LA DRA. SARA SILVIA KOCHEN

“La ilegalidad sobre una planta sirve para fomentar el narcotráfico”

La reconocida neurocientífica, investigadora principal del CONICET y coordinadora de la Red Argentina de Cannabis Medicinal, además de realizadora audiovisual, viene de estrenar con notable suceso, junto a Emiliano Serra, “Cannabis Medicinal”, un lucido documental que aporta claridad sobre el uso del cannabis

 

Después de décadas de demonización en nuestro país, el cannabis llega a los cines locales con una producción que merece ser vista. Se trata de “Cannabis Medicinal”, el documental dirigido por la neurocientífica e investigadora principal del CONICET, Sara Silvia Kochen, que elaboró junto al director y montajista Emiliano Serra, estrenado la semana pasada con impactante suceso de público y crítica.

Cabe mencionar que la Dra. Kochen ofreció una entrevista exclusiva en Radio Rojas, para El Nuevo en Radio, que entregamos en su forma completa en este artículo, en tanto que también pudimos dialogar con Emiliano, en entrevista separada, que verá la luz en forma completa en próximas ediciones de esta columna.

La producción cuenta con los testimonios de distintas personalidades vinculadas al tema, pacientes y familiares de éstos, quienes comparten los beneficios de haber experimentado tratamientos en base a la famosa planta, con lo cual muchos iniciaron una búsqueda pero también una pesquisa sobre sus posibilidades en el campo de la salud. Desde el expresidente uruguayo Pepe Mujica hasta otros usuarios, científicos y profesionales son parte de este film que aporta luces sobre el consumo y el uso del cannabis.

La Dra. Kochen, además coordinadora de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial (RACME), explica que “empecé a relacionarme con la temática alrededor de 2014, pero siempre desde mi lugar de neuróloga. Luego lo conocí a Emiliano en 2020, porque yo estaba trabajando en un documental y él hacía lo propio desde la edición. Luego llegó la pandemia y surgió la necesidad de transformar esta compleja temática en una película, así que de nuestro interés por todo lo que sucedía alrededor de la planta y sus usos surgió el proyecto”.

«Con Emiliano estamos muy felices porque el documental superó todas las expectativas que nos imaginábamos, ha tenido una excelente repercusión y logramos lo que queríamos, que era que la gente que lo vea pueda informarse, pero que también se divierta, que se conmueva y se emocione. Vemos que la emoción y las sensaciones de quienes hablan trascienden la pantalla, y eso es algo que los espectadores perciben. Ojalá eso mismo pase a medida que siga trascendiendo en diferentes lugares del país, porque esa es la idea de cara al futuro», se entusiasma la científica, investigadora y realizadora, en El Nuevo en Radio.

-¿Cómo nace “Cannabis Medicinal”?

-El documental tiene un nacimiento un tanto desparejo. En el año 2015, en mi calidad de investigadora y neuróloga, invitada por diferentes madres de pacientes que tenían epilepsia y que  no respondían ante las terapias o medicinas convencionales, donde hay un grupo que además cuenta con otras patologías, que se empezó a enterar por los medios, por internet, de los beneficios que aportaba el uso del cannabis, que justamente hasta hace un tiempo se conocían bastante poco,  no solo aquí sino en el mundo, considerando de mi parte que había cierta resistencia sobre el uso, pero que a su vez siempre existieron comunidades que nunca dejaron de acompañar las bondades de esta sustancia. En el caso de la epilepsia fueron empezando a mostrar los resultados positivos. Me puse a estudiar y a investigar, que es una parte que también aparece en el documental, y es así que en el 2020 fue cuando lo conozco a Emiliano, en la presentación de otro documental, así que el contacto se mantuvo hasta que al año siguiente. Hicimos un trabajo medio casero, para el cual las familias hacían filmaciones caseras. En ese momento fue cuando empezó a gestarse la idea de hacer un documental como correspondía y que fuera respondiendo a todas las inquietudes que fuesen apareciendo. Cuando dimos a conocer la propuesta tuvimos el apoyo del INCAA y también del CONICET, lo que nos permitió filmarlo durante el 2022 y ahora estamos disfrutando la increíble sensación de un estreno.

¿Qué dicen los registros respecto del uso terapéutico, recreativo e industrial del cannabis, a lo largo de la historia humana?

