Tras la maratónica sesión de la Cámara baja bonaerense de esta semana, el diputado provincial pasó por Radio Rojas donde expresó distintas consideraciones de orden político pero, puntualmente, manifestó que está evaluando su alejamiento de la actividad política, aunque dejó una puerta abierta al confesar que “me costaría decir que no” en caso de que ante un eventual gobierno de Juntos, sea convocado a la gestión ejecutiva
Tras la maratónica sesión de la Cámara baja bonaerense de esta semana, donde entre otros temas quedó aprobado el presupuesto provincial y la fiscal para el año próximo, además de haberse sancionado la ley de alcohol cero al volante, el diputado provincial Claudio Rossi pasó por los estudios de Radio Rojas donde, amén de formular algún anuncio de importancia para Rojas, expresó distintas consideraciones de orden político pero, puntualmente, manifestó que está evaluando su alejamiento de la actividad política, aunque dejó una puerta abierta al confesar que “me costaría decir que no” en caso de que ante un eventual gobierno de Juntos, sea convocado a una gestión ejecutiva.
“Arranqué en el 1991 como concejal y creo que lamentablemente muchos temas de los que tratamos son los mismos de aquel momento por lo que todos los que queremos la política de verdad nos sentimos bastante mal porque a 40 años de haber regresado al período democrático hay muchas deudas que no las hemos podido resolver. Cuando nosotros arrancamos fue en aquella época de Don Raúl (Alfonsín) donde había mucha ética, mucho compromiso, mucho idealismo, y eso se fue transformando en algo inferior”, dijo el exintendente de Rojas.
“Había mucha palabra de gente grande, dirigentes que en líneas generales son mucho mejores a lo que hay en el presente, y eso es una involución y es parte de la decadencia de la Argentina. Uno lo podría mezclar con el pueblo, la gente, las instituciones, pero para no poner culpas en otro lugar la política de nuestro país necesita un recambio de gente que venga con otros patrones de conducta, de compromiso, de capacidad, de capacidad para el diálogo, para el entendimiento, para la construcción de políticas de estado porque no podemos andar a los tumbos. Me parece que eso debería ser una situación transitoria, producto de una circunstancia muy especial, pero se ha convertido en una regla y una forma de proceder y ejecutar las cosas. Se usa mucho en tirarle la pelota al que sigue en vez de dejarle mejor las cosas de lo que uno las recibió para que le sea más fácil hacia delante”, reflexionó luego, en la misma línea.
En ese sentido, consideró que “más allá de esto creo que hay que seguir en la lucha. Además si uno lo mira a través de un proceso histórico son pocos los años de democracia, pero es evidente que tenemos que dar un salto de calidad en las discusiones, los contenidos y sobre todo en la aplicación”, y puntualizó que “la gran falla nuestra está en la aplicación, en la contundencia de aplicar las normas, no está tanto en aplicar la ley, porque se hacen buenas leyes, pero el tema está en que no se cumplen o se mira para el costado”.
LA ESCUELA DE LA POLÍTICA
“En mis primeros momentos en la política, como concejal, aprendí mucho el arte de la oratoria, sobre todo el arte del debate, y mi experiencia fue mucho más rica en la primera oportunidad, porque luego me tocó de nuevo antes de ser intendente. También es cierto que en ese momento había dos partidos bien formados (PJ y UCR), con un bloque unipersonal del Partido Intansigente, pero había contenido en la discusión y había caballerosidad. Estaban Cale Hernández, Osvaldo Baguear, el Pollo Zamponi, durísimos en la discusión. Pero recuerdo que cuando terminamos nuestro período fuimos a brindar y nos quedamos hasta muy tarde junto con Leo Armellini, también con Agu Peretti, cuestiones que se fueron perdiendo porque en las campañas en vez de resaltar las virtudes que ofrece cada partido se fue descalificando al rival, generando la cancha embarrada, lo cual no es positivo, siempre traté de esquivarlo. Y honestamente, y en el período que perdí las elecciones para intendente aprendí a ver que uno domina ciertas cosas y otras no, y que el mejor guardian del alma es el espírit que uno tiene en tratar de hacer las cosas bien”.
DERROTAS Y VICTORIAS
“Recuerdo que en el 2011 cuando nos tocó perder por poco, con escasos recursos, con mucha dificultad dentro del partido para lograr una unidad verdadera, estaba todo muy difícil, y nosotros enfrentamos un desafío único que era poner al radicalismo por primera vez en la historia en el gobierno viniendo desde la oposición, porque el radicalismo había sido gobierno siempre a la salida de la dictadura, o sea que desafiábamos al poder constituido. Más allá de esa derrota debo decir que siempre me ganó el optimismo, y recuerdo que me acompañó en ese momento Cristian (Ford, q.e.p.d.) a saludar a Martín Caso, que nos había ganado, y Cristian me decía que era el último acto de la campaña, y le dije que por el contrario, que era el primero de la que viene, que muchos de los que vamos a saludar hoy nos van a votar en la próxima. Por eso teníamos que persistir en nuestra lógica de los contenidos, de las creencias, de los ideales, y por suerte así fue. La determinación y la convicción son dos cosas que me parece que si no las tenés es imposible hacer un buen gobierno, saber por qué y por dónde pelear, asimilar los fracasos, las derrotas y sobreponerte rápido como para buscar nuevos horizontes. La realidad es que es algo que uno no lo hace solo: lo hago con un equipo que nos ayudó, de un partido que después nos respaldó. Porque si miramos la evolución de nuestras elecciones llegamos con el 53 por ciento de los votos y a los dos años sacamos el 57, a los dos años el 63 y después el 68, o sea que no tengo más que palabras de gratitud para la población que nos acompañó y para todos los que nos acompañaron, como las instituciones intermedias, que nos ayudaron a apalancar el desarrollo de la comunidad. En la última elección logramos la diferencia más importante en la provincia, y siempre bajo la idea de la integración, de administrar las diferencias, porque estamos dentro de una coalición y había en el gabinete gente del PRO, del partido FE, radicales que habían sido opositores, y no es generosidad, sino que es una manera de entender la Argentina. En ese sentido la provincia y el país presentan desafíos de tal envergadura que es imprescindible armar el mejor equipo posible para afrontar esos desafíos”.
