TRAS LA REPRESIÓN POLICIAL EN LA CANCHA DE GIMNASIA

En la cuerda floja: la continuidad de Berni, en duda

“Hoy está a cargo”. En la Gobernación señalan con escaso énfasis que Sergio Berni, bajo fuego cruzado tras el violento accionar policial en la cancha de Gimnasia, sigue al frente del ministerio de Seguridad. Pero no se trata de una confirmación contundente: de hecho, el propio funcionario admitió ayer que su renuncia siempre está a disposición.

jpicon@eldia.com

El malestar del Gobernador por la actuación policial es grande. Habló antenoche con Berni y ayer fuentes cercanas a Axel Kicillof afirmaron que va a existir una profunda investigación. “Queremos a los responsables y les vamos a aplicar las máximas sanciones. No sólo a los responsables materiales, también a los intelectuales”, dispararon en una definición que acaso parece apuntar al ministro. O, también, a la sospecha de algún “vuelto” de integrantes de la fuerza de seguridad. Y acotaron: “Toda la situación está en análisis y revisión”, lo que, obviamente, incluye a la figura del propio ministro.

Los graves hechos sucedidos en el Bosque llegaron en tiempos de hipersensibilidad para el kirchnerismo, siempre incómodo frente a hechos en los que intervienen las fuerzas de seguridad y en especial en sus propias gestiones. El conflicto con los mapuches en la Patagonia y la intervención de las fuerzas federales provocaron duros cuestionamientos e incluso acarreó la renuncia de la ministra nacional de la Mujer. Además, diputados nacionales cristinistas presentaron un proyecto en el Congreso para repudiar la intervención de la Gendarmería en Villa Mascardi.

La represión policial en el Bosque no hizo más que echar leña al fuego. Ya no son voces aisladas de intendentes del PJ las que apuntan a Berni. Ahora el kirchnerismo salió a fustigarlo con dureza y pide, sin plantearlo expresamente, su renuncia.

Kicillof, por estas horas, está evaluando el cuadro de situación. Aguarda que avance la causa judicial para tomar una decisión: desprenderse del funcionario o acotar las responsabilidades a cierto mando de la Policía en función de la propia pesquisa que lleva adelante Asuntos Internos de la Policía.

El Gobernador ha sido siempre reacio a entregar a su ministro de Seguridad. Berni ha oficiado de un pararrayos político y de gestión para un tema tan complejo y delicado como el de la seguridad. Incluso lo dejó hacer y decir. Dijo, por caso, que ya no formaba parte del kirchnerismo y muchas veces se subió a posturas en el manejo del delito más cercanas al ala dura del PRO que del propio oficialismo.

Sin embargo, por estas horas parece que ese crédito se redujo. Aunque todavía no parece alcanzar para desencadenar la salida del ministro.

CAMBIOS Y ESPECULACIONES

Como rebotes casi inmediatos de la represión policial, la Provincia dispuso separar del cargo al comisario Juan Corbalán quien estuvo a cargo del operativo. La misma sanción disciplinaria se aplicó al efectivo que disparó contra un camarógrafo de una señal televisiva cuyo nombre es Fernando Falcón. El tercer desplazado sería Alejandro Morinigo, el segundo jefe del operativo.

Pese a las versiones que circulaban anoche, los desplazamientos se acotaban a esos tres efectivos. Aunque no se descartan más sanciones.

Acaso como para mostrarse al frente de las decisiones, fue el propio Kicillof el que ordenó las sanciones. “El operativo no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron” dijo el Gobernador según reproduce un comunicado oficial. Esa misma comunicación detalló que el Gobernador “instruyó al ministro de Seguridad para que el jefe del Operativo sea inmediatamente apartado y para que se pongan todos los elementos a disposición del fiscal que está interviniendo”.

“Vamos a respetar el accionar de la Justicia para que se determinen las responsabilidades de los hechos ocurridos y seremos estrictos con las sanciones de quienes no hayan cumplido su deber”, señaló el comunicado del gobierno de Kicillof.

En el texto, la administración de la provincia de Buenos Aires lamentó “los hechos sucedidos” y consideró que “es inadmisible que anoche miles de platenses hayan tenido que vivir lo que vivieron y más aún, que se produjera el lamentable hecho de que César Regueiro perdiera la vida en el marco del encuentro”.

Claro que la situación generada en la cancha de Gimnasia no tiene una interpretación lineal. Hay sectores del propio oficialismo que sospechan de algún “vuelto” de la Policía producto de los cambios que se registraron en los últimos días en la Departamental La Plata donde asumió el comisario Sebastián Perea en reemplazo de Diego Galarza, que fue trasladado a cumplir funciones al ministerio de Seguridad, con una responsabilidad mayor.

No es, con todo, la lectura mayoritaria que se realiza para explicar la reacción de la Policía frente al desborde de público en los accesos a la cancha. El propio Berni descartó de plano esa posibilidad y cree que la fuerza apostada en el lugar no supo resolver la contingencia. “No hubo mano negra”, dijo el ministro, apuntado por propios y extraños y con un pedido de interpelación a cuestas fogoneado por la oposición en la Legislatura.

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