ANTE LOS 245 AÑOS

Hugo Silveira avanza en la elaboración de su monumental historia de Rojas

El historiador y periodista, werken de la comunidad mapuche local, visitó los estudios de Radio Rojas para hablar de los orígenes de nuestro pueblo, cuyo nombre encierra una incógnita que acaso no podrá ser desvelada jamás – Pero también adelantó cómo avanza en su obra monumental sobre la historia de nuestra ciudad, mientras continúa el éxito de “Pueblos y parajes”, y la permanente reedición y nuevos lanzamientos de la revista histórica, de distribución gratuita

El historiador y periodista Hugo Silveira, werken de la comunidad mapuche local, visitó los estudios de Radio Rojas para hablar de los orígenes de nuestro pueblo, cuyo nombre encierra una incógnita que acaso no podrá ser desvelada jamás. Pero también adelantó en El Nuevo en Radio cómo avanza en su obra monumental sobre la historia de nuestra ciudad, mientras continúa el éxito de “Pueblos y parajes”, y la permanente reedición y nuevos lanzamientos de la revista histórica de Rojas, que ya lleva varios fascículos.

Respecto a la historia de Rojas, Silveira explica que el primer trabajo, elaborado por Juan Pedro Cabodi, es referencial para su tarea: “Juan ‘Chilín’ Cabodi fue quien tuvo la oportunidad de recorrer archivos en España, en Argentina, pero lamentablemente no pudo publicar su segundo libro, en tanto el primero lo hizo en 1950, en un concurso por el aniversario del fallecimiento de San Martín con la historia hasta 1784, ganando el primer premio, y el segundo lo ganó René Pérez”, explica, y señala que “en base al libro de Chilín pudimos encontrar las primeras poblaciones, aunque primero fue una tierra de paso de las naciones originarias, en principio la nación querandí, donde no había límites, todo era de todos. Con el paso del tiempo empieza el tema de la mixtura con la aparición del caballo que ganan la pampa y el paso de las diferentes naciones era frecuente, porque una cosa era ir caminando y otra a caballo, lo que significa un cambio total en la comunicación y comienzan a dar los procesos de mapuchización”.

“Justamente en el Carué se hizo el trueque y aparece la sal como elemento de dinero. Era la base de intercambio, donde estaban los cueros, las piedras, la platería, hasta que aparece el ganado vacuno. Tenemos una referencia de la comunidad Lewel, pero no hay referencias en cuanto al significado de ese nombre, pero es un nombre que rescata Ferrocarriles cuanto trasa el ramal Rawson-Arribeños, instalando dos estaciones, una Lewel y otra Los Indios, aunque a Lewel le cambiaron el nombre por Inés Indart”, comenta, a ese respecto.

