Este año las plantas de acopio recibieron los granos de soja con promedios de 16/18 por ciento de humedad, y en algunos casos con más de 20 por ciento, lo que obligó a acondicionar en secadoras para poder enviar a puerto. Se atribuye al estrés por calor que aceleró el secado de los granos y chauchas pero no de las plantas.
Si bien fue una muy buena campaña y las plantas acopiadoras trabajaron a pleno, el elevado grado de humedad hizo que se deba recurrir al secado del grano, demorando la salida a puerto. «Este año la humedad nos complicó a todos y en especial con la soja, porque la recibíamos con promedios de 16/19 por ciento y en algunos casos hasta superando los 20», explicó a La Opinión Roberto «Tito» Barreiro, jefe del Centro de Desarrollo Cooperativo ACA Pergamino.
Con trigo y maíz no hubo problemas
A diferencia del año pasado que por la seca no tuvimos buenos volúmenes de cosecha, nos cuenta Barreiro que «en esta campaña tuvimos en trigo rendimientos promedios de 50 a 75 qq/ha con buena calidad panadera en su mayor parte y una humedad adecuada, con lo cual no tuvimos mayores inconvenientes en el acopio».
También con el maíz de primera la recepción y tratamiento no presentaron inconvenientes, «los granos tenían muy buen calidad y un rinde promedio de 80 a 100 qq/ha y más también y un grado de humedad razonable». En cambio, no está ocurriendo tan así con los maíces de segunda que, al igual que la soja, nos encontramos con lotes de granos que requieren de un secado», pero nos resume que «en general la campaña fue muy buena, aceptable. Más aun si la comparamos con la del año pasado que tuvimos lotes de soja de 4/5 quintales, maíces de 6/7 20 quintales, se cosecho en maíz un 20 por ciento de lo sembrado y en soja un 30 o 20 por ciento», resume el responsable del acopio de ACA en Pergamino.
El clima no acompañó
El factor climático volvió a ser protagonista en esta campaña en la zona núcleo. Abril se despidió con un promedio de lluvias un 65% superior al habitual, acumulando hasta 251 mm en localidades como Junín. Estas precipitaciones, que superaron ampliamente las medias históricas, han contribuido a un retraso significativo en la recolección de los cultivos.
Normalmente, para estas fechas, el 90% de la soja de primera debería estar cosechada, sin embargo, solo se ha alcanzado un 73%. Este retraso es aún más pronunciado en la soja de segunda, que apenas alcanza un 40% de avance, quedando 25 puntos porcentuales por detrás de lo usual. Y este escenario, obviamente, tuvo su impacto en los centros de acopio de la región.
«Cada campaña tiene su particularidad y esta fue el alto grado de humedad con que recibimos los granos, fundamentalmente de soja y que requiera ser tratada al llegar a planta», contó Luis Crosetti, asesor técnico comercial del Centro Cooperativo Primario AFA Rojas
También la comercialización se vio retrasada por el mismo motivo. «En las condiciones que se cosechaba, 17 % de humedad en soja y 16 en maíces de primera, hablando de valores promedios, cuando la humedad comercial es de 13,5 para soja y de 14,5 para maíz, impedía enviar esa mercadería a puerto sin antes pasar por el acopio para su secado», precisó Crosetti.
El Centro Cooperativo Primario de AFA Rojas se encuentra ubicada a la vera de la ruta 31 y cuenta con una capacidad de 95.000 toneladas y si le sumamos el volumen que aportan los sub centro ubicados en Ferre, Ascensión, Junín, Bragado, O’Brien, Rafael Obligado, Los Indios, Hunter e Inés Indart, la capacidad de acopio se eleva a 230.000 toneladas.