JUAN MARINO Y “TANGOSOFÍA”

“En el tango encontré una riqueza musical”

El cantante pasó por Rojas junto a Norberto Vogel, Sebastián Colavecchia y Emiliano Lorenzo, con la participación especial del rojense Fede Teyssandier, para desandar aspectos filosóficos del tango a partir de autores como Discépolo y Ferrer, sobre la obra homónima de Javier Sanguinetti

 

Tal como estaba previsto se presentó hace algunos días en el Centro Cultural Ernesto Sábato, con entrada libre y gratuita y los auspicios de la dirección municipal de Cultural, la presentación de “Tangosofía”, un espectáculo de tango y reflexiones basado en la obra homónima del Lic. Javier Sanguinetti.

La propuesta reúne a Juan Marino, Norberto Vogel, Sebastián Colavecchia y Emiliano Lorenzo, con la participación especial del rojense Fede Teyssandier, para desandar aspectos filosóficos del tango a partir de autores como Discépolo y Ferrer

“Estoy en estos momentos en Medellín, Colombia, donde son tan tangueros como nosotros los argentinos con lo cual me siento bastante cerca a pesar de la distancia. Vine por motivos de mi trabajo particular y por suerte pude combinar la parte artística. De hecho estuve cantando con unos músicos que han sido muy generosos y tienen siempre presente, no solo ellos, sino todo el pueblo colombiano, lo que ha sido Carlos Gardel, que estuvo aquí, y del que justamente en un mes se cumplen 88 de su muerte y están organizando el tradicional festival en su memoria”, relató justamente Juan Carlos Marino, en diálogo con Radio Rojas.

Marino admitió en El Nuevo en Radio que “es curiosa mi relación con el tango porque no me vino inculcado: mi padre era cantor aficionado de folklore, o sea que por ese lado sí me inculcó la música, pero recién a los 20 años empecé a escuchar música clásica de forma muy conceptiva, y después de unos años hice un click y comencé a escuchar tango, y encontré que había una riqueza musical comparable con la música clásica. Además estaba la parte poética. Y como ya me gustaba cantar era una forma de ser parte de eso, de poder interpretarlo”.

En tanto, comentó en el aire de la FM92.5 que “mis primeras experiencias fueron a los 20 años, justamente cuando estaba estudiando ingeniería, o sea que no estudié formalmente música, pero sí tuve ayuda en cuanto al desarrollo de la técnica vocal, con distintos profesores durante tiempos cortos, porque pasa también que el tango es muy particular en la forma de cantarlo y la técnica es muy importante, aunque después uno lo va trabajando a su manera”.

En ese sentido, dijo que “hay distintas líneas de interpretación: por mi lado soy más de la línea del Polaco Goyeneche, de Floreal Ruíz, quienes se podría decir que valoran más lo que es el verbo por encima de la música o la melodía. No se quedan en la melodía sin valorar realmente que se está diciendo, buscan una coherencia muy potente entre lo que se dice y cómo se lo dice”.

Y añade que “el que me hizo prestar atención por primera vez a eso fue Goyeneche, precisamente por esa forma de decir que él tenía, y a partir de allí empecé a escuchar, investigar, a ver quienes eran esos poetas, y después fui incorporando otros referentes como justamente mencionaba a Floreal Ruíz, o Rubén Juárez, y muchos más, siempre dentro de esa línea”.

 

ASÍ SE CANTA EL TANGO

“Uno siempre quiere proponer el propio enfoque. Creo que forma parte de una búsqueda que lleva tiempo y hay que ser muy autocrítico para poder seguir buscando, no quedarse estancado un lugar, hay que estar permanentemente indagando hasta que uno realmente siente que encontró su propia voz. En ese momento es como que uno hace un click que es sumamente liberador, y puedo decir que ese click no me pasó hace tanto tiempo atrás: estaba buscando y buscando hasta que hace unos tres años sentí que me había encontrado, que dije que este era el cantor que quería ser”.

