“El modelo que encarna Milei se cae porque es injusto e inequitativo, pero fundamentalmente porque es insostenible en términos económicos. Tiene vencimiento como el yogurt y no es nuevo, lo vimos con Martínez de Hoz y con Cavallo”, señaló la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner en un mensaje desde su prisión domiciliaria a la militancia reunida en Plaza de Mayo.
“Mientras esto sucede, el impresentable de (Luis) Caputo alquila dólares para simular que tiene reservas. Más chanta no se consigue. El verdadero poder económico sabe que este modelo no tiene futuro y por eso es que estoy presa”, señaló. “Pueden encerrarme a mí, pero no a todo el pueblo argentino. Los que están asustados no somos nosotros, son ellos”.
“Estoy firme y tranquila, eso sí, con prohibición de salir al balcón. Dios mío, qué cachivaches que son. Quiero agradecerles a todas y todos las increíbles muestras de afecto todos estos días en la puerta de mi casa y en distintos puntos del país”, añadió.
“Me encantó escucharlos cantar ‘Vamos a volver’, no lo hacíamos hace mucho tiempo. Eso revela la voluntad de volver a tener un país donde los pibes puedan comer 4 veces al día, que en el colegio les den libros y computadoras, que los laburantes lleguen a fin de mes y puedan ahorrar para comprar un auto o un terrenito, que los jubilados tengan remedios. Ese país no fue una utopía, lo vivimos durante 12 años y medio”.
Fernández de Kirchner intenta mantener la centralidad política aunque esté detenida en su casa desde ayer. Su mensaje se amplificó en las inmediaciones de la Casa Rosada por parlantes y adornados con la consigna “Argentina con Cristina”.
Ya después del mediodía la movilización era multitudinaria. Desde temprano se convocaron las distintas tribus peronistas en distintos puntos del microcentro porteño para confluir en la Plaza de Mayo.
A su vez, el Gobierno se mostró desafiante ante la movilización peronista de esta tarde hacia Plaza de Mayo para reclamar contra la prisión domiciliaria de la expresidenta y ratificó la vigencia del protocolo antipiquetes. “La calle es de la gente, no es del kirchnerismo ni del Gobierno”, planteó el vocero presidencial Manuel Adorni.
En línea con el fuerte despliegue de vallados alrededor de la Casa Rosada y los controles en los accesos, el funcionario nacional planteó: “Las fuerzas federal están trabajando para que tanto los accesos, como la vía pública y edificios que responden a las autoridades federales sigan tenindo el orden que deben tener y no deben perder por una marcha de tintes políticos”.
“El Gobierno va a hacer todo para que el protocolo antipiquetes se cumpla”, ratificó Adorni, luego de que en las primeras horas del día el peronismo y distintos grupos políticos ya se concentraron en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, como la zona de la casa de la expresidenta, en Monserrat, y en sectores sobre la avenida 9 de Julio y hasta la estación Constitución. El vocero aclaró sin embargo sobre la marcha: “Es legítima, nadie pretende que la gente no se exprese”.
Por el fuerte operativo de seguridad se instaló un imponente vallado a metros de la Casa Rosada y se reforzó la seguridad tanto en Comodoro Py como en el Congreso y la Corte Suprema. Además, la Policía Federal dispuso el control de colectivos que acceden a CABA por la autopista Ricchieri. Se estiman unos 2000 efectivos abocados a la seguridad.
El acto central por Cristina Kirchner estaba agendado originalmente para las 14. Durante la noche se armó un escenario en la Plaza de Mayo y esta mañana se la vio a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, dirigiendo la organizaciones en la zona.
A la plaza confluyen distintas columnas que ya se concentraban por la mañana. La Cámpora convocó a sus militantes sobre la avenida 9 de Julio y avenida Belgrano. Participará el gobernador Axel Kicillof, que se concentrará con su Movimiento Derecho al Futuro junto a intendentes en la 9 de Julio e Independencia. Además participarán por su lado el Frente Renovador de Sergio Massa (sobre avenida de Mayo y Tacuarí) y el Frente Patria Grande de Juan Grabois (9 de Julio y San Juan).
Ante la falta de un llamado orgánico de la CGT, los sindicatos fueron por su lado. La Bancaria se movilizó desde Sarmiento 341. También hubo una fuerte concentración a metros de la casa de Cristina, en San Juan y San José.
A su vez la Izquierda hizo un acto propio, debido a que cuestiona la figura de Cristina Kirchner pero rechaza la proscripción electoral que le impuso la Corte Suprema: concentra en el Obelisco. (DIB)