LA PANDEMIA Y LA TRAGEDIA
“Lo que sucedió con Cristian, y anteriormente la pandemia, fueron problemas terribles. En principio lo de la pandemia que fueron dos años muy difíciles por todas las medidas que tuvimos que tomar, y te diría que fue una cuestión que me quitó el sueño hasta la llegada de la vacuna. Obviamente que había que defender la salud y la vida de todos los rojenses, pero a su vez defender el entramado económico y social que sostiene la vida de la comunidad, y apelamos a la responsabilidad individual y colectiva, que fue algo que funcionó. Ese fue un episodio desgraciado que tuvimos que superar con algunas dificultades, pero las cosas se fueron encarrilando y tengo tranquilidad en el espíritu de las cosas que se hicieron”.
PRESUPUESTO Y UN ANUNCIO
“Esta semana se dio un hecho muy importante en la provincia que fue la aprobación del presupuesto, donde además se discutían cosas importantes, como por ejemplo una partida para obras públicas, donde hay siempre un juego de presiones y demás, y pudimos incluir los desagües pluviales etapa uno, que son sobre Avenida Larrea, algo que había hablado con Román (Bouvier) para saber cuál es la que más viabilidad tiene y esa es una obra sobre la cual pude destrabar el conflicto legal que había. Es un zanjón que está frente al predio del Prado Español, muy peligroso, y hay que solucionarlo. Es una obra que vale 500 millones de pesos y la pudimos incluir en el presupuesto con lo cual habrá que luchar todo el año para que se realice la licitación, se adjudique y podamos tener una solución. Sobre el presupuesto hubo una discusión durísima en la cuestión de los fondos, donde se consiguió un fondo de infraestructura de 56.500 millones a repartir entre los 135 intendentes por el CUD, después se lograron 2500 millones del aporte del tesoro provincial para los municipios de Juntos, y también hubo un problema muy delicado que salió en el coeficiente único de distribución y había variaciones importantes respecto del año anterior que no estaba en el CUD, y se terminó poniendo 1500 millones de pesos más a distribuir entre los municipios que tenían CUD a la baja”.
LA LEY BAPRO
“Para la ley BAPRO la realidad es que no se encuentra una solución, es difícil. Por eso la corte convocó a las autoridades de la legislatura porque hay quince mil pasivos contra diez mil activos en el BAPRO, es una caja deficitaria, pero de los quince mil fueron diez mil los que plantearon juicios, en tanto cinco mil ya tienen amparo. El banco está entrando en un proceso de normalización en cuestiones internacionales, y todo lo que es posible motivo de juicio debe ser computado como una posible pérdida a futuro que pone en crisis el patrimonio del Banco Provincia, o sea que es un problema complicadísimo, que por ahora está en stand by”.
LEY DE ALCOHOL CERO
“Lo más interesante que se aprobó el jueves y que va a repercutir en toda la provincia de Buenos Aires es la ley de alcohol cero al conducir, algo que se irá a implementar a partir seguramente del 1 de enero. Hemos recibido a organizaciones vinculadas a familiares de víctimas, y justamente en estos últimos días murieron veinte personas involucradas en accidentes, lo cual verdaderamente es un problema y ojalá que se encarne en la población porque nos vamos a ahorrar varios dolores de cabeza”.
DE CARA AL FUTURO
“Espero que el 2023 sea un año de discusión de ideas, de programas y que haya en la política el altruismo para entender que lo que hay que hacer es complicado. Hay que dar de nuevo en cuanto al sistema, la gente lo acentúa sobre la política, pero en realidad lo que veo es una interacción entre la política, el empresariado, el sindicalismo, los medios de prensa y la justicia, y allí encuentro un entramado, y aparecen en el medio las prebendas, que es cuando ponemos el foco en los planes sociales. Pero estamos equivocados porque las prebendas están para sectores protegidos tanto para la importación como para la exportación. Por eso considero que la prebenda tiene que mirar para todos lados, todo eso lo tenemos que dar de nuevo, imponernos un plan de sacrificio equilibrado y creo que a partir de allí vamos a tener oportunidades. Soy optimista porque la Argentina tiene enormes oportunidades y el presente del mundo encaja con esas oportunidades que tenemos. En cuanto a mi futuro personal en la política veo poco: lo veo más como un ciclo cerrado que con posibilidades de hacer otras cosas. Me gusta más la parte ejecutiva que la legislativa, porque la legislativa es menos comprometida y más fácil de llevar. Aunque también es cierto que cuando dejás de ser intendente es como que te sacás un peso de encima porque muchas veces no se duerme, toca la sirena y estás pendiente, no podés garantizar el cien por cien de seguridad en una colonia de vacaciones, en un jardín maternal, en las máquinas que andan por los caminos, en el transito urbano… Son todas responsabilidades de uno y es complicado el tema, pero a su vez es gratificante, y me quedo con esa parte, y si mañana gobernamos me gustaría estar en una función ejecutiva, porque sería la última oportunidad en la visión que uno tiene. De hecho el lunes andarán por acá dos grandes amigos como Javier Iguacel y Joaquín De La Torre, y si alguno de ellos fuese como candidato a gobernador y me convocasen a algún desafío pienso que me costaría decir que no…”