“El cáncer de próstata es el primero, en cuanto a frecuencia, en los varones”

El prestigioso oncólogo clínico, Coordinador Médico y del Área Psicosocial de LALCEC, formuló apreciaciones respecto del cáncer de próstata, en El Nuevo en Radio, en la previa de la conmemoración del Día Mundial de Lucha contra esa enfermedad

 

Hoy, 11 de junio, se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, el tumor maligno más frecuente en el hombre según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En el mundo se diagnostican 413 mil nuevos casos al año y causa alrededor de 8500 muertes en el mismo periodo.

A nivel local, de acuerdo al Instituto Nacional del Cáncer, se diagnostican más de 11.000 casos al año, lo que representa el 20% de los tumores malignos en varones y el 9 % de todos los cánceres. El 65% se diagnostican en estadios avanzados y la mortalidad (al 2020) fue 10.3 x 100.000 habitantes, siendo mayor en Tierra de Fuego, Misiones y Corrientes y el decil menor en Santiago del Estero, La Rioja, CABA y La Pampa, siguiendo datos del Servicio de Vigilancia Epidemiológica y Reporte del Cáncer (SIVER-Ca), y los registros de mortalidad de la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud de 2022. Hasta el 2006 ha disminuido 0.5% por año y 2,7% desde allí en adelante.

En este sentido, La Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) invita a la comunidad a tomar conciencia sobre la importancia de la prevención, la visita regular al médico y la realización de estudios de rutina. “No se puede hacer prevención primaria, pero sí prevención secundaria, es decir diagnóstico precoz”, comentó el Dr. Carlos Silva, Coordinador Médico y del Área Psicosocial de LALCEC, en diálogo con El Nuevo en Radio.

“Si bien inicialmente se trata de una patología asintomática, existen algunos síntomas que sí aparecen cuando el tumor ya se encuentra en estado más avanzado. Algunos de estos síntomas son: orinar con sangre (hematuria), eyaculación con sangre, dificultades para orinar y dolores óseos”, agregó el especialista.

 

EL CÁNCER PROSTÁTICO

“Cuando hablamos del cáncer de próstata hablamos de un tumor que es el primero en frecuencia en los hombres, que se da en edades más tardías porque es a partir de los  50 años  que uno lo encuentra con mayor frecuencia. De hecho el 89 por ciento de los pacientes tiene arriba de los 55 años; y hablamos de un tumor habitualmente de un crecimiento muy lento en la mayoría de las veces, lo cual da mucho tiempo para detectarlo. Una vez detectado tiene terapéuticas que permiten que los pacientes vivan muchos años e incluso se curen de la enfermedad. Una de las cuestiones a tener en cuenta es la diferencia entre prevención primaria y prevención secundaria. Cuando hablamos de prevención primaria lo hacemos en referencia de combatir el hábito de exposición a ciertos agentes que favorecen la aparición del cáncer. Por ejemplo uno de los ejemplos claros en el cáncer de pulmón por el consumo del cigarrillo, porque si uno no fuma las chances de tener ese cáncer son mucho menores. En este caso del cáncer de próstata no hay una prevención primaria porque no hay una causa de exposición que uno pueda tener en claro respecto del origen; pero sí podemos ahondar en la prevención secundaria, que se trata de la detección precoz, porque si encuentro al tumor cuando es chico, y cuanto más chico lo encuentro, más posibilidades hay de cuidarlo o más posibilidades hay de lograr un tratamiento que le permita al paciente vivir muchos años. De hecho, si uno está dentro de los 70 o los 80 vivir muchos años puede representar lo que de cualquier manera iba a vivir sin el cáncer de próstata”.

 

LA PREVENCIÓN SECUNDARIA

“Siguiendo con la prevención secundaria pasamos al plano de lo que hay que hacer en el plano médico, que es visitar una vez por año al urólogo para que le realice un examen digital rectal, lo que vulgarmente se conoce como tacto rectal, y un análisis que se llama prueba de antígeno prostático específico. Quiero aclarar que el más efectivo es el tacto rectal, porque el tumor se da en la periferia de la próstata, donde uno llega con el dedo para tocarlo, mientras que el PSA también es efectivo combinado con el tacto rectal, pero tiene un cuarenta por ciento de falsos positivos porque si hay una inflamación de la próstata, que se llama prostatitis, una próstata está muy aumentada en tamaño, u otras causas, puede dar positivo y no haber cáncer de próstata. Hay 20 por ciento de falsos negativos, donde en realidad da negativo, pero sí está el tumor de próstata presente. La evolución de la edad lleva a que uno tenga con mucha frecuencia una hipertrofia prostática benigna que muchas veces se tiene que resolver con medicación específica y la intervención quirúrgica después para que el paciente pueda orinar fluidamente”.

 

ANTE UN CASO POSITIVO

“Si existe la sospecha el primer paso es la biopsia; y una vez realizada la biopsia y confirmada la presencia del cáncer de próstata hay que saber hasta dónde está extendida la enfermedad, y eso se hace básicamente mediante distintos estudios que nos muestran todos los huesos, si es que existe un problema óseo, o una tomografía computada que nos pueda mostrar las áreas comprometidas, con lo cual hay distintos estudios que nos permiten ver la extensión de la enfermedad. Una vez que nosotros sabemos la extensión de la enfermedad, si está localizada en la próstata, el tratamiento puede ser quirúrgico o con rayos mediante la radioterapia. Cualquiera de los dos tratamientos son potencialmente curativos, ya que van acompañados del tratamiento hormonal, porque el 80 por ciento de los tumores de la próstata son sensibles a la actividad hormonal, mientras que si la enfermedad es extendida, puede ser llevada con el tratamiento hormonal y el paciente puede vivir muchos años variando justamente los tratamientos según la edad. Obviamente que la intervención quirúrgica tiene sus consecuencias: las complicaciones son pocas, pero después suele suceder que aparezcan dificultades en la erección e incontinencia, pero son poco frecuentes. En el caso del tratamiento con rayos lo que sucede es que se puede afectar otros órganos como la vejiga y el recto y puede existir la eyaculación seca, o sea que al rodear las vesículas seminales no hay semen, por lo tanto uno tiene todas las sensaciones, pero no puede ver el semen¡. De todos modos, los tratamientos cada vez son menos invasivos y dejan evolucionar menos el tumor”.

 

PARA TENER EN CUENTA

“Si han existido antecedentes de cáncer prostático en el padre de uno y ha sido a una edad joven, hay que sospechar que puede haber un síndrome heredado familiar de predisposición, lo mismo que si ha habido varios casos cánceres dentro del núcleo familiar”, advirtió el Dr. Silva.

Los factores de riesgo son:

-La edad avanzada: en general es más frecuentes a partir de los 50 años (el 81% de los pacientes son mayores de 65 años).

-Es más frecuente en los afroamericanos.

-Antecedentes familiares cercanos (padre, hermano, hijo) o antecedentes familiares de genes que aumentan el riesgo para cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2) o antecedentes familiares significativos de cáncer de mama.

-Obesidad.

El Dr. Silva explicó que «los controles de screening serían el examen digital rectal y el dosaje en sangre del PSA (antígeno prostático específico). Si bien el PSA puede ser más sensible, solo un 30% con valores anormales tienen cáncer de próstata, habiendo un 20% de falsos negativos y un 40% de falsos positivos”. “En general, los hombres son menos proclives que las mujeres a realizarse estudios de rutina, pero es fundamental que a partir de los 50 años de edad se realicen los controles señalados, ya que de diagnosticarse tempranamente esta patología, puede curarse”, finalizó el especialista.

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