Santiago Boscacci: La música como instrumento para mejorar la calidad de vida

El artista rojense, integrante de varias bandas musicales, es Licenciado en Musicoterapia, disciplina que persigue objetivos que están vinculados con la salud y el bienestar de las personas. En Radio Rojas nos introdujo en este mundo y habló de lo que fue su tarea como profe en la Escuela Especial.

Santiago Boscacci es un reconocido artista rojense, integrante de diferentes bandas musicales, entre ellas Las Ocho Caras y Ariel y los Bizarros, alguien que ya ha transitado por los estudios de Radio Rojas en alguna que otra oportunidad para contar acerca de sus trabajos y de su historia ligada al mundo de las guitarras, los bombos y demás.

Sin embargo la relación de Santiago con la música no está atada solamente a lo que expone sobre el escenario, sino que también esa pasión también la trasladó a sus estudios y a su profesión, recibido como Licenciado en Musicoterapia.

Hoy, como profesional, nos visitó nuevamente en El Nuevo en Radio para contarnos en que consiste su trabajo, directamente relacionado a mejorar la calidad de vida de las personas.

“Soy Licenciado en Musicoterapia, que es una disciplina que usa a la música como una herramienta o un agente terapéutico para perseguir objetivos que están vinculados con la salud y el bienestar de la persona que participa de un encuentro o una sesión“, contó Santiago en la mañana de Radio Rojas.

Diferenciar musico terapia de una clase de música

El profesional explicó que “cuesta muchas veces diferenciar lo que es la músico terapia y una clase de música, porque una cosa es enseñar formalmente música, cuyos objetivos son pedagógicos y educativos, y otra cosa diferente es la utilización de la música, sus elementos, las canciones, los instrumentos, para lograr objetivos trazados particularmente con cada paciente o cada grupo con el cual se trabaja“.

“Se puede trabajar de manera individual o grupal, en lo individual se suele trabajar en consultorios, mientras que la inclusión laboral de un músico terapeuta se da en instituciones que trabajan la salud mental, y la modalidad de ese tipo de instituciones es grupal, como por ejemplo el Hogar de Ancianos Municipal, donde justamente me desempeño, donde hay treinta personas que viven“, señaló.

Apuntó que “la sesión depende de los objetivos que uno tenga o lo que se venga trabajando, por ejemplo en un encuentro grupal en el Hogar el trabajo está más atravesado por las características propias de la población, donde en este caso los objetivos tienen que ver con la identidad, con las pérdidas, los duelos, no solo la pérdida de uno de sus pares, sino también con la pérdida de funciones, de autonomía, y las actividades que hacemos las pensamos del lado de componer canciones, venimos haciendo un cancionero, trabajamos temáticas, como por ejemplo la vida rural, donde cada uno cuenta su experiencia, y después vamos a canciones que nos lleven a eso“.

Destacó que “la música tiene algo que nos atrae, por un lado desde los instrumentos, de hecho tengo un buen bombo legüero, una guitarra, un metalofón, que convocan más allá del diagnóstico, llaman la atención, entonces cuando el chico se acerca lo acompaño a tocar, miramos como suena, vamos generando un vínculo“.

“En el caso del autismo hay chicos que son hipersensibles al sonido, hay otros que no tanto, y dentro de ese gran espectro encontramos varias diferencias en las características, donde hay algunos que tienen más desarrollada la cuestión de la hipersensibilidad, otros que se recluyen, otros que toman un objeto predilecto y lo usan a manera de descarga, y desde todos esos ámbitos tratamos de generar un espacio donde ellos se puedan abrir y compartir“, explicó Santiago Boscacci.

El Licenciado explica como es ese primer contacto con la persona o la familia que requiere de su intervención: “Siempre con el paciente planteo un primer encuentro desde el conocimiento, de que ellos conozcan el espacio, los instrumentos, que la familia me conozca, que sepan que no es una clase de música, que es algo que incluso lo voy aclarando cuando el proceso va más adelante, no es que los chicos vienen a tocar la guitarra, ni van a salir tocando un instrumento, quizás si pueden salir con algún interés, sino que es un proceso en el cual buscamos avanzar dentro de esos objetivos que nos planteamos“.

