GUITARREROS DE LEY

Carlos Biscayart y su hijo Ignacio la rompieron en Radio Rojas

Uno de los grandes y legendarios músicos de Rojas, miembro fundador de los recordados Cuatro para el Canto, nos visitó en nuestros estudios de Lavalle 471, y además de relatarnos algunos aspectos de su trayectoria, ofreció junto a su hijo, excepcional guitarrista, un memorable concierto en vivo

 

Carlos Biscayart y su hijo Ignacio la rompieron en Radio Rojas. Uno de los grandes y legendarios músicos de Rojas, miembro fundador de los recordados Cuatro para el Canto, nos visitó en nuestros estudios de Lavalle 471, y además de relatarnos algunos aspectos de su trayectoria, ofreció junto a su hijo, excepcional guitarrista, un memorable concierto en vivo.

«La música se cruzó en mi vida desde muy pequeño porque en mi casa se tocaba bastante ya que mi hermana era profesora de piano y también se destacaba con la guitarra. Así que me mandaron a estudiar y empecé con Pedro Banfi acordeón a piano, luego con Elba Miranda piano, y pude rendir el primer año, pero como tenía cierta facilidad me era más fácil no estudiar (risas), aunque después retomé con Helvio Farina porque quería estudiar saxo, y no terminé en nada. Después de todo eso me volqué a la guitarra. Los primeros tonos me los enseñó Luis Aloé, y después seguí hasta hoy, continuando de una manera autodidacta», relata Carlitos en El Nuevo en Radio.

También repasa parte de su trayectoria: «Siempre estuve abocado al folklore, aunque en una época, cuando tenía 16 años, me vino a ver Carlos Cabezón para integrar The Blues, que en ese tiempo tenían como integrantes a Bergés y Villarroel, y en mi caso entré como pianista porque se había ido Franzozi. Luego cambié al bajo y después, como me compraron una guitarra, seguí con ese instrumento. Fue en el momento que se sumó Juanchi Granelli. Con ellos estuve tres años, donde tocábamos de todo y se lucía la voz de Villarroel», recuerda.

«En esa época considero que había un nivel extraordinario en la música. Recuerdo que una vez en Sportivo tocaron Los Trovadores, Carlos Di Fulvio, Villanueva y Luis Córdoba, que justamente después nos llevó a tocar dos años seguidos a Ascensión (donde había un festival folclórico de relieve nacional). Terminamos esa noche de cantar y nos quedamos junto con Los Trova, y a los diez minutos nos pusimos a cantar, primero lo hicieron Los Trovadores y luego nos tocó a nosotros, pero por vergüenza no queríamos, más allá que dentro de todo lo hacíamos bien. Ya para ese momento éramos Cuatro para el Canto. Una vez que terminamos Luis Córdoba nos prometió llevarnos a diferentes lugares, y así que llegamos a Radio Nacional y muchos escenarios, en la zona en todos lados, varias veces a Buenos Aires, y ganamos un concurso en Pergamino para ir al Pre Cosquín, donde estuvimos en el ‘75 y en el ‘76. En Cosquín hicimos amistad con el Soldado Chamamé y Julio Mahárbiz, que nos felicitaron. Incluso el Soldado nos dio la dirección para que lo fuésemos a ver, y esa vez cantamos con él y nos prometió hacernos cantar en el escenario mayor. Nos tuvimos que presentar tal día y nos tocaba después de Falú para hacer dos o tres temas, y teníamos unos nervios tremendos. Por mi lado con mis famosas arcadas (risas) aunque Victorio me seguía bastante de cerca (risas). En el ‘75 se produjo la intervención de Córdoba y nos llama el Soldado Chamamé para decirnos que íbamos a subir un poco más tarde porque el tema estaba bastante complicado, así que de los nervios que teníamos decidimos no actuar. Para nosotros fue todo muy rápido y no era tan fácil subir a Cosquín, muy diferente a lo de hoy, cuando veo a los muchachos más tranquilos. Seguramente han de estar más preparados que nosotros en aquel entonces».

-¿Cómo se forma Cuatro para el Canto?

-Antes de ser Cuatro para el Canto empezamos a ensayar tres: éramos el Turco Delías, el Amarillo (Gerzano) y yo. Me pedían que hiciera la tercera voz, pero no llegaba, y fue en ese momento que también se suma el Negro Barret. Para la formación estábamos buscando un tenor y yo lo había escuchado a Victorio en el Coro, le gustó y se unió a nosotros.

-Cantaron con los mejores y estaban para ser profesionales…

-En el Festival de Ascensión, por ejemplo, cantamos con los mejores de ese entonces: con Cafrune, Daniel Toro. Y sí, estuvimos muy cerca de hacernos profesionales. Nos preguntaron si nos podíamos ir a vivir a Buenos Aires, y nos teníamos que ir allá porque nos conseguían trabajo toda la semana. Pero realmente se hizo complicado por el tema del trabajo, sobre todo de Victorio, al que en definitiva mal no le fue por seguir en su profesión. En mi caso me hubiese arriesgado a lo que nos propusieron, pero también sabemos que es muy difícil encontrar cuatro personas que puedan hacer lo mismo. Incluso nos pasó hace un tiempo cuando armamos Los de la Esquina con Cacho Carrizo, Amarillo e Ignacio y después Mariano Quiri. Pero lamentablemente Cacho falleció y cuando nos rearmamos de nuevo otra vez aparecieron los temas laborales y se complicó todo, más aún cuando sabemos que esto se trata de ensayo, y sobre todo cuando tocamos de memoria sin saber leer. De allí que si no se ensaya es prácticamente imposible.

-Disfrutás tocando con Ignacio, se nota…

-Es lindo esto de tocar con Ignacio, más allá que hay algunas discrepancias con sus gustos musicales, que van por el lado de La Renga. Así que, cuando me invitan a los asados agarro la guitarrita y me despido, aunque algo también acompañé algunas veces. Mientras tanto nos hemos presentado algunas veces junto a Juan Rodríguez.

«Me cuesta aprender técnicas guitarrísticas del folclore, para eso hay que dormir con la guitarra. Pero uno hace lo que puede, como mucha gente de Rojas que sé que toca muy bien, los he visto y se nota que hay estudio. Por eso es que me arrepiento de no haber estudiado, porque tuve todas las posibilidades. La última fue con un señor de Salto de apellido Almada, que me había convencido para empezar con el estudio, pero justo en ese momento me agarró hapatitis, o sea que no estaba en mi destino el estudio. Habrá que seguir a pura oreja (risas)».

Compartí esta nota