El joven púgil rojense tuvo la posibilidad de entrenar bajo las órdenes del ex campeón mundial en el campus que llevó adelante la Federación Argentina en la localidad de Dina Huapi, donde se presentó junto a Boris Sánchez y el entrenador Ronan Sánchez. Contó lo vivido en Panorama Deportivo.
En la localidad de Dina Huapi, perteneciente al departamento de Pilcaniyeu, en la provincia de Río Negro, se llevó a cabo hace un par de semanas un campus de entrenamiento organizado por la Federación Argentina de Box, propuesta que tiene como objetivo observar jóvenes talentos de todo el país para integrar a futuro los seleccionados nacionales que participarán de las distintas competencias en el plano continental y mundial.
Cuarenta promesas de toda Argentina estuvieron presentes en la localidad aledaña a la ciudad de Bariloche, entre los cuales estuvieron los rojenses Joaquín Castrillini, Boris Sánchez, acompañados del entrenador y púgil profesional Ronan Sánchez.
Joaquín Castrilini, en diálogo con Panorama Deportivo, comentó la experiencia vivida en el sur del país, donde tuvo la posibilidad de entrenar a las órdenes del ex campeón mundial Omar Narváez.
El joven boxeador contó que “nos invitaron porque nos vieron pelear en Buenos Aires, más precisamente en los combates que hicimos en Laferrere, donde la primera vez que fuimos, en diciembre del 2021 ya algo nos habían comentado, en tanto el año pasado nos confirmaron que teníamos que ir”.
“La gente de la Federación Argentina realiza entrenamientos y elige boxeadores para la selección, fue todo a puertas cerradas como para observar y después ir sacando conclusiones”, explicó.
Comenzando con el relato del viaje indicó que “partimos el martes 13 de Ezeiza porque nos fuimos en avión ya que nos dio una mano la secretaría de deportes, en tanto los gastos allá corrieron por cuenta del municipio del lugar y la Federación”.
“Fuimos directamente a Dina Huapi, que es un pueblo chiquito alejado de Bariloche, donde nos encontramos con chicos de todas partes del país y de nuestra edad, estamos hablando de 15 y 16 años, con un total de cincuenta.
Nos hospedamos en una escuela militar de montaña que quedaba en Bariloche y todos los días teníamos que viajar al pueblito que estaba a 40 minutos más o menos”, contó.
El púgil manifestó que “nos levantábamos a las 6 porque teníamos que llegar temprano a Dina Huapi donde nos pesaban todos días, luego desayunábamos y nos íbamos todos juntos.
El primer día llegamos a las 9 y justo estaba el partido de Argentina por el mundial, así que entrenamos a la tarde bastante liviano, con algunos movimientos físicos”.
“No salíamos a correr, pero si hacíamos todos trabajos de combate, de técnica, circuitos, piques, todas tareas muy explosivas, siempre hacíamos dos horas a la mañana y dos a la tarde, muy exigentes, mayormente a la mañana era físico y a la tarde boxeo”, detalló.
El representante del gimnasio Team Sánchez se refirió al encuentro con el ex campeón mundial: “La experiencia de conocer a Omar Narváez fue muy linda, él es el jefe de la selección, está a cargo de la coordinación, miraba los entrenamientos, nos corregía, hacía guanteos con nosotros, estuvo siempre muy participativo. Se nota que es muy buen entrenador, aunque en mi caso no tuve la oportunidad de estar mucho tiempo con él, pero se nota que conoce mucho, además sabemos de su trayectoria”.
“Generalmente el entrenamiento no difería demasiado entre un día y otro, eran muy cargados, salvo el viernes que bajó un poco la intensidad porque sábado y domingo se hicieron peleas”, dijo, y agregó que “me tocó hacer una pelea el sábado, en tanto el domingo hice una exhibición, me tocó el primer día con un mendocino que es campeón de los Juegos Evita, donde me la dieron perdida, aunque varios me vieron ganador de los que estaban mirando”.
“Algunos entrenamientos fueron diferentes a lo que estamos acostumbrados nosotros en Rojas, de todos modos nos fuimos adaptando de la mejor manera porque fuimos bien preparados, de allí que pudimos aguantar bien los seis días”, sostuvo.
Comentó además que “en los momentos en que no entrenábamos nos quedábamos en el lugar de alojamiento, al mediodía luego del almuerzo descansábamos un par de horas y volvíamos a entrenar, y a la tarde lo mismo, volvíamos a las habitaciones y estábamos con el celular hasta la cena, porque después había que acostarse temprano para estar bien al otro día”.
“La convivencia fue muy buena -destacó-, tanto en lo que fue la estadía en el lugar donde dormíamos como donde nos entrenábamos, y lo más importante es que pudimos tener roce con varios boxeadores de otros lugares, cosa que nos hacía falta porque en Rojas cuesta realizar trabajos de sparring”.
“Primero agradecerle a mi entrenador Norberto Sánchez, a la familia que siempre está presente, a Fito Cúkar, Ignacio Di Camillo, el Hornero Materiales y a Martín Caligiuri y la secretaría de deportes por la ayuda que nos brindaron para viajar”, concluyó Joaquín Castrillini tras vivir una gran experiencia en el campus de la Federación Argentina de Box.
El balance del campus y los planes para el 2023
El púgil amateur rojense hizo un balance de lo que fue la experiencia vivida en la localidad de Dina Huapi y habló de los plantes que tiene para esta temporada.
Joaquín Castrillini destacó que quedó «muy contento de haber tenido esta oportunidad, me gustó mucho la experiencia y trataré de aprovecharla de cara al futuro, sobre todo porque nos encontramos con un muy buen nivel”.
“No tuvimos diálogo con los profesores tras los entrenamientos porque ellos hablaban con los entrenadores, en el caso nuestro con Ronan que fue quien nos acompañó, y justamente él nos decía que le comentaron que nos vieron muy bien y que vamos a tener otro campus, que ahora se hará en América”, apuntó.
Respecto a los planes para el 2023 señaló que “por ahora no tengo nada programado para el año que viene, de todos modos tenemos planificado realizar varias peleas para ir sumando experiencia, por eso nos estamos manteniendo con los entrenamientos con Boris, ahora estamos haciendo los mismos trabajos de allá y no queremos tomarnos descanso”.