Por la sequía, el trigo tendrá su rendimiento más bajo en unos cuantos años.

La sequía pone en jaque al norte bonaerense: qué municipios pedirán la emergencia agropecuaria

Con la falta de lluvias en la mira, el lunes se reunirá la Comisión Provincial de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cedaba), conformada por representantes del Estado bonaerense y las entidades agropecuarias, para avanzar en las declaraciones de emergencia.

 

La lluvia que cayó días pasados sobre buena parte de la provincia de Buenos Aires, más allá de que aportó algo de esperanza a los productores agropecuarios, no logró hacer desaparecer el fantasma de la persistente sequía que amenaza al territorio bonaerense y que provocará, entre otras consecuencias, una fuerte caída en la producción de trigo, mientras que hay preocupación por los cultivos de verano. Así las cosas, el lunes –como adelantó DIB– se reunirá la Comisión Provincial de Emergencia y Desastre Agropecuario (Cedaba), conformada por representantes del Estado bonaerense y las entidades agropecuarias, para avanzar en la declaración de emergencia por sequía en los municipios que lo soliciten. El problema se concentra en el norte de la provincia y algunos partidos ya adelantaron que solicitarán la declaración, que fundamentalmente consiste en postergaciones o exenciones impositivas y en financiación especial a través del Bapro.

 

El ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, comentó en las últimas horas en Radio Provincia que “venimos periódicamente realizando reuniones de emergencia y en este caso en particular (NdR: por el encuentro del lunes) se van a tratar los temas de la condición de sequía”. Agregó: “Los niveles de precipitaciones, en los últimos tres meses, fueron considerablemente menores a los habituales y se afectaron los cultivos de invierno y la producción ganadera”.

 

La Cedaba “es de índole técnica pero también está conformada por representantes del ministerio, el Bapro y demás organismos del Gobierno bonaerense, y de las entidades”, aclaró Rodríguez. “Lo que hace es, en función de los pedidos de los municipios, avanzar en la declaración de emergencia de aquellos casos en los que efectivamente se constata esta situación”, añadió.

 

Según pudo saber DIB, al menos tres municipios confirmaron que solicitarán la emergencia por la seca: Junín, San Pedro y Baradero. En el primer caso, por ejemplo, la titular de la Federación Agraria local, Rosana Franco, alertó que “se acaba la reserva de forraje” y agregó que “no retoñan las pasturas”. “Es una situación que hace años que no se registra con tanto déficit de lluvia”, subrayó.

 

En tanto, otros partidos que también se encuentran en una situación difícil estarían viendo qué hacer, dado que la exención impositiva que implica la emergencia agropecuaria podría complicar las arcas municipales.

Impuestos y financiamiento

 

Rodríguez sostuvo que “la declaración de la emergencia refiere a un determinado momento y un determinado distrito. Esto tiene que ver con beneficios en materia impositiva fundamentalmente, tanto de postergación en los casos de emergencia o directamente exención. Ya hemos pasado por esto, y está previsto por la Ley de Emergencia Agropecuaria -10.390, de 1986-. Así, situaciones previas que atravesamos de altas temperaturas este verano pasado también generaron problemas en algunas producciones y a las herramientas que contempla la ley las hemos complementado con herramientas de financiamiento específicas para ese tipo de producción”.

 

Para llegar a esta instancia se precisan varios pasos. En principio, el intendente del partido debe dirigir una nota a la Cedaba. A esto debe agregarse un acta de la Comisión Local de Emergencia Agropecuaria con todos los detalles del caso: qué se solicita (Emergencia, Emergencia y/o Desastre, Desastre), el fenómeno que la motiva (sequía, inundación, heladas tardías, etcétera), y el período, si es para todo el partido, circunscripciones o individual.

 

También, un informe técnico de INTA, donde quede reflejada la situación por la que se efectúa el pedido, que puede incluir precipitaciones, situación hídrica, cursos de agua y caminos, afectación de los cultivos y de la ganadería, cantidad de productores afectados, superficie afectada, y demás.

Un ciclo complicado

 

El ministro, en tanto, resaltó que el ciclo 2021/22 fue “especial”: “En el último período en algunos lugares los niveles de precipitaciones se han reducido. En el oeste hubo precipitaciones importantes. Pero fue muy variado de acuerdo a los sectores y por más que llueva ahora los cultivos de invierno ya han sido afectados, sobre todo el trigo, y la preocupación es qué va a pasar con los cultivos de gruesa o de verano”.

 

“En los últimos días hubo precipitaciones y se esperan para este fin de semana. En el caso de los cultivos de invierno puede mejorar la condición y eso también lo estamos analizando, en otros casos sabemos que la afectación ya se ha dado”, aseguró el funcionario.

 

De hecho, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) volvió a recortar en las últimas horas la estimación de producción de trigo hasta los 13,7 millones de toneladas. Con esta cifra, la campaña de trigo descenderá 42% respecto a lo obtenido en la campaña 2021/22, cuando se recolectaron 23 millones de toneladas.

 

En la zona núcleo, la región que contempla el centro sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y una porción del sudeste de Córdoba los rindes se desplomaron en muchas localidades por debajo de los 20 qq/ha, cuando el promedio es de 50 qq/ha. Con esta revisión, la Bolsa también elevó a US$ 1.900 millones la pérdida que tendrá la economía argentina por la caída estrepitosa de la producción de trigo de esta campaña.

Trabajo “permanente”

 

Ahora, en cuanto a la siembra de la gruesa -girasol, maíz y soja- “las últimas precipitaciones le ponen mejores perspectivas”, aseguró Rodríguez. Agregó: “Venimos también trabajando en relación a esto, para por un lado transmitir la información que tenemos, brindar el asesoramiento técnico, el acompañamiento, y por supuesto también un monitoreo de la situación”.

 

“Es decir”, afirmó el ministro, “ya venimos trabajando de manera generalizada, que ante estos casos tratamos de generar un conjunto de baterías para poder garantizar fundamentalmente la continuidad de la producción, que los productores y productoras puedan seguir produciendo”.

 

En la misma línea, reconoció que “el sector agropecuario sufre las variaciones del contexto internacional, que se suman a la variante macroeconómica nacional y las condiciones climáticas. Por ello, es importante la presencia del Estado brindando estas herramientas”.

 

El lunes, entonces, se verá cuál es la lista completa de municipios que solicitaron la emergencia agropecuaria, para de esa forma afrontar la sequía que, a decir del INTA y del Servicio Meteorológico Nacional, es una de las más graves de la historia argentina. (DIB) MM

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