Estudiantes y docentes de la escuela agraria 1 de General Villegas trabajan en la recuperación de una fábrica de lácteos que cerró en el vidalismo. Apuestan a su crecimiento, y a que los jóvenes encuentren su lugar sin pensar en emigrar.
Por: Redacción Semanario de Junín
La Escuela Profesional Secundaria (EPS) de la Escuela Agraria 1 de General Villegas, trabaja en la recuperación de una fábrica abandonada, emplazada en el predio de la institución educativa.
La institución educativa nació en 1971 como una escuela de lechería y después se fue transformando en una Secundaria Agraria.
Su objetivo original era generar egresados que apliquen sus conocimientos en todo el distrito y de esa manera impulsar la industria. El proyecto recibió un mazazo en 2017, cuando Villegas sufrió la inundación más grande de su historia, que hizo desaparecer 55 tambos y la zona de la escuela quedó un metro y medio bajo el agua. Si bien la fábrica no se inundó porque estaba un poco elevada, la destrucción completa del tambo y la inutilidad de la caldera le hicieron cerrar sus puertas.
Pero ese triste recuerdo quedó atrás y en 2023 se abrió en la Escuela Agraria, una Escuela Profesional Secundaria (EPS), una modalidad específica que funciona con estudiantes de entre 15 y 18 años que abandonaron la secundaria y que llevan más de 12 meses fuera del sistema.De allí, hoy sus egresados salen con el título de técnico agropecuario con orientación lechera.
Este tipo de instituciones está destinadas a los estudiantes que interrumpieron sus trayectorias educativas, para que en tres años puedan salir con un oficio que, en este caso, es la elaboración de quesos y dulce de leche, entre otras transformaciones de la materia prima alimenticia.
Funciona con comisiones cerradas de 15 estudiantes que aprenden ejerciendo el oficio en todo el circuito productivo lácteo ganadero. Cesar Julián, el Jefe de Área de la Escuela Agraria, explica que quieren generar que los estudiantes “sean agentes transformadores de la realidad, apuntamos a que el conocimiento que brindamos sea una llave para cambiar la realidad de su entorno, de su pueblo. En este caso el que da la elaboración de quesos, dulce de leche, manteca o yogurt”.
Hay muchos tambos que están aplicando la robótica y es adonde la escuela quiere apuntar para que el perfil de los egresados tenga un nivel de conocimiento aggiornado
ARRAIGO E IDENTIDAD
La fábrica volvió a producir en 2024 quesos de todo tipo y dulce de leche a partir del trabajo de docentes y alumnos que unen su trayectoria educativa con una salida laboral y a la vez generan alimentos para el comedor estudiantil y la comunidad.
La idea no es solo proporcionar una oferta educativa específica, sino fortalecer la industria local que contribuya a generar el ascenso social mediante una salida laboral con alta demanda nacional e internacional.
El arraigo y la identidad de los estudiantes del lugar se ve en Julián, hoy jefe de área y antes egresado de esta Escuela Agraria quien remarca esta apuesta como fundamental para recuperar la producción interna en General Villegas. “Tenemos la necesidad de transformar la materia prima en productos manufacturados como forma de fortalecer nuestra economía local”, dice. Y ejemplifica: “Acá vemos los camiones de leche partir hacia General Rodríguez y volver en sachets, quesos o manteca. Y en Villegas producimos leche, carne, maíz, soja; y todo el alimento que demanda el mundo, entonces lo que queremos es generar modelo de producción local y multiplicarlo en todo el partido, pero para eso tenemos que trabajar mucho en el perfil del egresado, para que salga con las herramientas necesarias”.
“Nosotros apuntamos a generar trabajo, y el trabajo se genera a través del conocimiento y de tener una persona calificada que pueda transformar todo ese saber para darle valor agregado a la materia prima”, completa.
Hoy,el tambo está produciendo,los estudiantes volvieron a su edificio, y los chicos de la EPS realizan sus productos de forma artesanal mientras se pone en marcha el funcionamiento de la nueva caldera. La recuperación de la fábrica y la compra de la caldera se realizaron a través del Fondo de Educación Técnico Profesional y la asociación cooperadora.
La fábrica dedicada a la producción de productos lácteos dejó de funcionar en 2017 y en este 2024 volvió a producir quesos de todo tipo y dulce de leche
EL CAMINO
Pero para César y su equipo, los sueños no terminan con esto. Buscan incorporar tecnología, “porque es lo que se viene. Hoy en día el sector privado está demandando conocimiento en ese aspecto. Ya hay muchos tambos que están aplicando la robótica y es donde nosotros queremos apuntar. Queremos que el perfil de nuestros egresados tenga un nivel de conocimiento aggiornado a los nuevos tiempos”.
Para el docente lo primordial es “apuntar a egresados que estén listos no solo para saber un oficio, sino para buscar su camino independiente en el ámbito privado, ya sea desde una empresa o desde sus propios proyectos y (por qué no) en su lugar de residencia” “Es muy triste ver a chicos que se tienen que ir de su lugar porque sienten que no tienen oportunidades», reseña. Y dice: «Nosotros queremos que nuestros chicos y chicas vuelvan a su pueblo con conocimiento para poder generar trabajo, porque si vos no le das una salida laboral, se tiene que ir, aunque amen su pueblo”.
En ese punto Julián pone un énfasis especial: “Esto que queremos hacer no es una locura. Nosotros ya lo hicimos en un momento. Teníamos una boca de expendio donde todos los vecinos iban a comprar, dulces, quesos, los cerdos, los pollos; a muy bajo costo porque no había gastos de traslados».
Todo lo que se perdió en 2017 es lo que sueñan recuperar. Y para eso, ya se pusieron marcha.