LIC. ANTONELLA TROTTA

“No todas las personas con discapacidad conocen sus derechos”

Tras participar como invitada de las actividades realizadas en Rojas en el marco de la Semana de la Inclusión, brindando una charla sobre los derechos de las personas con discapacidad, habló en El Nuevo en Radio y formuló interesantes conceptos en el contexto de las nuevas miradas sobre la integración social de las personas con discapacidad

 

Tras participar como invitada de las actividades realizadas en Rojas en el marco de la Semana de la Inclusión, brindando una charla sobre los derechos de las personas con discapacidad, la Licenciada en Psicopedagogía Antonella en Trotta, habló en El Nuevo en Radio y formuló interesantes conceptos en el contexto de las nuevas miradas sobre la integración social de las personas con discapacidad.

“Soy Licenciada en Psicopedagogía, hice una formación en Psicogerontología, en evaluación transdisciplinaria relacionado a lo neurocognitivo, y hace unos seis meses terminé la diplomatura en Accesibilidad en Derechos Humanos. Allí arrancó esta necesidad de querer transmitir todo lo que aprendí, que creo es muy necesario ya que todos deberíamos estar informados sobre estas cuestiones”, explicó Antonella en el aire de la FM92.5.

En ese marco, reconoció que “hemos avanzado mucho, tanto en el concepto de la accesibilidad, de la discapacidad, y sobre cómo la sociedad recibe toda esta información”, aunque indicó que “quizás no se ha avanzado con la velocidad que uno espera, sino muy lentamente, pero considero que no estamos igual que hace unos años atrás”.

“Sin embargo -sostuvo-, pienso también que estas cuestiones que se generan, como la invitación que me hicieron para charlar en Rojas o cualquier tipo de estas propuestas que contemplen todos estos temas, tienen que estar más incluídas en las escuelas, en los jardines de infantes, en los centros de salud, en los profesionales de las diferentes especialidades, porque son temas que no los vemos en la vida cotidiana o no los hemos visto en nuestra formación, sea en la escolaridad o en quienes han tenido la posibilidad de hacer alguna carrera, y me parece que es algo que debe estar instaurado más en la sociedad, porque pensamos que son temas que competen solamente a las personas con discapacidad, cuando en realidad son temas de los cuales todos deberíamos estar formados o informados, porque la discapacidad es algo de lo que no está libre de ninguna persona. El día de mañana cualquiera de nosotros puede tener una discapacidad ya sea temporaria o para toda la vida, porque si te quebrás una pierna también te vas a encontrar en una situación en la que no puedas acceder a algo, no puedas subir a una escalera, tengas que ir a un baño adaptado, o alguna enfermedad que te genere una discapacidad permanente por la cual tengas que aprender a convivir de una manera diferente. Por eso a todos nos debe importar este tema. Inclusive puedo mencionar a una madre o un padre con un cochecito, o un cuidador que lleva a una persona en silla de ruedas también va a necesitar que haya veredas en buenas condiciones, que haya rampas en las esquinas, que el ingreso a los lugares públicos y privados sea accesible, que haya baños adaptados. Entonces cuando la sociedad entienda que es algo que todos podemos llegar a necesitar en cualquier momento de nuestras vida va a comenzar a cambiar el paradigma”.

Pero en la misma línea también advirtió que “poner rampas muchas veces no es todo; porque pasa que se ponen rampas para cumplir en cierto punto con una norma y terminan haciendo rampas que son de lo más inaccesibles, porque no se hacen con la inclinación adecuada, no se tiene en cuenta el tipo de piso para que no sea resbaloso. Hay un montón de cuestiones a tener en cuenta cuando se hace una rampa, y por eso es necesario consultar a especialistas, no se trata de hacer una rampa y ya está, porque hay que tener conocimiento de cómo es la construcción correcta, porque de lo contrario termina siendo una barrera más que hay que sortear y puede ser aún más riesgosa”.

Por ello, insistió en que “no todas las personas con discapacidad conocen los derechos que les asisten, ya que hay mucha desinformación. Por eso la importancia de concientizar y visibilizar a través de estas charlas, de ir a varios lugares, que las personas conozcan y a su vez ofrecerles información, porque muchas veces la misma está pero no se sabe que está, o no está al alcance de las personas. Por eso es importante informar sobre esto, dónde poder encontrarlo, qué pueden hacer, y cómo manejarse ante una irregularidad o ante una situación en la cual se están vulnerando sus derechos”.

