Fue identificado como Isaac Medina, de 20 años, quien sería oriundo de General Rodríguez y se encontraría transitoriamente en Rojas, donde tendría familiares – Se desconocen las causas de la drástica decisión adoptada por el joven, pero volvieron a multiplicarse los comentarios por la situación del abandonado predio, que ya fue escenario de un homicidio hace algunos años
Un joven de veinte años de edad, identificado como Isaac Medina, de 20 años, quien sería oriundo de General Rodríguez y se encontraría transitoriamente en Rojas, donde tendría familiares, decidió terminar con su vida, ahorcándose en una de las naves del predio de la explanta fabril de BARF, entre la tarde y la noche de este viernes.
Se desconocen las causas de la drástica decisión adoptada por el joven, pero volvieron a multiplicarse los comentarios por la situación del abandonado predio, que ya fue escenario de un homicidio, el de Jordán Santiago, hace algunos años, además de albergar toda clase de hechos non sanctos, desde vandalismo a drogadicción.
La explanta de la firma BARF ocupa un enorme predio -cerca de 9 mil metros cuadrados- sobre avenida Fortín Mercedes, entre Hernández y Martínez Fontes. Este predio consta de un gran espacio originalmente parquizado, hoy invadido por las malezas, y las estructuras fabriles y administrativas en sí: hacia el lado oeste, ingresando por calle Hernández, se encuentra el ala de la planta que albergaba el área de arenado, más otros talleres y depósitos; al centro, se encuentra la antigua planta de fundición y mecanizado, con una «cancha», según se denomina en el rubro al espacio destinado a la colocación de los noyos, de enormes proporciones, más talleres y las áreas de mecanizado y, al lado, en dos plantas, se distribuían originalmente las áreas administrativas. Las dependencias incluían además lo que antiguamente era el comedor y los servicios sanitarios del personal. En sus buenos momentos, la firma llegó a ocupar a más de un centenar de empleados directos; producía piezas mecanizadas y fue una de las grandes proveedoras de la fábrica Vasalli, entre otras.
Pero la empresa resultó duramente golpeada por las sucesivas crisis económicas y el esquema de desindustrialización iniciado a fines de los 70, con el golpe cívico-militar del «proceso» que destrozó la producción nacional, y las políticas económicas neoliberales que aplicaron los gobiernos electos entre mediados de los 80 y 2003. Como la exBARF, en rigor, formaba parte de una cadena de producción industrial a gran escala, no pudo despegarse del nocivo efecto dominó que terminó por derrumbarla.
Si bien en sus últimos tiempos la industria no tenía ya tantos empleados como en sus tiempos de esplendor, estos, afectados por el hecho de quedarse sin trabajo, iniciaron acciones legales cuyo efecto inmediato fue el embargo de las naves y el predio. Previamente, en una acción que muchos recuerdan poco menos que con horror, la justicia había ordenado el remate judicial de buena parte del equipamiento de la planta: así, y estuvimos presentes y por eso lo decimos en estos términos, una bandada de verdaderos buitres se llevó tornos, fresadoras y demás máquinas para mecanizado, moldes, herramientas y demás, despojando en términos prácticos a la planta de cualquier posibilidad de ser reactivada en lo inmediato, de no mediar, obviamente, una fuerte inversión en herramientas. Saqueo legal, que le dicen.
Comenzaba así un largo proceso de instancias judiciales (que ignoramos hasta qué punto está resuelto), mientras que el tiempo, los vándalos y los malhechores, se encargaban de saquear y destrozar las naves abandonadas que, a su vez, fueron invadidas por elevados pastizales.
Hasta donde se sabe, actualmente el predio habría sido vendido a inversionistas, pero la situación sigue siendo la misma: total abandono, un recinto que tiene infinitas vías de acceso ilegal, y que, insistimos, alberga toda clase de situaciones lamentables, incluyendo, lógicamente, las descriptas, que obviamente ya son irreparables.
La inquietud de los vecinos de ese sector, en particular, y de la comunidad de Rojas, en general, ante la situación del predio de la exBARF ha sido claramente expuesta en estas últimas horas, a partir de este nuevo y luctuoso episodio. El tema está planteado. Evidentemente las autoridades que correspondan deberán accionar en lo inmediato para llevar tranquilidad a los rojenses. Porque así, esto no da para más. ¿O habrá que esperar a otra tragedia para adoptar alguna solución…?