En el dia del seguro

Oscar José Caselgrandi, con cuarenta años en los seguros

 

Los seguros son un instrumento de larga historia que se ha ido moldeando a los usos y costumbres de los tiempos y las demandas de los clientes – Un mercado con muchas alternativas, que Caselgrandi, con más de cuatro décadas en la materia, analizó para nosotros en El Nuevo en Radio

 

En la época de la creciente expansión europea, cuando comenzaban a consolidarse los valores de la Modernidad y el comercio marítimo vivía su esplendor, surgió la iniciativa, ya con las primeras autoridades criollas, de crear en el territorio nacional un banco de descuentos y una compañía de seguros.

Así nació en el país, a instancias del Primer Triunvirato (1811-1812), una actividad económica pensada para la protección del patrimonio y para otorgar, de ese modo, cierta tranquilidad frente a las eventualidades. Un decreto de la Superintendencia de Seguros de la Nación -el 24.203-, firmado el 8 de septiembre de 1944, estableció como “Día del Seguro” el 21 de octubre, en conmemoración, justamente, de aquella medida gubernamental de los primeros tiempos patrios. Y hoy, el sector integrado por numerosas empresas, lo celebra ya con un enorme desarrollo, porque la contratación de un seguro es parte de la vida cotidiana de la mayoría de la población.

Con el transcurso de las décadas, después de aquella primera experiencia de principios del siglo XIX, lo que comenzó como una herramienta para el cuidado del ir y venir de la marina mercante fue creciendo, pues se amplió la actividad con la fundación de numerosas compañías aseguradoras y el abanico de servicios se desplegó para la cobertura de las más diversas situaciones.

En la actualidad, la póliza más masiva sea, quizás, la de los automóviles, puesto que no sólo se trata de un bien de elevado valor que es necesario proteger ante cualquier accidente o robo sino que además, por razones legales, es obligación contratar un seguro de responsabilidad civil: no se puede circular en coche u otro vehículo que utilice la vía pública si no se acordó con alguna firma uno de los llamados “contra terceros”.

Pero existe, como se dijo, una variada gama de prestaciones: seguros del hogar, de riesgo de trabajo, de retiro, contra incendios y granizo, de cobertura de extracciones ilícitas en los cajeros automáticos, de celulares, mascotas, bicicletas y monopatines, entre otros. Hay, en rigor, contratos para todas las necesidades.

Como se ve, los seguros son un instrumento de larga historia que se ha ido moldeando a los usos y costumbres de los tiempos y las demandas de los clientes y existen los de capitalización, pero también a corto plazo y a un tiempo más largo.

En líneas generales, se explicó desde el sector, está instalada la idea de que los seguros son recursos de los que disponen las personas individuales, las familias y las empresas grandes y pequeñas para proteger sus bienes. Sin embargo, no es sólo esa función la que cumplen, porque son, además, clave para potenciar la economía de una sociedad país, ya que minimizan los riesgos y colaboran con el desarrollo de la comunidad.

En agosto de 1959 se creó la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros (AAPAS) -anteriormente conocida como Institución de Productores Asesores de Seguros-, organismo que nuclea desde entonces a los profesionales matriculados que asesoran y comercializan este tipo de contratos.

Entre los principales objetivos de la asociación se encuentra la promoción de los productores y la importancia del rol que cumplen. La entidad resalta, en ese sentido que, como otras actividades de cierta complejidad, el seguro necesita de un profesional en el asesoramiento y la comercialización.

Cabe mencionar que, en un hecho sin precedentes, dado que no existía la costumbre de hacerlo, los y las profesionales locales del rubro asegurador se reunieron este jueves en el marco de un encuentro de camaradería en Punto 188. En ese contexto, entrevistamos en El Nuevo en Radio a un veterano del rubro a nivel local, como lo es Oscar José Caselgrandi.

“Por primera vez en la historia tuvimos un encuentro con los colegas de Rojas, donde nos juntamos todos, ya que antes de la pandemia hubo una iniciativa de mi parte de hacer un grupo para estar comunicados, consultarnos cosas, porque a veces teníamos que ir uno por uno por cualquier inquietud, así que formamos el grupo y realmente dio satisfacciones porque se utiliza bien para la actividad”, indicó en el aire de la FM92.5 Caselgrandi.

