El inesperado tributo de Guillermo Francos al expresidente Mujica

«Hombre honesto y sin odio»

POLÍTICA

Por Redacción El intransigente

En medio de la conmoción regional por el fallecimiento de José “Pepe” Mujica, el jefe de Gabinete Guillermo Francos se pronunció públicamente y sorprendió con un mensaje cargado de respeto hacia el exmandatario uruguayo. “Un dirigente importante y un hombre honesto”, lo definió, pese a las diferencias ideológicas que los separaban.

El funcionario nacional habló en diálogo con Radio Splendid y reconoció la trayectoria del histórico dirigente del Frente Amplio. “El Presidente Mujica fue un dirigente muy importante de Uruguay, más allá de las ideas que no compartimos. Un hombre honesto, que sufrió persecución, y que después de mucho tiempo llegó a ser presidente de la república”, destacó.

Francos también valoró el carácter del expresidente oriental, a quien consideró una figura coherente y alejada del odio político: “Me ha tocado escucharlo, con ese tono tan campechano, y a mí me causó siempre una buena impresión. Nunca fue una persona agresiva.”

En contraposición a los mensajes cargados de violencia que circularon en redes sociales tras la noticia, Francos se mostró firme al repudiar ese tipo de manifestaciones, en particular un tuit del influencer “El Gordo Dan”, quien celebró abiertamente la muerte de Mujica.

“Las ideas se pueden discutir, pero cuando estuvo al frente de Uruguay no se notó su tema ideológico. Siempre he visto una cordialidad entre los presidentes de distintos signos políticos”, sostuvo Francos, marcando una diferencia entre el respeto institucional y los ataques personales.

A modo de cierre, el jefe de ministros fue contundente: “No tengo más que palabras de reconocimiento. Uno puede tener diferencias, pero eso no significa dañar una relación cívica para el país.” Y concluyó: “No puedo más que destacar la personalidad y la trayectoria que ha tenido Mujica.”

En un contexto donde las tensiones políticas suelen ocupar el centro del debate, el gesto de Francos marca un punto de inflexión: el reconocimiento a los adversarios cuando su vida pública se construyó desde la honestidad y el compromiso.

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