Este lunes, a través del decreto N°345/2024, el Gobierno estableció la obligatoriedad de la implementación de la receta digital para la prescripción de medicamentos, lo que permitirá ampliar y estandarizar las plataformas que ya funcionan en el sistema de salud.
De esta manera, el Ministerio de Salud de la Nación, que dirige Mario Russo, estableció que, con el objetivo de brindar mayor eficiencia y seguridad en el acceso a medicamentos y tratamientos, a partir del 1 de julio, la prescripción médica electrónica se convertirá en requisito obligatorio en todo el país.
Según la cartera sanitaria, la receta digital permitirá una mayor trazabilidad, desde la identificación del médico que prescribe, hasta el seguimiento y el control del tratamiento de los pacientes, al tiempo que se trata de un proyecto que incluirá la creación de un diccionario nacional de medicamentos.
“La receta digital es el medio obligatorio para la prescripción de medicamentos, órdenes de estudios, prácticas y cualquier otra indicación que los profesionales de la salud consideren pertinentes para sus pacientes, en todo el territorio de la República Argentina, en la medida en que las jurisdicciones locales adhieran”, detalla la normativa.
Es preciso mencionar que, la implementación obligatoria de la receta digital se trata de la reglamentación del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, que ahora lleva la firma del presidente de la Nación, Javier Milei, del ministro del Interior, Guillermo Francos, y del de Salud, Mario Russo.
Por caso, la receta digital obligatoria, que regirá a partir del 1 de julio, deberá coordinarse con las autoridades de cada una de las provincias y jurisdicciones, debido a que, en algunos casos, deberán promover legislaciones adicionales para alinearse a la nueva práctica.
Cabe destacar que, la normativa establece que, las plataformas tecnológicas previas para indicar receta digital mantendrán su validez, siempre que cumplan con los nuevos criterios señaladas en el decreto, mientras que, la venta y el despacho deberán realizarse en coordinación por medios electrónicos entre el farmacéutico responsable y el paciente.
De esta manera, gracias al uso de la receta digital, el Gobierno espera que, se facilite el flujo digital e integral de la información en el sistema de salud entre farmacias, hospitales, clínicas y otros centros de atención sanitaria, se eviten errores en la prescripción y la adulteración de recetas.