Después de pasar la revisación médica el arquero rojense firmó el miércoles el contrato que lo une con la entidad Azulgrana y por la tarde partió rumbo a Uruguay para sumarse a la pretemporada con el resto del plantel. «Siempre estoy dispuesto a sumar», declaró.
Fue una mañana más que agitada la que vivió el miércoles el arquero rojense Facundo Altamirano, quien bien temprano se tuvo que levantar para concurrir al Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi para concretar la revisación médica y luego se encontró con la dirigencia de San Lorenzo de Almagro para firmar el contrato que lo una con la institución por un año.
Tras los trámites de rigor el nuevo guardameta del Ciclón se embarcó rumbo a Uruguay para sumarse a la pretemporada junto al resto del plantel, con la posibilidad de hacer su debut en la jornada de mañana en el amistoso ante Danubio.
Por la llegada del arquero, San Lorenzo arregló con Banfield un préstamo por una temporada con un cargo de 200 mil dólares y una opción de compra de 1.600.000 al finalizar la cesión.
“Me sedujo San Lorenzo. Es un club grande, con todo lo que conlleva. Espero que se pueda resolver todo para arrancar a entrenar“, comentó minutos antes de hacerse la revisión médica.
Después habló de la pelea por el arco que se viene con Augusto Batalla. “Me ha tocado pelearla en todos lados a los que fui, no tengo ningún problema. Siempre estoy dispuesto a sumar, con buena leche. Obviamente uno quiere jugar, pero después decidirá el técnico”, dijo el arquero de 26 años, que además de jugar cedido en el Patrón también fue prestado a Estudiantes de Buenos Aires.
“Estoy muy contento. Muy feliz por todo lo que pasó el año pasado, muy agradecido. Obviamente con las expectativas altas, vamos a ver qué pasa ahora. Estoy con ganas de arrancar esta nueva etapa“, cerró Altamirano.