En ese sentido, brindó un ejemplo: “En Pergamino (que es donde reside Antonella), por ejemplo, cuando vemos que una rampa está tapada o están autos subidos a las veredas o una persona necesita de una asistencia, llamamos al 147, aunque desconozco cómo se manejan las personas en Rojas ante estas situaciones”.

 

SE TRATA DE INCLUSIÓN

“Hay pequeños sectores que, en cierto punto, segregan, porque hacen ir por un lado a las personas con discapacidad y por otro a las personas que no la tienen, cuando creo que el objetivo principal es que todos podamos convivir en un mismo espacio, sin tener que separar por un lado y por el otro. Considero también que hay lugares en los cuales se ha avanzado un poco más y unos pequeños sectores de diferentes ciudades de la provincia y el país, pero sé que todavía falta muchísimo, sobre todo lo veo en los sectores públicos, donde no debería faltar y donde la ley es cuando más debería cumplirse. Lo veo mucho también en todos los lugares relacionados a la salud como estudios bioquímicos, farmacias o centros de salud, que son espacios a los cuales las personas van por una situación en la que necesitan atender a su salud: son los lugares que más tendrían que contar con las instalaciones adaptadas y que puedan recibir a todas las personas en igualdad de derechos. Precisamente en la charla en Rojas les mostraba imágenes donde podemos salir de nuestras casas para ir a una farmacia, y cuando llegás te encontrás que hay escalones, y se rompe de ese modo lo que en accesibilidad llamamos ‘cadena de accesibilidad’: cuando un eslabón de esos que tenés que ir completando para hacer uso del lugar se rompe, se rompe la cadena de accesibilidad. Lo mismo para con el transporte público cuando no está adaptado, lo mismo cuando una persona ciega no puede acceder a información en Braille, o no hay baldosas táctiles, o cuando los bares ponen sillas ocupando las veredas. Muchas cosas que no están hechas de mala manera o por querer obstaculizar el camino a las personas, sino que suceden por la falta de información, de educación, o de reeducación de la sociedad. La inclusión socio-laboral es muy importante, en principio porque cada empresa debe cumplir con un cupo, que es del 5 por ciento, para personas con discapacidades, pero lamentablemente no están ocupados por ese número, aunque sí sé que se está avanzando mucho y también sé de personas que se dedican justamente a la inclusión de personas con discapacidad y ese es un pasito más que vamos dando”.

 

UN DÍA EN LA VIDA

“Estoy trabajando en el Hospital San José (de Pergamino), en el Servicio de Rehabilitación, el único lugar que está adaptado para personas con movilidad reducida, aunque ni siquiera para todo tipo de discapacidad, porque a lo mejor pensamos que es solamente una persona en silla de ruedas, cuando la realidad es que esa es la más visible, ya que hay múltiples discapacidades. Pero después en todo el predio del hospital hay deficiencias en ese aspecto, aunque en el sector principal, que fue inaugurado hace poco, hicieron baños adaptados, algo que me puso contenta porque se va poniendo atención en este tipo de cuestiones que son muy importantes para todas las personas y más aún para las personas con discapacidad. En Pergamino estoy involucrada en un grupo que se llama Lluvia de Estrellas, que es un grupo conformado por personas con y sin discapacidad que buscamos concientizar y visibilizar la discapacidad, y ofrecemos a las personas que nos manden fotos, que nos hagan llegar lo que crean que está de manera irregular, inaccesible, o que están vulnerando los derechos de las personas con discapacidad. Así, nos han llegado fotos de escuelas que son inaccesibles, con la importancia que tiene que las escuelas sean realmente accesibles no solo para los estudiantes que van, sino además para los profesores y para las familias, porque cada vez que se hace un acto o se convoca a la familia algún integrante puede tener algún tipo de movilidad reducida, o mismo alguna persona mayor que concurra y no puede acceder. Incluso supe de una abuela que se puso a llorar porque no pudo entrar a ver bailar a su nieto por la cantidad de escaleras que había. Sabemos que en la mayoría de los casos son edificaciones antiguas que han quedado en el tiempo, pero qué bueno sería que todos los años inspeccionen las escuelas y puedan proponer algún sistema que sea alternativo… Porque con un poco de buena voluntad se puede lograr, incluso con sistemas que sean temporales, pero que busquen la manera que sea accesible para que todos estemos en igualdad de derecho. De lo contrario volvemos a caer en la segregación, en la exclusión, de creer que las personas con discapacidad estén por un lado y las que no tienen discapacidad por el otro”.

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