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Patricia Bullrich le declara la guerra a los gremios con un comando para frenar bloqueos
Luego de poner en marcha el protocolo antipiquetes, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, lanzó una nueva medida que busca controlar las protestas y movilizaciones. Esta vez le apunta directamente a algunas medidas de fuerza tomadas por distintos gremios en los últimos meses. Nace el comando antibloqueos.
El nuevo organismo fue creado este mismo viernes a través de la Resolución 893/24. Se trata del Comando Unificado de Seguridad Productiva que tendrá el «objetivo específico de ejecutar tareas destinadas a la prevención y control del orden en los enclaves productivos del país». El nuevo organismo estará conformado por las cuatro fuerzas federales (Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Aeroportuaria) y por los representantes de los cuerpos policiales de las provincias que se sumen.
La norma firmada por Bullrich invita a los ministros provinciales de Seguridad a designar un representante para que se sume al flamante comando. Sin embargo, la máxima autoridad será la ministra de Seguridad que «tendrá a su cargo la conducción de los cuerpos policiales y las fuerzas de seguridad afectadas al operativo».
Tras crear el protocolo antipiquetes, Patricia Bullrich lanza el comando antibloqueos.
Esta idea surgió por «graves hechos de violencia, bloqueos e impedimientos por medios ilícitos» registrados en algunas zonas portuarias o productivas. Particularmente, la Resolución nombra a Bahía Blanca o Vaca Muerta, pero no da más detalles de esos supuestos «graves hechos». Según se indicó, durante esos episodios hubo «peligro colectivo a la vida, la libertad y el patrimonio de los habitantes y de las empresas o libre circulación de los trabajadores y de su actividad productiva».
En ese contexto, las autoridades libertarias consideraron necesario formar un comando unificado que se aboque «al despliegue territorial de tareas destinadas a la prevención y control del orden urbano para zonas de alta productividad». Se trata de una iniciativa que impacta directamente en la actividad gremial, sobre todo en las medidas de fuerza, por lo que es de esperar que los sindicatos pongan el grito en el cielo.
