La sanción de la Ley Bases fue el último acto de apoyo explícito del partido amarillo a La Libertad Avanza. Desde ahora, el macrismo comenzará a marcar diferencias con el oficialismo, para evitar que los libertarios terminen de robarle el voto de centro-derecha con la misma melodía que Cambiemos utilizó entre 2015 y 2019.
“Milei es como el Flautista de Hamelin que nos está sacando todos los dirigentes y robando votos con nuestra propia melodía”, les dijo Mauricio Macri, fundador del PRO a un reducido número de colaboradores con los que comparte charlas frecuentes en sus oficinas de zona norte. “Una vez aprobada la Ley Bases, tenemos que empezar a diferenciarnos de esta gestión desastrosa”, agregó.
Todo indica que el apoyo incondicional que el PRO le dio al oficialismo en la nueva votación de la Ley Bases y el paquete fiscal fue “el último gesto de amor” con el gobierno mileista. “Un punto de quiebre”, dicen en el círculo áulico de Mauricio, lo que le permitirá a la dirigencia amarilla adoptar criterios “distanciados” de las facetas que perturban al macrismo, como «el manejo de la política exterior o el laburo diario en los ministerios, que deja mucho que desear».
La realidad del PRO hoy muestra una grieta de difícil reunificación entre los dos sectores predominantes: mientras el macrismo puja por despegarse de La Libertad Avanza, el bullrichismo se mimetiza con el oficialismo y busca fusionarse con el espacio de Javier Milei.
A principios de esta semana, interna se recalentó cuando Bullrich tomó la decisión de echar a quien era su segundo funcionario en jerarquía, Vicente Ventura Bareiro, ex viceministro de Seguridad, un dirigente de extrema confianza de Cristian Ritondo. Además de despedirlo de la cartera, la ministra lo denunció ante la Oficina Anticorrupción, por su supuesta responsabilidad en una licitación opaca, que tenía como fin la compra de alimentos para distintas áreas del servicio penitenciario federal.
“Patricia sobreactúa la lucha contra la corrupción sin recordar que nosotros la conocemos bien y antes de meterse con Tito, tendría que investigar la compra de las lanchas de Prefectura durante su anterior gestión en Seguridad y preocuparse por los antecedentes nazis de su Jefe de Gabinete”, le dijo a Data Clave un dirigente que formó parte del entorno más próximo de la actual ministra mileista.