La jefa de Pediatría y Neo del hospital municipal habló en El Nuevo en Radio sobre la situación de las enfermedades respiratorias que este año originaron enorme demanda en los servicios pediátricos – Además, brindó detalles del operativo del CUCAIBA en Rojas
“Los brotes de bronquiolitis estacionales, que es lo que siempre nos pone en jaque a los servicios de pediatría, en relación a los niños más pequeños, principalmente los menores de dos años, comenzó en mayo o junio aunque ya en agosto empezó a mermar. En este marco hemos tenido la sala llena de pacientes pediátricos menores de dos años internados con brotes de bronquiolitis: hemos trabajado a tope, incluso con pacientes neonatales dentro de lo que es Neo. Es que tuvimos un año con aumento del número de casos, que es algo que pasa habitualmente cada dos años, mayormente por los principales virus y otras patologías relacionadas a los propios virus”, explicó en Radio Rojas la doctora Analía Guilera, respecto de la situación ante las enfermedades respiratorias que se han producido este año.
En ese sentido, destacó que “en general en Rojas tenemos una vacunación en los niños más pequeños bastante completa; incluso tenemos casos de alto riesgo social, en los cuales a los papás cuesta que lleven a vacunar los niños, pero estos casos los tenemos referenciados gracias al trabajo de los agentes sanitarios, con lo cual de alguna manera los captamos. Además pasa que cuando alguno se va a internar y vemos que tiene el esquema sin completar, no se retiran de la internación sin las vacunas. Por lo tanto en ese marco estamos bastante cubiertos. Con respecto a la vacuna Covid todavía hay mucho prejuicio, temor, y mala información, lamentablemente, después de todo lo que pasamos. Entonces sucede que aún hay un poco de resistencia de vacunar a los niños, pero la realidad marca que los casos de Covid que hemos tenido han sido en niños no vacunados. Por suerte y de a poco esta vacunación va aumentando y ojalá todos los papás tomen consciencia de lo que significa vacunarse, más allá de que es obvio que todos quieren lo mejor para sus hijos, por lo cual desde el consejo como médico y pediatra, y tenemos mucha experiencia con todas las plataformas de las vacunas, aconsejamos la vacunación en los niños a partir de los seis meses de vida”.
Mientras tanto, hizo hincapié en la situación general de la medicina pediátrica en el país en general y en la provincia en particular: “Hubo un récord de residencias a la baja: no están entrando residentes, eso es algo que viene pasando desde los últimos cuatro años, y hoy nos estamos encontrando con que cada vez hay menos pediatras. Lamentablemente tengo que decir que cada vez habrá menos profesionales formados en la especialidad y eso hace que ya se esté notando una falta de pediatras en forma general, algo que pasa también ya en los municipios de los alrededores, e incluso nosotros estamos en haciendo malabares en Rojas para cubrir las guardias”.
No obstante, señaló que “en este sentido por suerte tenemos una muy buena relación con profesionales de Junín y Pergamino que nos están ayudando a cubrirlas”, aunque advirtió que “no es suficiente, ya que nuestra idea es tener en nuestra ciudad dos pediatras por guardia, uno encargado de lo que es la demanda espontánea y febriles, que es de 8 de la mañana a 8 de la noche, y después otro pediatra las 24 horas para lo que es la emergencia real, o sea todo lo que no tiene que ver con patología infecciosa y manejo de los niños internados, además del control de neonatología”.
Por otro lado, habló del desarrollo de la flamante área de Neonatología, de la cual fue su principal impulsora y hoy responsable: “De a poco nuestra Neo ha crecido muchísimo; de hecho recibimos derivaciones de todos los municipios de lo que es la Región IV. Incluso en estos momentos tenemos una prematura que es de 25 de Mayo, que es por fuera de la Región, y también hemos recibido de Lincoln y otros lugares no tan cercanos. En Rojas somos tres neonatólogas, y lo bueno es que hemos podido incorporar neonatólogas tanto de Pergamino como de Junín, lo que nos ha llevado a que podamos sostener una neo con un buen nivel y que ojalá que siga creciendo”.
