Marina Carrasco se prepara para el estreno de “La gesta heroica”

La actriz, directora y docente teatral, que sigue presentando su primer largo cinematográfico basado en “La pose”, aclamada puesta de su autoría, está ensayando ahora bajo las órdenes de Ricardo Bartis, además autor de la obra en cuestión

 

La actriz, directora y docente teatral, que sigue presentando su primer largo cinematográfico basado en “La pose”, aclamada puesta de su autoría, está ensayando ahora bajo las órdenes de Ricardo Bartis, para presentar en el Cervantes “La gesta heroica”, una versión libre del propio Bartis sobre “Lear”, de William Shakespeare.

“Estoy muy contenta por trabajar en los ensayos de “La gesta heroica”. Estamos justo a un mes del estreno, transitando una experiencia que es muy intensa y a su vez muy linda”, le comentó Marina a El Nuevo en Radio.

Y explica que “La gesta heroica” es una versión libre del Rey Lear, de William Shakespeare. “Es una tragedia que, en este caso, según la versión que hace Ricardo  Bartis, transcurre en un pueblo en Santa Teresita, donde hay un padre con tres hijos, con una madre que no está, dos hijos que viven con el padre y llega un tercer hermano mayor porque vamos a firmar la herencia que nos deja nuestro padre y se trata de un parque de diversiones totalmente derruido. El padre es Luis Machín, es la primera vez que me toca trabajar con él y es un actor buenísimo y gran compañero, y mis otros hermanos son Facundo Cardozo y Martín Mir”. Y explica que “con Ricardo hace años que vengo trabajando: primero fui su alumna en el Sportivo Teatral, luego me sumé a dar clases en el estudio y ahora soy su actriz, lo cual está bárbaro”.

“La obra trata varios temas, por ejemplo los vínculos familiares, los vínculos de poder, el rol de la mujer en una familia de hombres, la vejez, la existencia. La tesis de la obra es si el exceso de amor atrae la tragedia, que es el viejo concepto del teatro shakesperiano”, añade.

Respecto de su personaje, explica que “soy la hija única de esta familia, con lo cual mi rol es bastante duro porque para nada ingenuizamos la violencia que existió y sigue existiendo hacia las mujeres: es un rol muy simpático, pero poco heroico, donde se sigue tratando la violencia de la mujer, donde aparece esa situación en la cual se piensa que la mujer no tiene derecho a nada”. También comenta que “mi rol no es tan protagónico, ya que todos los roles son protagónicos, y no hay alguien que tomé el centro de la escena, más allá del reconocimiento que tiene por su trayectoria un actor como Luis Machín”.

En ese sentido, destaca que “son todas experiencias distintas porque no venía haciendo trabajos que eran iguales entre sí; además, es un nuevo proyecto y me sumo feliz, sobre todo porque lo hacemos en el teatro oficial, que es algo que no había recorrido tanto ya que mayormente había hecho teatro independiente, de allí que esto es algo nuevo, y vamos a estar en un edificio que tiene mucha historia”.

-¿Cómo es la puesta?

-Son dos actos, y es una obra corta, toda una novedad en estos tiempos, porque dura una hora con veinte, y hoy en día las obras llegan a durar hasta tres horas. Será estrenada en la sala mayor del Cervantes, la “María Guerrero”, lo cual significa un enorme orgullo. Ricardo siempre trabaja los espacios reales con iluminación, y todos los ensayos son muy estimulantes, pero en este caso nosotros estamos ensayando en el piso once del Cervantes, donde hay iluminación diurna, y recién el 19 de abril pasaremos a la sala con la escenografía y con las luces, que es una pinturita, queda muy hermosa, así que me gustaría que las personas de Rojas pudieran venir a disfrutar de la obra. Sin duda valdrá la pena el viaje”.

-¿Cómo laburaste tu personaje?

-La obra transcurre en un pueblo, y mi personaje es alguien que quiere ser actriz. La verdad es que me fui bastante a Rojas, a mi adolescencia, aunque mi personaje no es de una adolescente, es de alguien mayor que yo, de unos 40 años, que ha quedado al lado del padre, cuidándolo junto con mi otro hermano, y ella anhela irse del lado del padre. Algo de esos pensamientos más adolescentes me ayudaron a construir el personaje, que se llama Elena. Ella es bastante violentada por su padre y por los hermanos, pero también tiene esa ‘fuga’ donde aparecen las lecturas de Shakespeare en un centro parroquial, y de allí que es también muy simpática. El personaje está definido, pero creo que hasta la última función que hagamos algo le vamos a ir encontrando. Mientras tanto la realidad es que estamos todos muy contentos con nuestros roles, el director está contento, y en mi caso siento gran felicidad porque me da la posibilidad de desplegar varios tonos de actuación. También debo destacar que los compañeros son muy generosos. El estreno es el jueves 4 de mayo y vamos a estar dos meses en cartel en el Cervantes, de jueves a domingo. En tanto después tenemos pensado que la obra comience a salir de gira.

-¿Y qué pasa con tu primera experiencia en cine, “La pose”?

-Ahora la vamos a proyectar en Club Lucero, que es un bar muy lindo que queda por Colegiales, que tiene un cine, una sala pequeña. Nos han invitado y vamos a estar, así que en todos los lugares que estén habilitados a proyectarla lo haremos. Mientras tanto todas las energías en lo personal están puestas ahora en esta obra…

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