El profesor de la Escuela Secundaria 3, profesional de la arqueología, encabezó la salida educativa que realizaron los estudiantes de dicho establecimiento educativo al campo de la familia Del Solar Dorrego, experiencia que compartieron con alumnos del Centro Educativo Amanecer y la organización Legión AMC Detectives. Contó detalles de la misión.
Dando continuidad a un proyecto que comenzó hace varios meses y que tiene como objetivo indagar en diferentes períodos de la historia de nuestro país, más precisamente en hechos que han ocurrido en la región, el profesor de la Escuela Secundaria Nro. 3 “Marie Curie”, Franco Abbatángelo, profesional de la arqueología, encabezó una nueva misión a la zona rural del distrito, acompañado de estudiantes de dicho establecimiento y también del Centro Educativo Amanecer, sumándose además la reconocida organización Legión AMC Detectives.
En esta oportunidad la delegación partió hacia las hectáreas de la familia Del Solar Dorrego, donde realizaron una recorrida que se extendió por toda la jornada, realizando un trabajo de campo, buscando objetos y poniendo el foco en lugares que despertaron la curiosidad de los participantes de la expedición.
Los ejes del proyecto
En diálogo con El Nuevo en Radio el arqueólogo dio detalles de la salida educativa: “Esto se encuadra en un proyecto que lo llamé “Arqueología Pedagógica“ y que fue tomando forma este año, que ya tuvo algunas experiencias previas en el país, pero no se ha realizado de manera sistemática, y en este caso se me ocurrió porque como antropólogo también he estudiado mucho el sistema educativo mundial y he visto que hay una regla general que es una de las instituciones que más expone un estado de crisis en lo que va del siglo XXI”.
“Este carácter mundial evita buscar culpables en las cuestiones políticas cercanas, porque no es una cuestión de un país en particular, de hecho cuando leemos pedagogos de otros continentes ve que se manifiesta sobre todo por los cambios culturales que se han dado y también en lo que es la consistencia de dos modelos”, explicó.
Franco Abbantángelo comentó que “en base a la primera experiencia que tuvimos este año, que no fue planeado como algo a largo plazo, sino como salida única que fue llevar a los chicos a Pavón, vi que los resultados fueron bastante más positivos de lo que yo esperaba, primero porque era una zona sin cobertura de celular y los chicos tuvieron que comunicarse entre ellos y participar activamente de las acciones que se fueron dando“.
“La familia Del Solar accedió rápidamente a nuestro pedido, aunque costó un poco el tema de la organización porque hubo que articular muchas instituciones, por un lado la Universidad de Rosario por el tema de los permisos, lo mismo de la Escuela Secundaria 3, el Taller de Educación Complementaria Amanecer, y además estuve hablando con un grupo de detectoristas de Rosario y Pergamino, y la empresa a la que ellos representan accedió gentilmente a financiar parte de esta experiencia“, señaló.
La llegada al campo
“Alberto (Del Solar Dorrego) nos estuvo contando un poco la historia familiar como de las ruinas que hay en el lugar, y nuestra hipótesis era que se trataba de una antigua aduana de carretas, que ahora lo estamos investigando por no hay demasiada información al respecto. Después estuvimos junto a los detectoristas, que nos enseñaron a manejar los instrumentos y pudimos prospectar un poco la zona“, detalló.
Sobre los abordajes que realizaron previo a la salida indicó que “sabíamos que en ese puesto que es El Clavo, fue donde se capturó a Manuel Dorrego en 1828, antes de su fusilamiento, lo que dio inicio después a la guerra civil entre unitarios y federales”.
“Encontramos mayormente elementos relacionados a la vida agrícola pero más contemporáneo, porque no hicimos una excavación demasiado sistemática ya que la intención era ver como metodológicamente se lleva adelante una excavación, en tanto si observamos restos de lo que creemos que puede haber sido una antigua puerta”, manifestó.
Franco Abbatángelo apuntó que “por cuestiones de permisos el material lo dejamos enterrado, ya que los arqueólogos no tenemos la potestad ni la prerrogativa de decidir donde ir ni autorizar a otros a ir a tal lugar, no somos más que empleados del estado, que es el que otorga los permisos.
Siguiendo con los detalles de la misión indicó que “de la Secundaria 3 fueron seis alumnos y tres del Taller Educativo Amanecer, acompañados por sus padres, además estuvieron dos detectoristas y una licenciada en comunicación que fue la que se encargó de hacer el trabajo audiovisual que luego se subió a las redes“.
“Lo más relevante de la actividad fue que los jóvenes pudieron ver como se lleva adelante un trabajo de investigación, porque los chicos hasta ahora solo lo podían realizar agarrando un libro y siguiendo el proceso ya realizado, y costaba visualizar que detrás de todo dato, sea en la ciencia que sea, hay todo un proyecto de investigación, de hipótesis y contrastación de hipótesis“, destacó.
Nuevos caminos que se abren
En este plano apuntó el docente que “el proyecto es bastante más abarcativo y deviene de una juntada que habíamos armado con los mismos chicos de las dos instituciones, que fuimos al grupo Amanecer que nos cedió el instrumental de laboratorio y una de las monedas arqueológicas del sitio Loma Negra, aplicando limpieza con ácido y el principio de Arquímedes, descubrimos que era falsa“.
“Eso abrió un nuevo campo de conocimiento de como era el tránsito de la falsificación de moneda de la época virreinal, porque esa moneda era una carola de la época colonial. Eso se envió a la universidad y se publicaron artículos, pero es como que acá no resonó demasiado, cuando los chicos realmente formaron parte de un descubrimiento que es bastante significativo, porque fue la prueba de la falsificación de monedas en aquella época“, explicó.
Comentó además que “estuvimos durante la mañana hasta la tarde, fue una jornada de muchas charlas sobre la historia del lugar, también de la historia de Rojas, del trabajo con los municipios, porque es un sitio que está justo en el borde entre Salto y Rojas, así que también nos pusimos en contacto con la Municipalidad de la vecina ciudad como para preservar ese lugar“.
“Estuvimos prospectando los materiales, tomando fotos, mediciones, porque encontramos muchas balas, elementos que luego los dejamos donde estaban, pero si pudimos hacer investigaciones posteriores, donde pudimos saber que las balas son de mediados del siglo XX, con lo cual no se encontró ningún material que sea significativo de aquellas cuestiones culturales que se le atribuyen“, relató.
Retomando los proyectos para lo que queda del año y el ciclo próximo sostuvo en el cierre de la charla que “la idea es pedir al estado provincial los permisos para excavar el sitio de La Horqueta en este puesto de aduanas y también en el antiguo Fuerte de Salto, que también será algo innovador arqueológicamente”.
“Más allá de que la arqueología de fortines ya está muy instalada en el país, la mayoría son fortines del siglo IXX, mientras que en esta región ya había fortines a mediados del siglo IIXX, o sea que no se ha excavado algo tan antiguo, y de nuestra parte como del lado de las escuelas de Salto hay mucho interés en hacerlo“, completó.




