Diego Recalde adelantó la última de “Víctimas de Tangalanga”

El destacado cineasta habló en Radio Rojas de su monumental documental dedicado a recuperar la otra cara de la moneda de los legendarios llamados de Julio Di Rissio, y refirió sus expectativas de poder estrenar la sexta y última parte de la saga con  la certeza de la concreción del monumento que pide en homenaje al genial Dr. Tangalanga

 

Diego Recalde adelantó que se viene la última de “Víctimas de Tangalanga”.  El destacado cineasta habló en Radio Rojas de su monumental documental dedicado a recuperar la otra cara de la moneda de los legendarios llamados de Julio Victorio Di Rissio, y refirió sus expectativas de poder estrenar la sexta y última parte de la saga con  la certeza de la concreción del monumento que pide en homenaje al genial Dr. Tangalanga.

«A veces prefiero no conocer a los ídolos, pero en este caso creo que no me hubiese desencantado porque si bien lo traté muy poquito, tuve la posibilidad de conocer bastante cómo era como persona, y era un tipo realmente muy generoso, al punto tal de que a  un amigo que estaba pasando por problemas financieros le compró una casa, algo que hoy nadie haría. Durante las navidades iba a los hospitales a alegrar a la gente que estaba convaleciendo. Y el motivo por el cual el comienza a  hacer todo esto es justamente por un amigo que se estaba muriendo y quería que se fuera de este mundo con una sonrisa. Además al momento de hacerlo consigue tres cosas extraordinarias: lo primero fue que efectivamente su amigo se muriera con una sonrisa, y algo que encuentro algo muy interesante, y fue que que cuando los amigos de su amigo enfermo iban a visitarlo él no hablaba de la enfermedad, solo ponía play en el grabador y todos se reían con él. La tercera cosa extraordinaria que logró fue que más gente fuera a visitar a su amigo enfermo, porque ir a verlo era como asistir a un stand up, entonces se fue riendo y acompañado de este mundo, y eso lo logró el Doctor Tangalanga. Por esto es que esa familia estuvo muy agradecida, y nosotros después tuvimos la suerte de conocer esas cintas y otras que vinieron luego», refirió Recalde en El Nuevo en Radio, revelando otros de los aspectos de la personalidad multifacética de Di Rissio.

-En la quinta parte de la serie recuperás una “víctima” casi olvidada del Doctor, que era la señora encargada del salón de fiestas donde supuestamente se habían olvidado un cricket… y un gordo. Una historia sencillamente descojonante, y sin una mala palabra…

-La historia del cricket y el gordo en el salón de fiestas es increíble por cómo la va llevando y cómo le va dando veracidad al relato, esa cosa que él tenía y no se la vi a nadie después, porque la capacidad de improvisación que tuvo Tangalanga no la tuvo ningún cómico argentino. Y además, una cosa que no se dice: fue el primero en transitar el humor absurdo, porque en Argentina siempre el humor que imperó fue más el picaresco, el doble sentido, y en un punto hasta el humor político; pero el  humor absurdo era algo que nadie hacía, y con Tangalanga se empezó a hacer ese tipo de humor en el país.

-También seguís recuperando un grupo genial de gente que colaboró con el Doctor, a veces haciendo el soporte en algún llamado previsto…

-Para agradecerle por esas cintas maravillosas que circularon en los años ’80, algunos decidieron hacerse pasar por víctimas para que el Doctor continuara brillando, porque lo que empezó a pasar en los shows en vivo era que le reconocían la voz o simplemente no le atendían el teléfono, o el Doctor ya no estaba tan iluminado como lo había estado en aquellos años donde alcanzó su máxima popularidad. Entonces, para que el show no se le cayera y él sintiera que seguía siendo el mismo, los fans se hicieron pasar por víctimas, entre ellos Octavio, Néstor el peluquero, y tantos otros que se mencionan en la película. Se hicieron buenas llamadas, pero no pertenecen al conjunto de llamadas memorables, aunque permitieron que el Doctor siguiera causando gracia, sobre todo en los shows en vivo, porque de lo contrario se podía caer el show, y es ahí donde aparecían estos caballitos de batalla, que le hacían creer a los que iban a verlo que efectivamente era un llamado real, por lo tanto ahí podríamos pensar que la víctima terminaba siendo el público y no es que atendía el teléfono. Pero de los llamados más emblemáticos del doctor no hay ninguno arreglado, y los que están arreglados lo que tienen a su favor es que están improvisados, que también está buenísimo, porque habla del nivel de improvisación que tenía para agarrar a la víctima. Pero de las casi cinco mil llamadas que se calcula que hizo, solo hubo un uno por ciento arreglado.

