El Sumo Pontífice envió sus condolencias por la muerte de Hebe a las Madres de Plaza de Mayo y destacó su lucha.

La carta de Francisco por la muerte de Hebe de Bonafini: «Supo transformar su vida»

El Papa Francisco envió una carta a las Madres de Plaza de Mayo tras la muerte de Hebe de Bonafini. El líder de la Iglesia resaltó el «coraje» y la lucha de la referente de los Derechos Humanos, quien murió el pasado domingo a los 93 años.

Con fecha del mismo domingo 20 de noviembre, su firma y su sello, el Sumo Pontifice se comunicó con la asociación que Hebe presidió hasta su fallecimiento. «En este momento de dolor por la muerte de Hebe de Bonafini, madre de la plaza, quiero estar cerca de ustedes y de todas las personas que lloran su partida», señaló en el comienzo de la misiva.

Francisco consideró que la madre de Plaza de Mayo «supo transformar su vida», como el resto de sus compañeras, «marcada por el dolor de sus hijos e hijas desaparecidos en una búsqueda incansable por la defensa de los derechos de los más marginados e invisibilizados».

El ex arzobispo de Buenos Aires también recordó el encuentro que tuvieron años atrás en el Vaticano y destacó «la pasión» que le transmitió por «querer darle voz a quienes no la tenían». En ese sentido, también subrayó «su valentía y coraje».

«En momentos donde imperaba el silencio, impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia. Una búsqueda que la llevó a marchar para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia y, el compromiso con el otro, fuera la mejor palabra y antídoto contra las atrocidades que se padecieron», aseguró.

Para concluir, Francisco adelantó su oración por el «descanso eterno» de Hebe. «En esta, su última marcha, la acompañamos con la oración pidiéndole al señor que le regale el descanso eterno y no permita que se pierda todo el bien realizado», afirmó. Al tiempo que envió un mensaje al resto de las Madres: «Y a ustedes, las conforte y acompañe para seguir siendo las Madres de la Memoria. Rezo por ustedes; por favor, no se olviden de rezar por mí. Que Jesús las bendiga y la Virgen Santa las cuide».

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