La jueza Capuchetti abrió un legajo reservado para investigar la acusación de Jorge Alberto Abello, que está basada en lo que escuchó en un bar. Dos empleadas de Milman lo desmienten. El diputado del PRO se presentará este viernes en tribunales. El chat que no está en la Justicia
Por Patricia Blanco – INFOBAE
La investigación por el intento de homicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre, se focalizó en las últimas horas en tratar de esclarecer los dichos de un testigo que aseguró que 48 horas antes escuchó que el diputado del PRO y ex funcionario macrista Gerardo Millman dijo: “Cuando la maten yo voy a estar camino a la costa”. La jueza María Eugenia Capuchetti abrió un legajo reservado: ahí, a través de filmaciones, confirmó que el legislador estuvo en el bar Casablanca, en la esquina del Congreso, con dos colaboradoras, como dijo el testigo. Pero llamó a declarar a las mujeres y las dos desmintieron haberlo escuchado decir eso. El hombre que estaba con el testigo clave tampoco oyó la charla en la mesa vecina. Enterado de la versión, Milman anunció que se presentará este viernes en tribunales. Dijo que se trataba de una “operación berreta”.
Según pudo saber Infobae, este legajo comienza con J.A, un ex diputado provincial de Santa Fe que en los tiempos macristas se dedicó a ser chofer de Uber -según las entrevistas que dio en su momento- y que actualmente trabaja como asesor legislativo. Abello se presentó a declarar en los tribunales de Comodoro Py 2002 el viernes 23 de septiembre a las 17.
“El día martes 30 de agosto voy a una reunión que tengo en el Anexo de la Cámara de Diputados, que me convocan como legislador con mandato cumplido de la provincia de Santa Fe. Esto es en Rivadavia entre Combate de los Pozos y Entre Ríos”, comenzó, según la declaración a la que accedió este medio. El hombre Abello explicó que justo estaba con su cuñado, “totalmente ajeno a la política y a la vida de Buenos Aires”, y como la reunión se extendió más de la cuenta y ya eran mas de las 14 el cuñado le dijo de ir a almorzar. “Como habíamos enfilado hacia la boca del subte, le digo de ir a comer a Casablanca”, frente al anexo del Congreso.
“Entramos a Casablanca y mi cuñado se queda mirando porque le pareció lindo el bar, es un lugar al que habitualmente voy. Como él es amante de los deportes, se ubicó de tal manera que podía ver la televisión. Yo lo copié y terminamos los dos, uno al lado del otro, mirando la televisión, con la espalda hacia Combate de los Pozos. Pedimos el menú del día, no recuerdo concretamente qué plato era. Me pongo a hablar con mi cuñado del lío que era Buenos Aires y empezamos a comer y mirando lo veo a Gerardo Milman y me llama la atención la forma en la que estaba vestido. Tenía un pantalón todo rasgado, como de una onda moderna, pero inadecuado para su edad. Se encontraba con dos chicas muy bonitas, jóvenes y muy bien vestidas, ellas estaban de espalda a mí y nunca les pude ver la cara”, explicó.
Abello dijo que “todo eso me llamo la atención” mientras su cuñado “estaba muy entretenido con lo que se hablaba en una mesa de al lado, sobre fútbol”. Es más: estaba Mario Leito, el presidente de Atlético Tucumán, le dijo. “Volviendo, entre esas conversaciones, a voz alzada escucho con mis propios oídos que Milman dice textual ‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’, a lo cual una de las mujeres le pregunta por el chofer algo así como ‘y tu chofer?’ y él le contesta: ‘Lo mando a Tucumán porque es un hablador al pedo’. Eso fue todo lo que escuché, después siguieron las bromas, los chistes, él se paró, saludó a unas personas por ahí y pagamos nosotros y nos fuimos”.
El testigo aportó los datos de su tarjeta de débito con la que explicó que pagó la cuenta. Y dijo que debía de haber cámaras en el bar, como también los domos del Congreso, para acreditar su versión.
“No recuerdo si Milman se fue primero del lugar o nosotros. Mi cuñado no escuchó nada de lo que él dijo, hicimos algún comentario de la billetera y el galán, y elogiábamos de lo bonitas que eran las chicas. Yo cuando sucedió esta conversación que escuché estaba como mucho a dos metros. Salimos de ahí, tomamos el subte A hasta Perú, y de ahí nos fuimos hasta juramento con la línea D y fuimos caminando hasta casa. De este tema no se habló más”, afirmó.
El 1 de septiembre, en Juncal y Uruguay, Fernando Sabag Montiel se acercó a Cristina Kirchner con una Bersa calibre 32 con la intentó dispararle en la cara. No tenía bala en la recámara y fue reducido por militantes kirchneristas. Desde entonces está preso. Luego fue detenida su novia Brenda Uliarte, que también estaba allí. Ambos están acusados de ser coautores de homicidio calificado en grado de tentativa.
Abello aseguró que se enteró del intento de homicidio cuando él volvía de hacer las compras y lo llamó su madre llorando desde Villa Cañas para pedirle que tuviera cuidado. “Cuando llego al departamento, veo los canales de noticias y estaban todos con eso. Cuando empiezo a escuchar las noticias, me empezó a caer todo lo que había escuchado en Casablanca. No me pregunten por qué lo asocio, pero me vienen a la memoria esas palabras, eso que escuche…”, le dijo a la jueza Capuchetti.
