“, agregó.
En este sentido comentó que “la Semana Santa la gente estaba acostumbrada a transitarla de una manera, muy similar a lo que venía realizando de mi parte en otros lugares, por esto es que hay que seguir haciendo prácticamente lo mismo, también en lo referente al culto, lo bautismos, los casamientos, el trato con la gente“.
El Padre Aldo López nos habló sobre sus orígenes: “Soy originario del Chaco, y me vine hace muchos años a la provincia de Buenos Aires, hace casi 55 años, aunque con el correr del tiempo y ya como Cura anduve por otros lugares, por ejemplo al interior de Corrientes, estuve en Mburucuyá, en Esquina, y después generalmente en la Diócesis, donde anduve por varias comunidades.
“Me formé en una congregación en Arrecifes, luego fui a Santa Lucía, me primer destino, luego vine para el lado de General Arenales y Arribeños, luego Pérez Millán, también estuve en Pergamino“, indicó.
“Elegí ser Cura porque uno en conciencia busca resolver cuestiones y en una etapa de mi vida me hice ese planteo, sobre todo allá por los 20 a 25 años, cuando la fuerza ciega de la juventud y todo el entusiasmo, la diversión y cuando tanta cosa uno siente a esa edad empieza a aplacarse y aparecen los planteos serios de la vida, y hay que definirse“, sostuvo.
“En esa etapa de la vida me hice el planteo me lo hice y terminé tomando decisiones drásticas, fue allá por los 28 años, y he resuelto cuestiones existenciales, de donde vengo, para que estoy, la misión, la vocación, el destino final, el sentido de la vida, algo que fui pensando mucho, lo que me llevó a tomar decisiones“, expresó el nuevo Sacerdote de Rojas.
Dentro de este marco consideró que “entregar la vida a la fe y por amor a Cristo es el proyecto de vida más grande que puede uno encontrar, y justamente lo que le da sentido a mi existencia lo encontré, y traté de ser consecuente con eso, así que en el ministerio sacerdotal encontré el cauce para la plenitud de la vida, una vivencia de valores y de trascendencia, que me humaniza, y que me da motivos para sufrir, para llorar, para alegrarme profundamente y motivos para morir, todo está en el Evangelio“.
El Padre Aldo se refirió a la relación de los rojenses con la Iglesia: “Vengo de un pueblo de 6 mil habitantes y para la catequesis tenía de 80 a 90 familias que mandaban a sus hijos, y acá que tiene casi 25 mil hay unos 300 chicos, o sea que en proporción a los habitantes es la cantidad de gente que uno puede observar que asiste a misa, o sea que se repite lo que se viene dando en otros lugares, respecto como decía a la proporción de gente que va quedando“.
En este marco hizo foco en una cuestión que viene generando preocupación en el interior de la Iglesia: “Lo preocupante es que detrás no hay un avance de las nuevas generaciones que puedan darle uno esperanza, porque después de la confirmación se está dando una especie de ruptura, por eso no tenemos pastoral de los jóvenes, es una franja etaria que no está cubierta, lo cual es un problema muy serio y preocupante en la Iglesia, porque los Sacerdotes vamos avanzando en el tiempo, vamos gastando la vida y no tenemos reemplazos“.
“Los seminarios están vacíos, no hay vocaciones, eso es desesperante para los obispos, tenemos un problema serio, por eso si un pueblo tiene un Cura hay que cuidarlo, porque no hay, es una realidad de la cual tenemos que despertar rápidamente porque ya en la Diócesis hay Parroquias que no tienen Cura, y el Obispo no sabe de donde sacar o conseguir Curas, como para ir cubriendo en los diferentes lugares“, apuntó.
En este orden manifestó además que “es un problema global de la Iglesia insertada en el mundo y el mundo está prescindiendo de Dios y le está dando la espalda por los grandes avances y las grandes conquistas que el hombre cree que solo lo puede todo, por eso aparece un alejamiento de lo trascendente, porque el hombre es egocéntrico, se jacta de tantas conquistas y logros que ha alcanzado en los últimos años, entonces parece que Dios no le sirve demasiado“.
El Padre Aldo profundiza aún más en la relación del mundo con Dios: “El mundo está entretenido en sus grandes conquistas y logros, lo cual es fantástico, porque la tecnología, la ciencia, han alcanzado grandes, pero no se reconoce que el hombre es un gran modificador de lo que encuentra creado en el mundo, no quiere reconocer un creador, se pone él como centro, y piensa que con su inteligencia y sabiduría resuelve todo“.
“Pero tampoco quiere reconocer los tremendos fracasos, destrucción, odio y muerte, eso no sabe como resolverlo, y nos encontramos con el odio, las guerras, el hambre, la pobreza, toda esta miseria humana que está llevando a la ruina al planeta“, consideró.
Apuntó además que “existe una carrera despiadada por ver quien tiene más poder para tener más dominio, eso es algo que atraviesa a todas las instituciones, y no podemos determinar aún cual es la causal, que es lo que lo lleva al hombre a hacer eso en vez de buscar otro camino para resolver sus dramas, y sobre eso le da la espalda a Dios, un Dios que va por otro camino, que pide recorrer otras distancias, y considerar al hombre en su totalidad y la dignidad del ser humano“.
Sostuvo que “para muchas ideologías el hombre es un resorte más de la máquina productora, entonces está pisoteado en su dignidad, el hombre que sirve al hombre es el hombre eficiente, el que produce, el que sabe mucho más, y eso es lo que prevalece, por eso el Papa hablaba del descarte, y vemos en todas partes que tantos seres humanos son descartados, y la pobreza es la mayor expresión de esa miseria humana que genera tanto dolor, sufrimiento postración“.
“El mundo pensado por Dios es un mundo donde todos pueden vivir porque hay recursos para todos y para vivir muchísimo mejor que lo que se está viviendo, pero las leyes y los mandamientos de Dios parece que no son acatados“, completó el nuevo Párroco local.
En nuestra edición del domingo publicaremos la reflexión que realizó el Padre Aldo López en torno al fallecimiento del Papa Francisco.