Tenía ochenta y cuatro años – Hacía poco, había sufrido la pérdida de su hermano, Luis, y de su cuñada, Nilda Montero – Le sobrevive su esposa, Marta Elena García, y su hija, María Marta – Sus restos mortales fueron velados en Avellaneda 517 e inhumados ayer
Con profunda consternación, vastos círculos de nuestra comunidad y los integrantes de esta empresa en particular, recibimos ayer la infausta noticia del fallecimiento de nuestro querido Antonio Minadeo.
Antonio Juan Minadeo tenía ochenta y cuatro años y se encontraba internado en el hospital municipal. Hacía poco, había sufrido la pérdida de su hermano, nuestro decano y maestro periodístico, Luis Alberto, y luego la de su cuñada, esposa de Luis, Nilda Montero. Le sobrevive su esposa, Marta Elena García, y su hija, María Marta Minadeo. Completaban su entorno familiar sus nietas, Evangelina, Lucrecia y Josefina; sus nietos políticos, Claudio Garcia y Javier Sanguinetti; sus bisnietos, Santino, Mor, Ciro y Lina; su hermano, Luis Alberto Minadeo (q. e. p. d.); su cuñada, Nilda Norma Montero (q. e. p. d.); y sus sobrinos, Adrián y Darío Minadeo.
Tras ser velados en Avellaneda 517 (servicio Casa Hernández), sus restos mortales fueron derivados a crematorio para su disposición final.
Antonio Juan Minadeo fue un gran amigo y una visita siempre bienvenida para los integrantes de esta empresa, por su permanente buen humor, acompañado de su comportamiento siempre caballeroso y sumamente correcto. Tal como su hermano, Luis, tuvo que trabajar desde muy pequeño, pasando por una planta de acopio de aves, por la cerealera Sanpietro, junto a Jose Mahfud y, más adelante, en la desaparecida Cooperativa Agrícola Ganadera de Rojas, en la cual llegó a cumplir funciones gerenciales. Antonio Minadeo fue un ejemplar funcionario de la institución, a la que dedicó muchos años de su vida, logrando enorme reconocimiento por su tarea. Más tarde se desempeñó por un breve lapso en la firma Gear Sociedad Anónima y, ya jubilado, despuntaba su proverbial energía para mantenerse siempre activo llevando adelante un servicio de remisería. También fue muy activo participante de las actividades del Centro de Jubilados y Pensionados de Rojas, y tuvo la posibilidad de demostrar su veta histriónica integrando la primera formación de Todos Somos Artistas, el grupo teatral conformado en el taller que aún hoy funciona en dicha institución. En los últimos tiempos su salud comenzó a decaer, lo cual había motiva que, más recientemente, tuviese que ser internado en el nosocomio municipal, donde falleció ayer.