Candela Solis Zampini tiene 22 y es oriunda de Haedo, partido de Morón, y está en camino de convertirse en la primera astrobióloga argentina en trabajar en la NASA.
La bonaerense ingresó al Florida Institute of Technology de Estados Unidos y su pasión por la ciencia existió desde siempre: «Desde chica siempre me gustó la ciencia y la biología. Me acuerdo que me regalaron para Navidad un microscopio y no llegué a leer las instrucciones que ya imaginaba qué experimentos eran los que iba a empezar a hacer”, contó en diálogo con La Nación.
¿Cómo llegó a la NASA?
Es así que a sus 13 años, Candela le pidió a sus padres que la cambiaran a un colegio especializado en ciencias exactas. Luego, comenzó a estudiar en la Universidad de Buenos Aires, pero no continuó por la pandemia de Covid-19 y el cese de clases presenciales.
Fue allí que sus padres le ofrecieron la posibilidad de estudiar en Estados Unidos y eligió postularse en la carrera de Astrobiología en el Florida Institute of Technology. Según le detalló Candela a La Nación, esta carrera sólo se dicta en este instituto en todo el mundo: «Estudiamos todos los elementos que pueden alterar el espacio y probamos cómo se puede adaptar lo que hay en el planeta para facilitar futuros viajes espaciales», señaló.
Tras aplicar para un campamento estudiantil de la NASA, la joven descubrió que era la ciencia y la ingenieria a lo que realmente quería dedicarse. Candela se postuló a pasantías y programas hasta que finalmente la contactaron de Space Trek y trabaja como pasante de ingeniería en el Centro Espacial Kennedy y como ingeniera líder de sistemas en la academia de misiones L’SPACE de la NASA.
La bonaerense, que sueña con convertirse en la primera astronauta argentina, señaló al respecto de la situación en Argentina: «Es una lástima que allá no haya algo de esta magnitud y que no se destinen fondos ni se divulgue sobre la ciencia espacial».