“La evaluación del avance de cada proceso lo va dando la práctica misma y el contacto con otros profesionales que trabajan con esos niños o niñas, pueden ser psicólogas, psicopedagogas, acompañantes terapéuticos, los docentes, o los directivos de la escuela, y otra forma de evaluar, por ejemplo, es a través de ver como va usando el instrumento, si lo usa como una descarga, como eso puede ir cambiando, si es que me mira cuando toca el bombo, si sigue el ritmo cuando tocamos la guitarra, si me está escuchando“, señaló.

Santiago manifestó: “Siempre me gustó la música desde chico, me regalaron una guitarra a los 8 años, a los 13 formamos una banda con algunos amigos, con Eze Evangelista y Santiago Maggiolo, y al momento de irme a estudiar, leyendo un libro de Luis María Pesceti, que es un compositor de música infantil que me gustaba, veo en la solapa que él era músico terapeuta, así fue que me llamó la atención.

“No tenía bien en claro hasta donde iba a llegar porque definir la musicoterapia es difícil, sin embargo hubo una sucesión de hechos fortuitos que me llevaron a este lugar, por un lado claro que es el gusto por la música, escuchar discos, es algo que genera un gran impacto en lo personal, y me fui dando cuenta en estos años que también puede generar un impacto en otras personas, sea cual sea su condición o la problemática que atraviesa“, expuso.

Acerca de su tarea con los adultos mayores contó: “En el Hogar el repertorio es totalmente diferente, aparece otra música, hay mucho tango, milonga, ritmos que no estamos tan acostumbrados, y también va apareciendo el contenido de las letras, como Paisaje de Catamarca, que nos traslada a diferentes imágenes y a la vez nos abre un camino para dialogar sobre los pueblos de la zona, por los lugares donde ellos transitaron“.

“Se escucha la propia historia de cada uno, ellos se cuentan sus historias, y a todo eso lo transitamos a través de la música, que en definitiva es algo que nos atraviesa a todos, por eso podemos escuchar temas infantiles, los temas de las publicidades, y me pasó algo fantástico con el tema de la marca Marolio, que la cantamos con chicos de 12 años y ellos saltaban y jugaban, y después hicimos una actividad en el Hogar y todos la conocían, fue algo fabuloso, es indudable que han logrado atravesar generaciones con eso“, agregó.

El trabajo en la Escuela Especial

Por otro lado, habló de su experiencia como profe en la Escuela Especial 501: “En la Escuela Especial trabajé como profe de música, haciendo una suplencia hasta mediados de año, fue también un desafío para mi, con un grupo de varios chicos y chicas, con objetivos pedagógicos, así que tuve que ajustar cada una de las clases, pensar los contenidos, fue algo muy enriquecedor.

El proyecto que presentaron en Feria de Ciencias: “Con un grupo comenzamos a trabajar sobre las cualidades del sonidos, los graves, los agudos, los cortos, los largos, los suaves, y ponía como ejemplo los sonidos que se escuchaban en la escuela, por ejemplo el de una persona que cortaba el pasto en la plaza, el de la clase en un aula de al lado, y así surgió la pregunta Cómo suena nuestra escuela“.

“Allí empezamos a trabajar sobre la identidad de la escuela, así que con un grabador tomamos los sonidos de los diferentes espacios, en el aula, en la cocina, en el baño, en el SUM, que es grande y tiene un eco, en el patio, y se armó el proyecto que presentamos en la feria de ciencias, así que hicimos como un audio que reproducimos con los sonidos de la escuela y con las preguntas que nos habíamos hecho“, explicó.

“La Escuela Especial, si bien no es un espacio terapéutico, recibe a un montón de chicos y chicas que necesitan de cierta sensibilidad a la hora de trabajar, es una experiencia que la valoro y que me permite ir diversificando mis posibilidades de trabajo y sobre todo desde el conocimiento, y por supuesto que lo tomo con algo enriquecedor, es bárbaro ver como vamos atravesando por la vida de una persona, por diferente que sean sus características, a través de la música, que es justamente lo que a mi me apasiona desde chico“, finalizó Santiago, el músico que combina su pasión por el arte y el bienestar de las personas.

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