Las ventas en los comercios de cercanía se hundieron 9,8% interanual en octubre, mientras que en los supermercados crecieron 1,7%.

Consumo: brecha de precios volvió a impactar en los autoservicios «chicos»

Los elevados niveles de inflación registrados en los últimos meses pegaron de lleno en el poder adquisitivo y, por consiguiente, impactaron en el consumo. De hecho, de acuerdo a un relevamiento privado, las ventas en supermercados y autoservicios cayeron 4,5% interanual en octubre, hilvanando así dos meses en terreno negativo. El acumulado de los primeros diez meses del año, de todas formas, registra un crecimiento de 2,4%.

Por Andrés Randazzo – Ámbito

Los datos se desprenden del informe que elabora la consultora Scentia, que analiza el consumo masivo en el “self service”. El estudio detalló que “no hubo sorpresas y lo que se suponía, sucedió” al referirse a la caída en la comparación interanual. Aunque detalló que la situación entre los distintos canales “fue bastante diferente”.

La tasa de financiamiento es del 48%, casi la mitad de la actual en el sistema financiero para el pago de resúmenes de tarjetas de crédito, que es de 83% de Tasa Efectiva Anual (TEA).

Es que en los autoservicios independientes se registró una caída interanual de 9,8%, mientras que en las grandes cadenas se vio un crecimiento de 1,7%, según detalló el informe. “Los autoservicios sufrieron un importante retroceso, continuando con una tendencia a la baja que comenzó en julio. Los motivos son los que ya hemos comentado, por ejemplo, la diferencia de precios entre canales, producto de la desigual velocidad inflacionaria, las bases de comparación, una capacidad de compra cada vez más afectada, por citar algunos”, señaló el estudio.

La brecha de precios, sobre todo en los productos alcanzados por los programas oficiales, impacta de lleno en el consumo en los comercios de cercanía, ya que los consumidores “migran” hacia las grandes superficies en busca de mejores ofertas.

De hecho, según explicó a Ámbito el director de Scentia, Osvaldo Del Río, “la brecha de precios entre los diferentes canales, en una canasta de unos 10 productos, ya supera los 23 puntos” y “seguramente se va a ampliar” a partir de la puesta en marcha de Precios Justos. Eso explica, aseguró, parte de la diferencia en cómo varía cada canal.

Tal como se destaca en el informe, en los supermercados se registraron retrocesos en “bebidas con alcohol, sin alcohol y limpieza de ropa y hogar”. Todas las canastas presentaron caídas en los autoservicios.

Preocupación a futuro

La tendencia, según parece, se mantendría de cara a los próximos meses. Es que el programa Precios Justos lanzado por el Gobierno no incluye a los comercios de cercanía y eso podría, aseguran, incrementar la brecha y la migración hacia las grandes superficies.

“Efectivamente esta diferencia se va a acentuar en los próximos meses. Porque el pequeño almacén, el autoservicio, no accede a ese programa. Incluso, muchos formatos exprés de las cadenas no tienen los más de 1.800 productos alcanzados. Entonces, se genera un desplazamiento hacia las grandes superficies comerciales, que representa el 30% de la comercialización”, señaló Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

“Entonces, se genera primero una distorsión de precios en la economía y se genera una situación donde esas referencias las encontrás en las grandes superficies y no en el resto de las bocas. Se acentúa más el nivel de caída por sustitución de un canal a otro”, remarcó Di Pace.

 

De hecho, al respecto, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) advirtió que las micro, pequeñas y medianas empresas dedicadas al comercio de proximidad no están siendo alcanzadas por los beneficios del acuerdo de precios en el marco del Programa Precios Justos.

 

La entidad observó en un comunicado que «bajo las especificaciones del Programa no se contempla la forma en que los negocios de proximidad, integrados por cientos de miles de pequeñas y medianas empresas, se abastecerán de los 1.788 productos con precios regulados». La distribución de la mercadería de estos sectores se realiza a través de distribuidores oficiales, autoservicios mayoristas o incluso en forma directa de fábrica.

 

«Sin embargo, en muchos casos estos puntos de aprovisionamiento venden los productos incluidos en el programa al mismo precio al que debería venderlo la Pyme o con escasa diferencia lo que no permitiría un margen de utilidad mínima razonable para compensar sus costos», explicó Apyme.

 

En ese escenario, los comercios más pequeños hicieron pública su preocupación ante la Secretaría de Comercio. “Planteamos que esto ya lo transitamos. El mayorista nos termina vendiendo a nosotros al mismo precio que se los deberíamos ofrecer a los clientes. Y el 80% de la mercadería se la compramos a ellos”, dijo Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA).

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