Como Abello recién se presentó a la justicia el 23 de septiembre, la jueza le preguntó si había alguna razón en particular por la que no compareció a informar estas cuestiones con anterioridad. El testigo respondió: “A medida que fueron pasando los días, y empecé a seguir a los jugadores, empecé a darme cuenta que podía tener algo que ver. Yo no soy quien para seguir una línea investigativa, ojalá que no, no me interesa nada lo que tenga que ver ese diputado”.
El juzgado insistió con saber cuándo comenzó a “cuadrar la conversación que escuchó” y el testigo respondió: “después de la conmoción, cuando comenzó a bajar la espuma”.” A los dos días, después me empieza a llamar la atención con el paso de los días, ya que lo veía al legislador en los medios, que después el tipo desapareció de las pantallas, eso me llevó a venir…” . Confeccionó un croquis a mano alzada que consta en su declaración para ilustró la distancia y el lugar donde escuchó la frase de Gerardo Milman.
La investigación
La jueza decidió abrir un legajo reservado para investigar este testimonio. Junto al fiscal Carlos Rívolo, avanzó con una serie de medidas tendientes a reconstruir la escena relatada por el testigo hasta identificar y escuchar el relato de las dos personas que compartieron mesa con Milman. Según se pudo corroborar, la reunión tuvo lugar en Casablanca entre las 15.23 y las 16.28 según surge de las cámaras de seguridad de la zona. Las mujeres que acompañaban a Milman fueron Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz, que trabajan con el legislador.
El juzgado las llamó a declarar como testigos en las últimas horas. Gómez Mónaco contó que trabaja con Milman desde que este se desempeñaba en el ministerio de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri. Al principio no se acordaba haber ido ahí, pero después confirmó la reunión. Bohdziewicz sí recordaba aquel encuentro y señaló que luego el legislador viajó a Pinamar. Sin embargo, bajo juramento, las dos mujeres negaron que Milman hubiera pronunciado esa frase.
Según informó la agencia Telam, tras las testimoniales, los abogados de la querella, Marcos Aldazabal y José Manuel Uberia, reclamaron que a las testigos se les secuestraran los teléfonos celulares, algo que rechazó la jueza Capuchetti. Y se añadió que la querella, de todas formas, guarda una carta que analiza presentar en las próximas horas para reforzar la pista: se trata de un mensaje de WhatsApp que el propio testigo le envió al diputado oficialista Marco Cleri minutos después del ataque.
“Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba (Gerardo) Milman con dos pibas y graciosamente decía ‘cuando la maten yo estoy camino a la costa’ y se mataban de risa”, decía el mensaje que fue certificado ante escribano público, según indicaron a Télam fuentes del caso. “Y están las cámaras que no me dejan mentir. Hdmp lo escuché. Creeme estoy temnlando (sic).
Fuentes judiciales consultadas por Infobae confirmaron que ese chat no fue aportado a la causa. Y según las imágenes de ese supuesto diálogo del chat que publicó Página/12 observaron dos cuestiones: por el formato de WhatsApp ese mensaje no fue capturado desde el teléfono de Abello sino desde el de su interlocutor. Además, llamó la atención que el testigo declaró en la justicia que el hecho ocurrió el 30 de agosto. Al enviar el mensaje dice “ayer” por lo que se deduce que ese aviso tuvo lugar el 31 de agosto. El ataque a CFK fue 1 de septiembre. El diputado Cleri, supuesto destinatario del mensaje, no se presentó en la causa.
La versión de Millman
“Las imágenes que muestran los medios oficialistas hacen referencia a que estoy comiendo o tomando algo con dos colaboradoras mías, pero no hubo ninguna discusión con respecto a un posible atentado contra Cristina Kirchner”, dijo el legislador en diálogo con radio Perfil. “Sí es cierto que, al día siguiente de esas imágenes, me fui a Pinamar para hacer campaña. Estuve en una radio y también con el intendente y los militantes del espacio. Volvía a Buenos Aires antes de que ocurriera el desgraciado atentado contra la Vicepresidenta. Hay una persona que dice que escuchó algo de mí y se presenta en la Justicia, pero no tiene ninguna prueba, salvo que estábamos en el mismo bar. Me voy a presentar mañana en la Justicia para desarmar esta operación berreta”.
En la entrevista también se le consultó por qué dos semanas antes del ataque Milman presentó un proyecto donde pedía explicaciones al Ejecutivo por el aumento de la seguridad para la ex presidenta, y que textualmente decía “no vaya a ser cosa que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina Kirchner, para victimizarla”.
“Si fuese parte de un atentado, ¿cómo se imaginan que voy a presentar un documento público para que todo el mundo lo pueda ver?. Lo que noté cuando fue la acusación del fiscal (Diego) Luciani fue la crispación y la violencia verbal, donde se acusaba a periodistas y fiscales, hubo amenazas de muerte contra ellos, y lo que hice fue pedir los motivos para la ampliación de la custodia. Pero fueron tres proyectos, no uno. En otro presenté el pedido al Ministerio de Seguridad para que se le aumentara la custodia a los fiscales, a los periodistas involucrados, y a la Vicepresidenta”, afirmó.
Mañana, según anunció el propio Milman, dará su versión de los hechos ante la jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo que deberán evaluar el rumbo de esa pista.