En barrio Belgrano no cesan los robos por las noches

Las manifestaciones de enojo de los vecinos de esta zona de la ciudad son constantes debido al accionar de delincuentes que en horas de la noche arrasan con lo que encuentran al pasar, desde baterías de autos, artefactos eléctricos, macetas, incluso se pasean por los patios de las viviendas.

El recorrido de ingreso al barrio Belgrano por calle Oyhanarte, que continúa por Juan Hernández, y transita luego hacia la Ruta 45, se ha transformado en la pasarela elegida por los delincuentes de la ciudad para arrasar con lo que encuentran al pasar.

El desfile por las arterias antes mencionadas es incesante en cada jornada, “durante el día ebarrio es bastante tranquilo“, cuentan los vecinos, pero los problemas empiezan cuando cae el sol y llega la noche.

En horas de la noche el desfile de muchas personas desconocidas del barrio cambia su tono, porque vaya uno a saber con que planes estos muchachos empiezan a arrasar con lo que encuentran al paso.

Según dicen los vecinos que se han comunicado con este medio y también lo han mencionado en las redes sociales, los robos son permanentes, y aumentan los fines de semana.

Los malvivientes ingresan en el frente de las casas y se llevan lo que ven, desde macetas, pasando por artefactos eléctricos, también los vehículos son víctimas, ya que les sacan las baterías, las cubiertas, las llantas y lo que pueden encontrar.

Los días que en el club El Huracán hay reuniones de carácter social, tales como cenas y cumpleaños, es una costumbre observar como los invitados se encuentren al salir que no pueden arrancar los autos porque les llevaron las baterías o las ruedas.

También se pasean por los patios como panchos por su casa, revuelven y también se llevan lo que ven, como con signos de desesperación buscando algún elemento como para intercambiarlo prontamente.

Desde hace ya un largo tiempo a esta parte el desfile de caras desconocidas en el barrio Belgrano es incesante, lo mismo que los robos, mientras tanto los vecinos manifiestan el enojo en las redes sociales y en los medios, por ahora sin respuestas firmes y contundentes, como si existiese un permiso exclusivo para el accionar de estas personas que viven de molestar a los demás. A tomar nota.

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