AL CIERRE, SE ESPERABA LA CENA DE LA AMISTAD

Se completaron ayer las Patronales con la procesión y la misa con el obispo

Tras la espectacular caravana de kayakistas, runners, ciclistas y centros tradicionalistas que pasearon la imagen de San Francisco de Asís por la ciudad, para confluir luego en la espectacular fiesta popular realizada el Parque General Alvear de este domingo, por la cual pasó una multitud de rojenses, ayer, Día del Santo Patrono de Rojas, se realizaba la tradicional procesión y la misa por San Francisco, con la presencia del obispo diocesano, monseñor Hugo Santiago, concluyendo con el programa Mes de San Francisco, organizado desde la parroquia local.

Como ya hemos referido, desde la parroquia se puso en marcha desde el pasado 1 de setiembre un conjunto de actividades que, bajo el slogan general de Mes de San Francisco, confluyeron hacia el festejo de las Patronales de Rojas, bajo conceptos vinculados al pensamiento franciscano, como el amor a los animales, la solidaridad y el respecto al medio ambiente. Mientras que por la noche, ya ampliamente sobrepasado el cierre de la presente edición, se esperaba la tradicional cena de cierre de las Patronales, en este caso en la sede del Instituto San José, donde también se aguardaba por las presentaciones de nada menos que Ariel Fullana y, como figura estelar, el gran payador rojense Nicolás Membriani.

San Francisco nació en Asís (Italia) en 1182. La humildad y el desprendimiento que Francisco vivía eran en esencia expresión de una convicción: “ante los ojos deDios, el hombre vale por lo que es y no más”.

De allí sus palabras: “Hay muchos que tienen por costumbre multiplicar plegarias y prácticas devotas,

afligiendo sus cuerpos con numerosos ayunos y abstinencias; pero con una sola palabrita que les suena injuriosa a su persona o por cualquier cosa que se les quita, enseguida se ofenden e irritan. Estos no son pobres de espíritu, porque el que es verdaderamente pobre de espíritu, se aborrece a sí mismo y ama a los que le golpean en la mejilla”.

San Francisco de Asís murió el 3 de octubre de 1226, con solo 44 años de edad. Su figura e influencia en la historia de la Iglesia y en la cultura es inapreciable.

Incluso quienes no tienen fe o no son parte de la Iglesia católica reconocen en él a una persona extraordinaria.

Parte de esa influencia hoy permanece intacta, por ejemplo, en el amor a la naturaleza, en particular el cariño por los animales. Por otro lado, Francisco sigue presente en muchos detalles y costumbres que evocan sencillez y grandeza: a él se le atribuye haber iniciado la tradición de armar el “belén” “el pesebre” o “nacimiento” en el hogar, los días de Navidad.

El 4 de octubre de 2013 el Papa Francisco celebró una misa en la ciudad de Asís. He aquí un fragmento de su homilía de aquel día: “San Francisco es testigo del respeto por todo, de que el hombre está llamado a custodiar al hombre, de que el hombre está en el centro de la creación, en el puesto en el que Dios -el Creador- lo ha querido, sin ser instrumento de los ídolos que nos creamos… Francisco fue hombre de armonía, un hombre de paz”.

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