Por otro lado, comentó que “recibimos hace poco equipamiento para la sala de parto, que durante la pandemia había sido trasladada a una parte del quirófano, y nuestra sala de parto, que es muy amplia y muy linda, había pasado a ser una segunda terapia para los pacientes con Covid, así que ahora la estamos recuperando y en este recupero la idea es ir mejorando la calidad de la atención del recién nacido, así que por esto pedimos un equipamiento acorde para todos los cambios que tienen que ver con una mejor calidad de la recepción del recién nacido”.
Además, se refirió al área de Lactancia Materna del nosocomio: “Armamos un comité de lactancia materna planteándonos objetivos a corto y largo plazo: en un primer momento, a corto plazo, fue la promoción de la Semana de la Lactancia, que la teníamos cerquita del Día Mundial, para que en todas las instituciones, tanto del ámbito público como del privado, exista un espacio para la lactancia, y la mujer que trabaja pueda tener un lugar cómodo para amamantar a su bebé, o hacer la extracción de leche como corresponde y tener la heladera para refrigerarla, de modo que exista una armonía entre el trabajo y la continuidad de una lactancia segura, una cuestión que está además determinado por ley”.
Habló también al respecto del Síndrome Urémico Hemolítico, enfermedad endémica en nuestro país, que afecta sobre todo a los niños, patología en la que el municipio viene poniendo especial énfasis en estos días en cuanto a su prevención: “El Síndrome Urémico Hemolítico está dado por un grupo de bacterias que generalmente están relacionadas a alguna intoxicación alimentaria, o sea que la incorporación de esta bacteria es a través de la carne por ejemplo. Entonces es muy importante la buena higiene de manos al momento de manipular los alimentos y el consumo de los alimentos bien cocidos, en este caso de las carnes, y desaconsejo la carne picada en los niños menores de dos años, ya que hay mayor riesgo de que puedan contraer esta enfermedad, que puede cursar en su inicio como cualquier otra diarrea, pero en la mayoría de los casos del Síndrome Urémico se le agrega sangre a la diarrea y además el niño no orina, y entra en lo que nosotros llamamos una oligonuria o anuria: va disminuyendo la cantidad de pis hasta directamente no orinar. Es un cuadro muy grave, y en la mayoría de los casos terminan en diálisis”.
EL OPERATIVO DEL CUCAIBA
Como es de público conocimiento, nuestra ciudad fue objeto de un importante operativo del CUCAIBA, que involucró a un paciente del área de Neo del Unzué. A este respecto, la Dra. Guilera hizo un muy interesante racconto de los hechos, que invita a reflexionar sobre determinadas cuestiones que hacen a la salud pública:
“Teníamos un paciente con sospecha de muerte encefálica y lo que hicimos fue comunicarnos con el CUCAIBA, que es el ente donde existen los profesionales especialistas en el diagnóstico de muerte encefálica, provistos de toda una aparatología especial para realizar el diagnóstico, con lo cual, para dar una respuesta a los padres (del paciente), hicimos el llamado y se realizó un operativo que duró 24 horas, ya que se tuvieron que realizar dos evaluaciones obligatorias por la edad del paciente: una evaluación primero y la segunda a las 24 horas. Los profesionales trabajaron con mucho compromiso. En tanto, cuando se tuvo el diagnóstico confirmado, se declara la hora del fallecimiento, esto más allá de si hay posibilidad de ablación de los órganos, que es una decisión absoluta de los papás, por lo que no se hace ningún trámite hasta que no esté firmado el consentimiento de los mismos y también hasta que no haya un receptor, es decir, un paciente que necesite ese órgano. Fue una situación nueva para nosotros, pero puedo decir que me di cuenta de la desinformación que hay, de lo que nos falta como sociedad en cuanto a estos temas; de los mitos, de los opinólogos que hablan sin saber y no ayudan a tomar una decisión que puede salvar una vida. En este sentido quiero desmitificar eso de que se ‘juega’ con los órganos: solamente se hace una ablación cuando hay un receptor esperándo ese órgano, incluso, de acuerdo a lo que nos contaban los profesionales del CUCAIBA, ese grupo de profesionales cirujanos que vendría a hacer la ablación, sería el mismo equipo quirúrgico que operaría al receptor, o sea que está todo perfectamente coordinado”.