Un estudio de Zuban Córdoba & Asociados indagó en el “vertiginoso” primer mes y medio de Gobierno de Javier Milei, dando cuenta de una estabilidad en los índices de aceptación, tras lo que fue la caída en la imagen personal del Presidente con el impacto de las primeras medidas económicas ni bien asumido. De todos modos, la mayoría de la sociedad consider que la administración libertaria-macrista va en la dirección incorrecta.
En concreto, el líder libertario conserva un 44,3 % de imagen positiva y la aprobación general de la gestión se ubica en 45,7 %, datos que cobran sentido a pesar de la pérdida de poder adquisitivo en estos 45 días, al considerar que casi la mitad de argentinos (45,9 %) cree que la mala situación económica que atravesamos hoy es responsabilidad del Gobierno de Alberto Fernández.
“Tanto durante la gestión del Frente de Todos como con la de Mauricio Macri advertimos en numerosas oportunidades la existencia de ‘consensos precarios’. Esto es, procesos de aceptación social sobre las gestiones en general o sobre medidas en particular que suelen ser efímeros y acotados en el tiempo. Sin embargo, los gobiernos actúan siempre como si esos consensos fuesen eternos o permanentes y abusan de ellos hasta desgastarlos, generando procesos agravados de colapsos de la confianza o credibilidad pública, que terminan luego afectando seriamente el resto de sus mandatos”, contextualizaron Gustavo Córdoba y Paola Zuban en su informe.
Acto seguido, dieron cuenta que “la existencia de consensos precarios son ya la regla y no la excepción en el sistema de gobernabilidad en Argentina. Los gobiernos asumen y consumen rápidamente el capital político inicial. Iniciando luego etapas de auténtica agonía política, donde todo se hace más difícil y cuesta arriba”.
Por otro lado, lo que podría catalogarse como “frame opositor” parece haber crecido a un ritmo moderado pero saludable.
Que el paro nacional de la CGT cuente en el estudio con un margen de diferencial positivo es una señal en ese sentido, sobre todo tomando en cuenta que los gremios eran de los actores públicos con peor valoración hasta hace meses.
Sin embargo, enfrentado a una oposición que aún carece de un liderazgo claro capaz de capitalizar los errores del Gobierno, las propuestas y dichos de Milei parecen gozar de un piso de 30 a 35 % de aprobación – el famoso tercio “núcleo duro”- con un techo aproximado del 45 %, dependiendo de los distintos temas.
Vale consignar que este estudio fue realizado en medio del proceso de confrontación entre el Gobierno nacional y las provincias, por lo que probablemente no hayamos llegado a detectar gran parte de las consecuencias de esa confrontación en la opinión pública. Pero las señales son preocupantes: un 58 % está en desacuerdo con la idea de que el ajuste lo paguen las provincias.
“La confrontación con las provincias sea probablemente, uno de los errores políticos más costosos para el gobierno de Javier Milei. La inmensa mayoría de los gobernadores en Argentina cuentan con grandes márgenes de imagen positiva en sus territorios. La legitimidad que tienen los gobiernos provinciales suele superar en creces a la legitimidad de las gestiones nacionales. Pensar que es buena idea confrontar con esas figuras, poniéndolas en la misma categoría de ‘casta’ que sirvió para confrontar con figuras nacionales mucho más desgastadas, es una maniobra peligrosa que puede poner al gobierno en una situación de debilidad inédita y les da a los gobernadores un halo de guerreros en defensa de sus provincias. Regalar capital político a los gobernadores no parece ser buena estrategia”, reflexionaron los consultores.
En cuanto a la Ley Ómnibus, apenas un 34 % de las personas está de acuerdo con la idea de aprobar sin más trámite el contenido del proyecto enviadol por el Gobierno de Milei al Congreso. Pero si sumamos el 17,5 % de quienes afirman que diputados y senadores deberían ponerle límites a Milei con el 46,7 % de quienes piden rechazar la ley, tenemos mas de un 64 % de personas que hoy tienen un perfil opuesto a la aprobación de las “Bases” oficialistas.
De todos modos, Milei tiene su “tercio núcleo duro” intacto, con una oposición fragmentada y con mucha responsabilidad de la crisis económica.
Pero también tiene una sociedad con derechos adquiridos sobre el papel del Estado en salud, educación, cultura, ambiente, derechos humanos, etcétera.
No obstante, es una sociedad fragmentada, dividida. Sigue tensionada por la polarización político/ideológica en la que las posiciones frente a uno u otro tema son extremas.
“Así las cosas, una de cal y una de arena para un gobierno que quizás deba ver sus propias limitaciones al momento de analizar y construir estrategias. Y seguiremos insistiendo, el camino es el consenso político y social”, completaron desde Zuban Córdoba & Asociados.
Imagen negativa
En cuanto a la imagen de los políticos, es dable mencionar que el líder de este lamentable escalafón es el expresidente Mauricio Macri, aliado de Milei, con un 63,4 % de rechazo, seguido por su antecesora en el cargo, Cristina Fernández de Kirchner (59,1 %) y el ministro de Economía, Luis Caputo (57,4 %).
Recién después aparecen la CGT (57 %), la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (55,3 %), el presidente Milei (55,2 %) y el ministro sin cartera y “cráneo” de la Ley Ómnibus y el DNU, Federico Sturzenegger (53,9 %).