-Hay registros de que se usa el cannabis desde que somos humanos; pero está claro que revive en el siglo pasado y con mucha relevancia cuando comenzó a existir la prohibición, cuando la realidad es que se usaba mucho la planta en el plano industrial. De hecho fue Belgrano quien lo trajo a nuestro país, o sea que hay registros de principios del año pasado con plantaciones enormes, con una fibra muy buena que competía con el plástico, que recién estaba apareciendo. Por eso es que fue borrada de un plumazo. Más allá que el cáñamo es más económico y ecológico, a nadie le importaba, y por eso lo prohibieron. Luego aparece un investigador búlgaro, que murió hace muy poco, pero llegamos a estar con él Jerusalén, que encuentra que existe el componente THC, que justamente nos lo cuenta en el documental con una gran humildad. Él mismo, a través de pruebas en su propio organismo, elabora sustancias con un componente químico que propone muchas ventajas en el plano de la salud. Y a través de más investigaciones se van encontrando otras virtudes, como por ejemplo que no hay registros de muertes por cannabis, aunque continúa en discusión si es que provoca o no adicción. En caso que la provoque podría ser por el componente THC, pero se trata de una adicción muy ligera. De hecho se está utilizando como tratamiento para otras adicciones, porque es considerado un muy buen elemento como recurso terapéutico para las adicciones que todos conocemos y que atentan contra la vida de las personas. Muchas veces quedan en el común de la gente informaciones que son falsas y que se construyen como mitos, que después cuesta mucho derribar. Sin embargo las investigaciones, que se continúan realizando de manera permanente, y las pruebas científicas, son muy contundentes en cuando a sus propiedades. El sábado que viene (por ayer) se estará realizando un festival cannábico en El Bolsón, y justamente muchos de los que hablan en el documental son de esa zona, entre ellos médicos y cannabicultores, quienes decidieron cerrar el festival con nuestro documental, lo que nos llenó de orgullo. Por eso allí vamos a estar, y lo mismo en Rojas, si es que en algún momento se arma algo.

 

ENSEÑANDO CANNABIS

«En mi caso que tengo mucha experiencia docente, porque trabajo en la UBA y en otras universidades con posgrados y una tarea desde hace años en el hospital El Cruce de Florencio Varela. Nunca tuve una experiencia docente como esta. Incluso hace dos años hemos largado la diplomatura virtual de cannabis y pensaba en la previa que podríamos reunir alrededor de 50 o 60 personas, pero hubo miles de inscriptos. En estos momentos vamos por la tercera cohorte, pero calculo que son números que vamos a ir multiplicando. La diplomatura tiene su característica académica porque está integrada por los docentes e investigadores del más alto nivel, de allí que se le da una gran relevancia y demuestra el interés que hay por parte de la comunidad por saber».

 

EL REPROCANN

«Lo del REPROCANN (Registro de Productores de Cannabis) es una genialidad que se le ocurrió a Marcelo Morán. Es sumamente importante porque somos uno de los pocos países del mundo que ha trabajado para tener una regulación, que es una manera de combatir contra la absurda ilegalidad que se impone sobre una planta, que para lo único que sirve es para fomentar el narcotráfico. Por eso el REPROCANN habilitó la legitimidad del cultivo del cannabis, y permite que alguien que alguien pueda cultivar particularmente, y también para la familia, los amigos y conocidos. Es un paso enorme el que se ha dado y eso permite que la gente esté mucho más tranquila al no estar expuesta a que de repente venga alguien y quiera hacerte un operativo: me hacen acordar a los actos de la dictadura, llevándose a una madre porque su hijo cultiva cuando los verdaderos narcotraficantes se pasean tranquilos por cualquier lugar».

 

AUTOCULTIVO E INDUSTRIA

«Hay lugar para todos y todas, en autocultivos e industria. Una vez que se termine de crear la agencia de cannabis, será un desafío que tendremos por delante. Mientras tanto desde la Red de Cannabis del CONICET, que me toca coordinar, tenemos como gran desafío abrir todas las puertas y que esta situación virtuosa y maravillosa, en la aparecen pequeñas empresas, cooperativas, ONGs, cannabicultores solidarios, y que dan respuestas a la comunidad, puedan garantizar toda la calidad que se necesita para hacer un producto medicinal, y también alimenticio, para humanos y animales. En ese sentido hay lugar para todos».

 

ENTRE LA CIENCIA Y EL DOCUMENTAL

 

«Acaba de salir una publicación en una revista de alto impacto, ya que hicimos un trabajo con todo el equipo del Hospital El Cruce y el CONICET sobre pacientes con epilepsia refractaria. Estamos orgullosos de haberlo publicado porque es muy difícil llegar a esas tipo de medios, ya que siempre tiene que ser un trabajo de mucha calidad y lo hemos logrado. Lo que mostramos es la eficacia del uso del cannabis, que sumada a otras drogas, favorecen al tratamiento de pacientes que no respondían a las drogas convencionales. La idea ahora es seguir avanzando en esa dirección para poder seguir investigando en relación a la dosis, al fenómeno de tolerancia, a la interacción con otras drogas. Eso por mi lado de investigadora. Por el lado de la documentalista, estoy armando un proyecto desde hace un año y medio, que está muy avanzado, y que tiene que ver con algo que conozco de hace mucho que son las orquestas infanto-juveniles, que tuvieron lugar en principio en la Ciudad de Buenos Aires y que luego se extendieron a todo el país. El documental se centra en la biografía de cuatro niñas que se transformaron en mujeres, que vivían en lugares muy humildes, y que en estos momentos son músicas consagradas».

Compartí esta nota