La presidenta de la asociación civil Grupo Esperanza habló con este diario respecto a las novedades del Taller Protegido
Como hemos informado, tras la asamblea general ordinaria realizada hace algunas semanas, Norma Piedecasas es la nueva presidenta de la comisión directiva de la asociación civil Grupo Esperanza que, como se sabe, es la entidad que gestiona el Taller Protegido de Rojas.
Piedecasas es acompañada por un grupo de dirigentes que se incorporan a la institución, como también permanecerán en otros cargos miembros de la directiva anterior. En todo caso, en estos días se estuvo realizando la correspondiente distribución de cargos, quedando la comisión de la institución conformada de la siguiente manera:
-Presidenta: Norma Piedecasas.
-Vicepresidente: Guillermo Berruti.
-Tesorero: Fabio Ángel Ravagnan.
-Protesorero: Martín Berardo.
-Secretario: Juan Paulo Górriz.
-Prosecretario: Salvador Berruti.
-Vocales titulares: Sara Pajón y Yesica Palazzesi. Suplentes: Marisa Rivas y Claudia Bonjour.
-Revisores de cuentas titulares: Marcela Honold, Juan Ángel Luciani y Jorge Machado. Suplentes: Emilio Vega y Graciela Villada.
En ese cometido, Piedecasas explicó que la comisión del Taller Protegido tendrá la oportunidad de recaudar fondos este viernes, ya que la institución se encargará del serviciod e buffet en el marco de un espectáculo artístico previsto para ese día (ver info aparte en esta misma edición) en el Centro Cultural Ernesto Sábato. Por otro lado, destacó que la entidad está trabajando para incorporar una nueva trabajadora social, en reemplazo de Romina Dávila, y que la venta de los productos de la huerta del Taller sigue adelante sin novedades, al igual que las operaciones de gestión del servicio de estacionamiento medido.
“Estamos tratando de organizarnos y a la vez estamos organizando eventos para recaudar fondos y cancelar algunas deudas. Hay que poner las cosas al día y eso cuesta y, de una forma u otra, nos lleva tiempo”, explicó, en diálogo con este diario. Por otro lado destacó que de momento el Taller cuenta con veinticinco operarios, en tanto hay cinco que cumplen pasantías. Además, invitó a los y las trabajadores/as sociales interesados, en concurrir a la sede del establecimiento. Explicó a ese respecto que se necesita este servicio de lunes a viernes, de 8.30 a 14.
Mientras tanto, cabe mencionar que está pendiente una reivindicación de larga data, que afecta a todos los talleres protegidos del país y, por supuesto, a todos sus operarios y operarias, y es la cuestión salarial. Es que, dicho en el marco de los fríos números, parece casi una burla, considerando el costo de la vida en la actualidad: los operarios reciben un peculio de mil pesos por su trabajo. Esto es inaceptable: los operarios y operarias de los talleres protegidos son tan trabajadores como el que más, y ciertamente merecen acceder a un salario que se equipare al mínimo, vital y móvil. Lógicamente, este tema no se resolverá de un día para el otro, pero no estaría de más que los distintos organismos de gobierno, nacional, provincial y municipal, tomen nota de esta situación y, en lo que compete a nosotros, como comunidad, comenzar a empujar de abajo hacia arriba para que la reivindicación salarial que los operarios y operarias de los talleres protegidos necesitan y merecen, sea realidad en un plazo razonable.