Respecto de la incidencia de las restricciones por la pandemia de coronavirus en la actividad, Caselgrandi comentó que “la pandemia sirvió para aumentar un poco más el trabajo a distancia, por ejemplo en el tema de inspecciones, porque al día de hoy los viajes de inspección se hacen cada vez menos, ya que se hace mucho más a través de fotos, videos. Sin dudas que se sufrió como todos los sectores, pero de a poco se fue acomodando. Quizás no se sufrió tanto como otros sectores, porque los autos, después de quince días, siguieron circulando, y las compañías se acomodaron en ser más permisivas en algunos casos, pero el riesgo existe siempre”.

En cuanto a su trayectoria profesional, indicó que “hace más de 40 años que estoy en el rubro del seguro o sea que las vi todas, he visto caída de compañías y muchas cosas más, ya que estoy desde el año ‘77, toda una vida en esto”, y opinó que “al día de hoy las dificultades están en el mercado asegurador, como en todo rubro. Sin dudas que se sufre una realidad que no es fácil, y en el caso de los automotores que es lo que más maneja y en la cartera de todos nosotros habrá un 70 u 80 por ciento que es automotor. Después hay combinados, integrales, ART. Pero el grueso es automotor, y en este marco hay una distorsión de valores porque el usado tiene un precio más caro que el cero en algunos casos, pero lo que pasa es que el cero después no se entrega, y el usado sube y por lógica las pólizas tienen que subir y la gente lo sufre”.

Respecto de la utilización de las pólizas de seguro como una forma de preservar bienes y hasta la propia vida de las personas, en nuestro país, Caselgrandi reflexionó que “de a poco se va acrecentando esa costumbre de ir cubriendo los riesgos, pero todavía nos falta en muchos rubros. Mientras tanto de a poco va aumentando el tema del seguro de las casas, de los comercios, se va tomando conciencia de que, con no tanto dinero, con una cuota no muy alta, te asegurás el techo de tu casa, tu vivienda. Más allá que te pueda cubrir un televisor u otro elemento, siempre hago hincapié en el seguro de las paredes, del edificio, porque llega un momento en que puede suceder una desgracia y como hacés para recomponer todo eso, y de a poco vemos que la gente se va acercando, aunque todavía falta, sobre todo si nos comparamos con otros países”.

En cuanto a la situación particular en la materia de nuestro distrito, Caselgrandi dijo que “Rojas es una ciudad en la cual el mercado está desparramado, pero igualmente siempre hay que ir ofreciendo. La gente pregunta precios, no por nuevos, sino cuando tiene que renovar, así es que averigua y lo hace con mucha razón porque cada uno defiende su dinero. Siempre tenemos consultas de gente que lo tiene en otro lado y quiere ver si lo puede cambiar o sigue donde está, y después está nuestro trabajo en ofrecerlo”.

“Creo que a todos los que estamos en el rubro nos ha ido bien este año, de hecho lo charlábamos en la reunión del jueves, y más allá de las dificultades creo que ha sido positivo, entendiendo que nosotros somos receptores de problemas, ya que, cuando nos van a ver es porque tienen alguna dificultad de siniestro, y para por nuestro trabajo solucionarlo. Particularmente no hay quejas, tampoco se puede aumentar mucho por como están las cosas, pero ya con mantenernos estamos bien”, comentó luego.

Es que, afirmó, “el trato personal que nosotros ofrecemos, los productores, no lo puede igualar ningún banco, ninguna tarjeta de crédito, ni nadie que te venda un seguro. Eso para la gente es muy importante, que tengan con quien hablar, porque si no llamás a un teléfono y tienen que empezar a marcar números, cuando acá golpean la puerta y hablan directamente con el productor que eligieron, se encuentran y hablan, y eso a la gente la gusta, el contacto personal no lo van a poder igualar con nada, por más que te ofrezcan el oro y el moro sobre todo en el interior, más allá que el mercado sea tendiente a otra cosas. Así que mientras pueda seguiré, obviamente con menos intensidad que antes porque tengo a mi hija que sigue mis pasos, o sea que por suerte tengo la fortuna que ella me pueda ayudar. Mientras tanto por ahora no tengo pensado retirarme”

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