La actual directora de la Agrupación Coral de Rojas pasó por nuestros estudios de Lavalle 471 y nos ofreció una extensa entrevista en la que, para El Nuevo en Radio, desgranó la historia de uno de los efectores artísticos y culturales más reconocidos y distinguidos de la historia de nuestra ciudad, en el marco del 64to aniversario de su fundación
«Cuando uno mira hacia atrás y ve el camino recorrido, parece increíble; son 64 años de tanto trabajo a pulmón, pasando por las distintas circunstancias de este país, que tiene a veces tantos vericuetos complicados. Pero por eso celebramos con mucha alegría este nuevo aniversario».
Así se expresaba la profesora Delia Martínez, actual directora de la Agrupación Coral de Rojas y heredera natural, por su elevado nivel musical, del legado del maestro Alberto Oscar Perassolo, de visita en nuestros estudios de Radio Rojas, y en la previa a la conmemoración del sexagésimo cuarto aniversario de la fundación de uno de los efectores artísticos y culturales más reconocidos y distinguidos de la historia de nuestra ciudad, que fue celebrada el pasado sábado 21 con un gran concierto en el Cultural.
«El coro aguantó muchas, y las aguantó estoicamente, siempre con la misma dignidad y voluntad y con las mismas ganas. Y hemos resistido con felicidad, porque hacer algo que a uno le gusta, por el hecho mismo de hacerlo, sin esperar ningún tipo de retribución, al menos en lo económico, significa hacerlo con alegría. De lo contrario, no hay otra forma», reflexiona Delia en El Nuevo en Radio, con el peso de la certeza que aportan 64 años de trayectoria irreprochable en lo artístico y en lo institucional.
LOS COMIENZOS
«Me relacioné con la Agrupación a través del Coro de Jóvenes. Cuando se funda, en el año 1977, vino a Rojas una directora de coros de San Juan, que vino a darle a Juan Antonio (Rodríguez), una mano en la selección de las voces. Se recorrieron los colegios secundarios y se tomó una prueba uno por uno a todos los chicos que estaban cursando a partir de los 14 años. Habrán arrancado en aquella oportunidad poco más de ochenta y al momento del debut, que fue en noviembre, habían quedado cuarenta, y fue en ese momento cuando me tocó ingresar. Venía escuchando conciertos corales, por lo cual al momento de entrar al Coro de Jóvenes teníamos la tremenda expectativa de integrar más adelante el Coro de Adultos; era una meta a cumplir. Y tuve mucha suerte, porque al año siguiente me tocó ingresar. A partir de allí comenzó una relación de amor incondicional con el canto coral, tanto es así que después me fui a estudiar, estuve unos cuantos años afuera y seguí cantando en coros, e incluso canté en cuatro al mismo tiempo, lo cual me traía bastantes problemas (risas)… Mi relación con la música es de toda la vida. Nací en un hogar donde siempre se escuchó música y se escuchaba de todo: mucha música clásica, folklore, tango, lo que estaba disponible se escuchaba. A los 7 años empecé piano. Ya la habían mandado a mi hermana, y en mi caso pedí ir”.
LA DIRECCIÓN CORAL
“Estando en Rosario tuve muchas oportunidades de haberme quedado a cantar y hacer otras cosas con la música. Incluso estuve en el Pro Música, que me abrió un camino muy importante; pero además de eso me permitió aprender mucho, sobre todo de cuestiones que tienen que ver con lo técnico. Después resolví tomar algunas clases en Buenos Aires, buscando otros maestros, dando vueltas, pero más allá de todo siempre valoro lo que Alberto me dio. Tal vez no era una persona técnicamente tan formada, pero sin embargo me brindó herramientas de liderazgo. En este marco, cuando uno está al frente de un grupo y tiene que cubrir un espectro muy amplio, es importante lo técnico, lógicamente; pero también hay que saber manejarse ante más de treinta personas, cada una con sus circunstancias, que uno tiene que aprender a manejar con comprensión y en base a un montón de valores que hay que poner sobre la mesa a la hora de tomar de decisiones, algo que no es fácil. Pero es un camino que me abrió Alberto… Cuando volví de mis estudios lo hice para integrar el coro, pero también volví para asistirlo a Alberto en la dirección, lo cual me permitió estar cerca de esas decisiones complejas que a veces hay que tomar, sea el director de un grupo coral o en cualquier circunstancia de la vida. Siempre que estás al frente de un equipo de trabajo estás en esa situación, y lo mismo, por dar otro ejemplo, cuando un docente está al frente de un curso: hay decisiones que no siempre son simpáticas para todo el mundo, y que hasta pueden generar rispideces, aunque al menos hasta ahora nunca me ha pasado, por lo cual me siento más que agradecida con mis compañeros, un grupo muy lindo, donde todos remamos a la par, con las ideas bastante claras de hacia dónde queremos ir».
EL REPERTORIO
«La parte musical es algo que uno tiene que plantearse con claridad, sobre todo pensando qué es lo que quiere para el coro: si quiero que le agrade a la gente, si quiero que los cantantes disfruten cantando, o si quiero que el coro crezca musicalmente. Es un espectro amplio; y me tengo que preguntar, además, si puedo hacer las tres cosas a la vez. En este sentido creo que se puede, el repertorio se negocia y se termina consensuando con los coristas, y de alguna manera también se lo hace con el público. Pero no me gusta la idea de renunciar al repertorio que es el más formativo, y es el repertorio de música original para coro; porque en realidad uno hace un repertorio universal y abarca un poco de todo, con la música original para coro y arreglos que son quizás menos formativos desde el punto de vista musical, pero que producen placer al que los escucha y esa sensación de familiaridad con canciones que uno conoce. En ese plano pasa la ‘lucha’ por la elección del repertorio. Siempre estamos incorporando obras nuevas, pero queremos reflotar algunas cosas antiguas que han quedado en el camino. También el repertorio dependerá mucho de la formación que tengamos, y vamos eligiendo de acuerdo a las circunstancias. Este año incorporamos la obra de Mendelssohn, que fue un trabajo importante por las dificultades que presenta, así que es un repertorio que lo vamos a conservar un tiempo porque lo hemos trabajado duramente. Recuperamos obras de Jasper que habíamos cantado hace unos años atrás y que al coro le gusta cantar, y justamente lo que al grupo le gusta cantar siempre genera una facilidad a la hora del aprendizaje y la interpretación que es un plus que hay que tomar en cuenta. Ahora estamos estudiando un repertorio para el Encuentro del Arte y la Cultura, en el que haremos un homenaje al rock nacional, con homenajes a Fito y Charly.