EL ENIGMA DEL NOMBRE

“Sobre el nombre de Rojas, Chilín Cabodi dice que anterior a la fundación de Rojas estaban los fuertes de Salto y Pergamino, y la gente de esos fortines se iba alejando en busca de algún ganado alzado y dice Chilín “si desde la fundación del fuerte del Salto en 1752 debe haber comenzado esa frecuentación es difícil encontrar rastros de la misma y debemos llegar a tiempos más cercanos, esperar a que encienda la disputa entre Pergamino y Salto sobre la vigilancia de esta zona, donde también tenemos a Arrecifes. La primera noticia que tenemos de los campos de Rojas es en el 1767, cuando la seca era general en toda la provincia, y José Linares, que era comandante del fortín del Salto informa que el comandante de Pergamino le informa que los indios se arrebataron una mulas mansas de unos boyeros en el arroyo de Rojas como a nueve leguas”. Según Cabodi es la primera vez que aparece el nombre de Rojas en un documento. En otra página de su libro dice que hay una carta del teniente Diego Trillo, que vino con una mano atrás y otra adelante y se fue con una fortuna (risas), y dice que el 14 de octubre de 1777, unos días antes de la fundación, estaba en Fontezuela, y dice que estaba encargado de hacer un fortín en el paraje Rojas, escrito con g, o sea que hay otra nota donde figura Rojas antes de la fundación. También hay otra nota de Francisco Feijoó, comandante de Pergamino, fechada en 1774, que dice que se han visto indios entre las lagunas de Rojas y los manantiales de Piñero. Luego encontré por mi parte un plano de 1700 y pico elaborado por estos invasores, donde aparecen las lagunas manantiales de Piñero y las lagunas de Rojas, que están marcadas a las nacientes del saladillo de La Vuelta, partido de Junín, y Rojas en ese plano está escrito con x. Cuando dice manantiales de Piñero se refiere a Arenales y Rojas, o sea que tiene la naciente atrás de Rafael Obligado, por la Colonia Santa Rosa. Irma Oger también dejó volar su imaginación y se preguntó en un artículo de La Voz de Rojas de donde venía el nombre, que muchos había rastreado el nombre y nadie tenía el dato cierto. Había un poeta nacido en  España que era Fernando de Rojas en el 1400, pero imposible vincularlo con un puesto de frontera 300 años después. También un Diego de Rojas, capitán que participó en la conquista del norte argentino en el siglo XVI, pero no queda mucho margen para creer que el fundador del fuerte de la Horqueta tuviera tiempo para hacer consideraciones de homenajear a tal por más preclaros que estos fueran. De modo que Irma piensa que Rojas pudo haber sido un intrépido cuidador o alzador de ganado que se internó en la tierra de los indios allá por el 1700, o un tropero de carretas que se apartó de su caravana y encontró la muerte a mano de los dueños naturales. Pero a su vez dice que no deja de complacernos que el nombre de nuestro pueblo honra un ser anónimo, un héroe sin nombre refulgente de esa lucha sorda e ignorada que significó la incorporación de nuestros campos al dominio de los blancos, frase textual de Irma”.