 

HACIA TANGOSOFÍA

 “Mis comienzos en los escenarios habrán sido hace unos ocho años, aunque sí en los últimos años la cosa tomó otro carácter, siempre de la mano de Vogel, un gran maestro que estuvo presente en Rojas: es el bandoneonista, pianista, arreglador, y es con quien trabajo habitualmente, y vamos armando las diferentes formaciones: a veces nos presentamos como dúo, otras lo hacemos en trío, en cuarteto, etc. Fuimos armando el repertorio, buscando también versiones que digan algo diferente y con él hicimos todo el álbum de Tangosofía que acompaña la obra literaria, que se trata de una obra que tiene algo novedoso, porque cuando estás leyendo el libro podés escuchar las canciones a través del texto. No fue un trabajo de tanto planeamiento, sino de encontrar un hilo y empezar a tirar de ese hilo. Hubo un encuentro al que llamo milagroso con el filósofo Javier Sanguinetti, y nos encontramos hablando de todo esto, de lo que dice el tango, de Discépolo, que pudo codificar una cantidad de saberes en los treinta y tres tangos que compuso, y a partir de allí, entre varios encuentros de café, fuimos pensando esta idea de que él pueda escribir un libro, porque venía del campo netamente filosófico, y que ese libro estuviese acompañado de un proyecto musical. Por supuesto que fue un camino largo, pero muy reconfortante, porque lo que plantea este libro es muy original respecto de la obra literaria que existe sobre este género. Nos referimos especialmente a Enrique Santos Discépolo. Allí se analizan directamente varias de sus obras, de las cuales hay varias que tienen la canción ya grabada y se pueden escuchar, en tanto después pasamos a Homero Expósito, que para mi gusto estilizó la poesía y la llevó a un nivel increíble, y terminamos con Ferrer y Piazzolla, una dupla fantástica”.

 

UN ROJENSE INVITADO

“La incorporación de Fede Teyssandier la tomo como otro milagro, porque con él nos une una amistad de muchos años, y siempre teniendo en claro que era un músico con un talento increíble, pero recién fue en estos últimos cuando comenzó a desarrollar este nuevo lenguaje a través de su proyecto Targo, que es fantástico porque no imita a nada, es un sonido nuevo, con una clara influencia tanguera, pero que está diciendo algo de otra manera. Entonces pensamos que era una fusión tremenda el hecho de trazar un puente entre el tango de principios del siglo pasado y lo que es Targo, que es un tango de hoy, porque así como Piazzolla fue disruptivo estos sonidos nuevos también son los que marcan un camino hacia delante. Además de que Fede es un músico fenomenal, es sobre todo muy humilde, y justamente en la grandeza de los que saben está en la humildad, por eso si me llega a escuchar comparándolo con Piazzolla capaz que se enoja (risas). Pero sé que lo que está haciendo es inaugurar un sonido, es una creación propia que hace de una manera extraordinaria. Es hermoso ver que la respuesta de la gente a Tangosofía es muy favorable. Las devoluciones son buenísimas. Justamente en Rojas cuando terminamos la presentación se nos acercaron varias personas, emocionadas, y mostrando un agradecimiento genuino que a uno le llena el alma, y que por supuesto nos dan ganas de seguir buscando lugares para continuar con las presentaciones. Mientras tanto hemos hablado con los muchachos de hacerlo por la zona, en Pergamino, en Salto. Ojalá se pueda dar. El aporte del Ballet Maikan Sumaj fue fundamental. Además en lo personal significó algo muy gratificante porque en mi caso venía de otro lado y no conocía a la gente del Ballet. Sin embargo ellos tuvieron una gran generosidad para sumarse. Es algo tremendamente valioso y habla de un código en este mundo del arte, donde podemos colaborar a través de la camaradería para enaltecer un espectáculo. Además es una manera de valorizar a los artistas que hay en el interior, que muchas veces sorprenden hasta a su propia gente”.

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