La modificación de la ley que le pone tope a la reelección indefinida de los intendentes de la provincia de Buenos Aires es un tema recurrente entre la dirigencia bonaerense de todas las tribus. En los últimos días el tema volvió a la superficie y hay jefes comunales que dan por hecho que habrá una modificación, aunque el mecanismo está lejos de estar definido.
Rosca puertas afuera de la Legislatura
La discusión no se da puertas adentro de la Legislatura bonaerense, donde aún no se debaten las opciones ni se cuentan los porotos para dar por tierra la norma sancionada en 2016 que genera dolores de cabeza en cada pago chico. De no voltearse, se inicia una carrera contrarreloj para construir candidaturas competitivas para las intendencias.
Las conversaciones incipientes se dan en reuniones informales. Allí se barajan las opciones y los tiempos para que la movida tenga el menor impacto negativo posible. En algo hay coincidencia: si se va a modificar la ley, hay que hacerlo este año, para evitar poner el debate sobre la mesa durante un año electoral.
Los números están ajustados en el parlamento. El Frente Renovador de Sergio Massa, impulsor de la normativa, se mantiene firme en su apoyo a la misma. Para La Libertad Avanza, la imposibilidad de muchos intendentes de buscar otro mandato sería una ayuda importante para conquistar municipios. Al PRO le costaría justificar ante su electorado una postura que permita la perpetuidad en los cargos.
Las opciones que se barajan van entre derogar la norma, modificarla en el marco de la discusión de otras leyes electorales, como la implementación de la boleta única o incluso las autonomías municipales, algo que implicaría una modificación de la Constitución provincial por enmienda o Asamblea Constituyente, un trámite mucho más engorroso. La vía judicial tampoco está descartada.