LOS ORÍGENES DE UN PUEBLO

“Rojas es de los distritos más viejos de la provincia. Justamente en diálogo con Victoria Loso, ella me comentaba que la policía celebró los 200 años en Rojas, que dependía de Pergamino, y por 1821, cuando se crean los juzgados de paz, tenemos el nombre del primer juez, que fue Gabriel Carrasco, que había recibido los regalos del rey de España, miles de hectáreas, y no eran terrenitos de dos por dos: se quedaban con millones de hectáreas, y hoy resulta que no hay tierras, y si la gente ocupa dicen algunos medios que violentan la propiedad privada. Precisamente las primeras familias a las cuales les regalan tierras son en el 1780 para poblar esta zona que habían sido despobladas por la matanza de los originarios y fueron para Juan Maizon, Ramón Cernadas, Ignacio Otero, José Grandal, Andrés de la Barreta y Juan Patricio López. Fueron las primeras familias extranjeras que recibieron tierras en Rojas por la famosa ley de Enfiteusis de Rivadavia, que justamente legalizó la expropiación de tierras, porque sostenía que eran de propiedad pública, sin importarle el derecho de los originarios, cuya venta, por ley del 18 de octubre del 1826 era prohibida en todo el territorio, y se otorgaban  por Enfiteusis cuando menos por veinte años que empezaban a contarse desde el 1 de enero de 1827, aunque después la mayoría se las quedó sin pagarlas. En Rojas se entregaron a nivel general más de 8 millones de hectáreas, cuando Rojas tiene 200 mil, o sea que eran 170 veces el partido de Rojas que se entregaron en Enfiteusis a familias como los Anchorena, Alzaga, Alvear, Azcuénaga, Basualdo, Bernal, Bustamante, Castro, Díaz Vélez, Dorrego. Eguía, Echeverría, Escalada, Ezcurra, Gallardo, Yrigoyen, Lacarra, Lastra, Lecica, Linch, Ortíz Basualdo, Otamendi, Pacheco, Paez y tantos más, que pude rescatar en varias investigaciones. Además las familias beneficiadas son Juan Cano, Juan Viamonte, Díaz Vélez, Peralta Ramos, Güemes, Saavedra, Sanz, Dubal, Dorrego, Mancevo, González, Cernadas, entre otras que pudimos rescatar. Todos estos contubernios estuvieron hechos con los gobiernos de turno, y las familias de la ciudad de Buenos Aires, entre acomodos, obtenían las tierras, pero después había que trabajarlas, porque ellos estaban allá haciendo sus cosas, incluso algunos las perdieron en el juego de timba. Entonces hubo que repoblarlas y hacerlas trabajar. Y ahí viene otra historia que es la que sigue en el libro de los Pueblos y Parajes, que es de los que vienen con hambre desde Europa, a fines del siglo IXX y son los que comienzan a general la mixtura con los originarios y es otra parte de la historia que también me gusta contarla. Me gustaría que exista una reglamentación donde haya cabida para todos, ni que todas las tierras vuelvan para los originarios, ni que todas queden en manos de esos pocos que manifestaba anteriormente, aprovechar que la madre naturaleza ha sido muy generosa en nuestra Argentina. Las tierras que obtuvieron nuestros abuelos se las compraron por ejemplo a los Saavedra, otros a los Dorrego, también fueron heredando de los Basualdo. y cuando se desparrama toda la familia Cano quedaron algunos descendientes, pero no les quedó nada. Incluso Guido Spano y Hunter eran parte de estas tierras. Hunter justamente se llama así porque Susana Cano, una de las hijas, se casó con una persona de apellido Hunter, mientras que Guido Spano era el Jagüel, que era un pozo con subidas y bajadas, donde el ganado lo utilizaba como una especie de aljibe abierto para abrevar y siempre se aseguraban el agua. Roberto Cano se llama así porque era el nombre de unos de los hijos, que es quien recibe las 90 mil hectáreas, que termina perdiendo y hoy no les queda prácticamente nada, y una de las partes la compra Wirtz, que hace el loteo para formar la localidad»

LA HISTORIA DE ROJAS

«Respecto al libro, estamos definiendo cómo vamos a hacer, si las circunstancias lo permiten, siempre contando con el apoyo y el pedido de los intendentes de turno desde la gestión de Claudio Rossi y los demás funcionarios. La idea es para mediados del año que viene terminar la primera parte, porque la historia estará dividida en dos: por un lado desde la prehistoria hasta 1940 y el segundo libro sería hasta el censo de 2022, aunque habría que ir agregando datos, con cuestiones que todavía no he podido conseguir en relación al listado de jueces de paz, de comisarios y de jefes de correo. Incluso hay mucha buena voluntad, como por ejemplo Marcela Fullana (de la Policía Comunal de Rojas), que ha realizado hasta lo imposible, pero llega hasta donde puede porque otros datos no existen. La intención es presentarles el trabajo a los chicos de la editorial Nido de Vacas. También hay otro trabajo referido a la geografía del partido, que ha cambiado muchísimo, como los cursos de agua, lo que era la pampa húmeda, la historia de los ferrocarriles. Mientras tanto siguen los pedidos de las revistas y solo me quedan de Hunter, que se entregan de manera gratuita, aunque chicos de las escuelas me consultan si las pueden vender, incluso en Carabelas en media hora vendieron cien, lo que habla de que hay interés, por eso está la posibilidad de reeditarlas, pensando además en hacer la historia de Cano con actualizaciones y fotos, que no se pudieron publicar mucho en el libro. Luego se vendría otra sobre Sol de Mayo y La Beba, que son parajes más pequeños, también habrá otra revista con la historia de la perra Pancha con los árboles históricos y los refranes locales, cuestiones que van a estar en el libro pero que serán adelantados a través de las revistas».

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