Mientras algunos analistas no descartan una posible suba de tasa para volver a contener la inflación, los ahorristas mostraron la toma de decisiones de corto plazo a la hora de elegir en dónde colocar sus pesos.
A la espera de un nuevo dato de inflación que podría volver a dar en torno al 6%, las colocaciones de plazo fijo mantuvieron la misma tendencia que en enero: a la espera de las próximas decisiones que tomará el Banco Central.
Mientras algunos analistas no descartan una posible suba de tasa para volver a contener la inflación, los ahorristas mostraron la toma de decisiones de corto plazo a la hora de elegir en dónde colocar sus pesos.
Según la consultora LCG, el 88,4% del total de los plazos fue confeccionado por un período de tiempo menor a los 60 días. Actualmente, el plazo promedio de las colocaciones a plazo se encuentra en los 53,4 días. De acuerdo al informe, salvo dos meses de intermitencia «los plazos fijos minoristas se vienen contrayendo en términos reales desde octubre 2022».
En tanto, los depósitos en pesos registraron una leve baja en febrero respecto al mes anterior, se profundizó la caída de los préstamos con un descenso mensual del 2,3%, según un informe de LCG.
Los depósitos en pesos del sector privado se mantuvieron prácticamente en los mismos niveles respecto a enero (-0,3% mensual real), marcando un leve crecimiento en términos anuales de 2,1%, continuando con la dinámica positiva desde el mes de enero.
«Al interior, los depósitos a la vista se incrementaron a una tasa del 3,7% mensual real, producto de un aumento conjunto tanto de las cuentas corrientes como de las cajas de ahorro (4,1% y 3,4% mensual real, respectivamente)», señaló la consultora en un informe.
Asimismo, se observó por séptimo mes consecutivo una contracción en términos anuales del 2,2% en febrero, desacelerando más de 8 puntos porcentuales respecto a enero.
En tanto, luego del crecimiento del mes de enero, las colocaciones a plazo volvieron a caer anotando una tasa de -2,3% mensual real en febrero.
La dinámica del mes estuvo motivada por las colocaciones mayoristas que cayeron 2,5% mensual real como también por las minoristas con una merma del 1,5% mensual. En cuanto a las colocaciones mayoristas, que desde enero venían creciendo, empezaron a exhibir caídas reales tanto en diciembre como febrero.
¿Qué puede pasar con el dólar?
Las miradas hoy están puestas en el dólar y en las decisiones del Banco Central. Teniendo en cuenta el mes estable que vivieron los dólares paralelos, no se descarta que en marzo y abril la dinámica pueda cambiar por varios factores: el primero, la capacidad del Banco Central de acumular reservas y, en segundo lugar, la dinámica inflacionaria.
«Esto, en conjunto con los 11 meses ininterrumpidos de caída de los depósitos en cuenta corriente, reflejaría cierta merma en la demanda de pesos, lo que podría tener efectos sobre la brecha cambiaria», subrayó LCG.
En contraposición a los depósitos a la vista, las colocaciones a plazo crecieron 14,3% anual real. Respecto a las colocaciones en moneda extranjera, estas prácticamente se mantuvieron sin cambios, con un incremento de solo u$s1.000.000, manteniéndose en los u$s16,4 millones, donde el 77% se encuentra a la vista.
Préstamos
Por otro lado, tras la caída de enero, los préstamos en pesos volvieron a contraerse y lo hicieron a una tasa del 2,3% mensual real.
También, según LCG, cayeron 14,6% en términos anuales, desacelerando en 0,8 puntos porcentuales respecto a la tasa observada durante el mes anterior.
«Todas las categorías volvieron a caer respecto al mes previo, destacándose los préstamos a las empresas que cayeron 1,4% real, impulsados por un caída de los documentos del 2,6% mensual real», precisó la consultora. En términos anuales, se contrajeron por quinto mes consecutivo, con una tasa del 11,6% real, 1,9 puntos porcentuales menos que la contracción de enero.
Por su parte, los créditos al consumo volvieron a caer por segundo mes consecutivo y lo hicieron a una tasa del 2,7% mensual real.
«Esta caída se explica por la contracción en el financiamiento por tarjetas de crédito del 4% mensual real, casi 3 puntos porcentuales más que la variación de enero», afirmó LCG.
En lo que respecta a los préstamos personales, cayeron a una tasa del 0,2% real mensual, siendo febrero ya el mes número 14 de contracción.
En términos anuales, los préstamos al consumo marcaron una caída del 15,4% real, invariantes respecto a lo que marcó enero.
Perspectivas
«Es de esperar que los depósitos a la vista continúen evolucionando por debajo del nivel de precios de la economía, en tanto que los depósitos a plazo pueden verse impactados negativamente ante una eventual pronunciación de la brecha cambiaria», consideró LCG.
«En relación a los préstamos, un escenario de menor actividad como el que esperamos para el año en curso tendrá un correlato directo sobre la dinámica de créditos», precisó.
«Sobre esto se suma un costo de financiamiento más elevado y restringido producto de una tasa de interés elevada y la incertidumbre de un año electoral», agregó.
«Durante el año podrían observarse períodos con una mejor dinámica producto de políticas aisladas de fomento al consumo como el Ahora 30», concluyó la consultora.