-Estás militando desde el principio el proyecto de instalarle un monumento al Doctor. Inclusive se lo planteaste públicamente a las autoridades porteñas. ¿En qué anda eso?

-Todavía no hay ningún avance. De todos modos ahora me voy a juntar con un legislador que me ofreció presentar el proyecto de ley a ver qué pasa. Si logramos presentarlo antes de fin de año estaría buenísimo porque ahí vamos a ver quiénes son los que de verdad se oponen a que se construya un monumento al Doctor, que para mí está entre los cómicos más originales que dio la Argentina, y por lo tanto se lo merece.

-¿Y a vos?¿Qué cosas te pasaron en el proceso de este documental?

-Este documental me tomó casi diez años de mi vida, y desde luego que, cuando uno hace esto como un acto de amor, algún tipo de reconocimiento económico quizás queda a un segundo plano, eso lo tengo claro, pero no me importa, es una decisión que tomé y fui para adelante y ahora voy a hacer esta sexta parte para cerrar. Me siento muy reconfortado ya que lo que vino del otro lado fue algo muy hermoso porque nunca pensé que había tantos fanáticos de Tangalanga que iban a agradecer este laburo: puedo asegurar que recibo entre 50 y 100 mensajes diarios de personas que agradecen por el trabajo y que querían conocer a las víctimas, por eso la sorpresa fue enorme, aunque la realidad es que el día del estreno ya me empecé a dar cuenta del fenómeno porque las localidades se agotaron, y por eso a partir de allí decidí continuar con la saga. También decidí continuarla cuando pude tener contacto con el Doctor, lo que me permitió llegar a las víctimas de una manera más rápida, aunque fue algo que duró poco, apenas para una segunda parte del documental, ya que después tuve que volver a hacer el laburo de campo que se ve en las películas, y otra vez tuve que rastrearlas, hasta de una manera casi enfermiza, haciendo cosas muy locas, lo cual tiene de bueno que puso a prueba mi voluntad y me hace creer ahora que soy capaz de aguantar cualquier cosa, ya que tanto esta película como otras en las cuales estoy trabajando me exigieron mucha fortaleza, porque me fui encontrando con la frustración de manera permanente, ya que no encontrabas a la víctima el día que la salías a buscar. De hecho a la tarotista, que es mi víctima favorita, tardé cinco años en encontrarla, para lo cual tuve recorrer todo Lomas del Mirador, entrando en zonas muy heavies.

-Y también la propia familia del Doctor te abrió las puertas de su intimidad…

-Estoy muy agradecido a la familia porque fue muy generosa para conmigo a todo nivel; de hecho en la sexta parte, que estoy haciendo muy lentamente, aparece hasta la bisnieta de Tangalanga contando cosas que no le habían contado a nadie y que se ven ahí. Si no hubiesen abierto el corazón de esta forma estas películas no hubieran tenido el alma que terminaron teniendo.

-¿Y en qué etapa estás de producción de esta sexta y última parte de la saga?

-Voy por menos de la mitad; pero si consigo lo del monumento, creo que vamos a tener la sexta parte el año que viene porque justamente sería lo que me falta para cerrar las seis partes, que además significaría el final de la saga porque no tiene más sentido seguir haciendo Víctimas de Tangalanga. Mientras tanto fui encontrando algunas víctimas y me quedarían tres que tengo localizadas, y si las encuentro podría decir que entre el monumento y las siete víctimas finales, llegaría a un total de setenta, y creo que terminaría con el trabajo.

Compartí esta nota