OMAR FRONTERA HABLÓ AL RESPECTO DEL TEMA

Los aumentos en las tarifas de la luz generan preocupación

El aumento contemplado se encuentra regido por la resolución 477/23 referida al Valor Agregado de Distribución dispuesta por el Gobierno Provincial, y por la 734/23, (obre el incremento del costo mayorista de la energía y quita de subsidios dispuesta por el Gobierno Nacional – El impacto en consumos residenciales es en muchos casos muy duro

 

Con visible preocupación los rojenses, al igual que los bonaerenses en general, como veremos luego, afrontamos los vencimientos de junio de los servicios esenciales con fuertísimos aumentos, especialmente en la energía eléctrica.

El aumento contemplado se encuentra regido por la resolución 477/23 referida al Valor Agregado de Distribución dispuesta por el Gobierno Provincial, y por la 734/23, (obre el incremento del costo mayorista de la energía y quita de subsidios dispuesta por el Gobierno Nacional.

Estos aumentos son impulsados por el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires, para los consumos registrados a partir del 12 abril de 2023.

Teniendo en cuenta esto, desde la Federación de Cooperativas de Prestadores Eléctricos de la Provincia de Buenos Aires (APEBA) iniciaron una campaña para incentivar a sus usuarios a anotarse en el programa de subsidios a partir del bajo número de inscriptos (a fines de mayo el 40% de los usuarios bonaerenses no había tramitado la segmentación).

Hay que tener en cuenta que todas las categorías de usuarios percibirán el aumento correspondiente al Valor Agregado de Distribución, aunque la quita de subsidios se realizará de acuerdo a los niveles de segmentación en los que fueron encuadrados los usuarios.

En tal sentido, dichos aumentos impactarán especialmente en los usuarios que por la segmentación tarifaria fueron categorizados dentro del Nivel 1 -mayores ingresos- con quita plena de subsidios.

Los usuarios del Nivel 3 -ingresos medios- mantendrán una parte de la tarifa subsidiada, pero sólo en el caso de no superar los 400 kWh mensuales que es el tope de consumo estipulado. Superado ese tope comenzarán a pagar la tarifa plena.

Al respecto, el gerente general de la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas, contador Omar Frontera, admitió ayer en El Nuevo en Radio la contundencia del incremento, que puede superar el 135 o 150 por ciento en algunos casos, y en los consumos residenciales van del 30 al 65 u 80 por ciento, aunque aclaró que el costo de las tarifas no es arbitrio de la cooperativa sino que es dispuesto por el ministerio provincial de Infraestructura y el Organismo de Control Eléctrico bonaerense.

En la misma línea que la APEBA, Frontera encareció a los usuarios que concurran a la sede de la institución para plantear las inquietudes que tengan respecto de su tarifas y, sobre todo, en caso de que la situación económica obligue a los usuarios a aqcumular facturas impagas, con el consecuente peligro del corte del servicio.

Además, recomendó a los usuarios consultar tanto personalmente en la CLYFER  como en la web de la institución o en la página oficial del OCEBA, si están incluídos en la tarifa social o eventualmente puedan acceder a tarifas subsidiadas.

 

UNA ASIMETRÍA QUE PREOCUPA

Lo cierto es que, en comparación con los ciudadanos de la CABA o de otras provincias, los bonaerenses pagamos elevadísimas tarifas eléctricas. Véase el siguiente informe:

Un hogar de altos ingresos destinará un promedio de $ 15.000 al pago de las boletas de luz y gas durante julio. Aunque representa una suba importante con respecto al año pasado, el desembolso que harán los argentinos de mayor poder adquisitivo por sus servicios públicos representa un 3,5% de sus ingresos. En sectores de menor poder adquisitivo, esa proporción cae: es entre 1,6% y 1,8% del RIPTE (el registro de ingresos).

Aunque subió el costo del gas y la electricidad para hogares de altos ingresos -ganan más de $ 500.000 mensuales, quieren acceder al dólar ahorro o no llenaron el registro de subsidios para solicitarlo-, siguen existiendo muchas disparidades entre las distintas jurisdicciones. Un hogar en Neuquén paga por la luz un 250% más que su equivalente -con los mismos niveles de consumo- en La Rioja.

Una casa en Tucumán paga una quinta parte de lo que abona ese mismo hogar en la mayoría del interior de la provincia de Buenos Aires en la boleta de gas.

Estas asimetrías tienen dos orígenes. En la distribución eléctrica, las provincias se manejan por su cuenta, pero el Gobierno nacional regula a Edenor y Edesur. De esa forma, las provincias fueron avanzando con sus distribuidoras a un ritmo diferente al de Buenos Aires. En el caso del gas, hay más de 30 tarifas diferentes en todo el país. Incluya zonas muy subsidiadas -como las patagónicas-, otras con fuertes descuentos (“zonas frías ampliadas”) y el resto del país.

Un hogar categoría R2 “2” (consumo medio-bajo) paga $ 3.500 en La Puna, en una concesión de Gasnor. En cambio, desembolsa casi $ 15.000 por ese mismo consumo en la mayor parte del interior de la provincia de Buenos Aires, abastecida por Camuzzi. Y eso que hay ciudades de la geografía bonaerense -como Bahía Blanca-, donde los hogares poseen descuentos importantes con respecto al resto del país.

Una vivienda en Tierra del Fuego -una de las provincias más frías del país- necesita $ 13.500 para pagar su boleta de gas, mientras que su equivalente en Tucumán requiere de unos $ 4.000. El promedio nacional de la factura de gas es de $ 6.800. En casi todas las provincias patagónicas abonan más (desde $ 7.000 hasta $ 13.000) en una boleta promedio de junio. “Las provincias patagónicas pagan por el gas siete veces menos que el promedio nacional. Pero aún así, como consumen 10 veces más que el resto del país, las boletas dan estos números”, explican en el Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-CONICET), que realizó este trabajo.

Una vivienda en Santiago del Estero -que consume 300 KwH mensuales, una suerte de promedio- destina $ 4.000 a ese servicio. En cambio, en Santa Fe, un hogar de las mismas características anda por los $ 12.000. El promedio país -siempre para usuarios de “altos ingresos- anda por los $ 6.800.

Parara explicar las diferencias entre Santiago del Estero y Santa Fe: los gobiernos de cada uno de esos distritos autorizaron diferentes niveles de aumentos a las distribuidoras de cada provincia. El costo por la electricidad que pagan es el mismo. Pero EPE, de Santa Fe, tuvo luz verde para ir aumentando las boletas a un ritmo parecido al de la inflación, mientras que a su par santiaguina le concedieron menos esa posibilidad.

Edenor y Edesur, que están reguladas por el Estado nacional, estaban muy lejos del resto del país hasta este año. Poseían las tarifas más bajas de la Argentina. Tras las recientes correcciones, quedaron con boletas que son parecidas al promedio nacional. Aún así, Catamarca, Chaco, San Luis, Córdoba, Misiones, Salta, Entre Ríos, San Juan, Mendoza, Río Negro, Jujuy y Neuquén tienen boletas más elevadas.

Un hogar de altos ingresos en Neuquén pagará $ 15.000 por su boleta de luz. Se trata de las provincias que es sede de las represas hidroeléctricas, que el Estado nacional busca recuperar tras el vencimiento de su concesión.

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