El prestigioso facultativo e investigador tucumano pasó por Rojas invitado por el Grupo de Mujeres del CP Rojas de AFA – Y si bien no pudo realizar la actividad planeada, nos visitó en nuestros estudios de Lavalle 471, donde nos ofreció una entrevista exclusiva
El prestigioso facultativo e investigador tucumano Alfredo Miroli pasó por Rojas invitado por el Grupo de Mujeres del CP Rojas de AFA. Y si bien no pudo realizar la actividad planeada, nos visitó en nuestros estudios de Lavalle 471, donde nos ofreció una entrevista exclusiva para Radio Rojas.
POR TODO EL PAÍS
«Recorremos todo el país hace muchos años y con una extensa variedad de temas porque creemos en la educación presencial, no a distancia, lo cual es una convicción, ya que cuando vamos recorriendo el país las preguntas que nos van haciendo son diferentes, incluso diría que en algunos temas son muy diferentes. Cuando hablás de alcohol las preguntas son muy similares en todo el país, aunque sí difieren las preguntas a nivel económico, porque no son las mismas preguntas que hacen en un lugar nivel country que las que hacen en un lugar nivel villa, con gente pobrecita y marginada desde niños. Pero hay una que diferenciamos por regiones, que es el tema de los estupefacientes o las drogas, con las preguntas que nos hacen en las charlas para chicos en la frontera caliente con Bolivia, en la triple frontera en Misiones, donde están conviviendo con el tráfico y muchas veces mamá y papá son los lancheros que cruzan al otro lado trayendo las cubiertas y además el paquete de pasta base, y que el chico lo entiende como que papá está trabajando, de eso vivimos, y si el papi se enferma, voy yo con la lancha y lo traigo. Son cuestionamientos diferentes a las que nos hacen en CABA o en Córdoba capital. Así que en cada ciudad desarrollamos primero una charla con adolescentes, con la presencia de los docentes, que dura aproximadamente dos horas, durante las cuales los chicos hacen preguntas, sin filmación, sin grabación y además queremos que se entre sin celular, porque no quiero que nadie me escrache a un chico con la pregunta que haga. Quiero que el chico tenga la libertad de hacerlo, y si la misma es autorreferencial, ya que puedo escuchar que uno me dice que se fumó diez porros y no sabía tal y tal cosa, no me gusta que después aparezca en las redes. Por eso lo que pido es respeto, porque no hemos venido a dañar, sino a construir. A la tarde noche llevamos a cabo una charla con los adultos, papás, mamás, docentes, pastores, religiosos, autoridades, y es en la conversación donde tenemos el público más difícil”.
PANDEMIA Y ADICCIONES
«En cuando a la pandemia hay datos interesantes, porque en el tema del alcohol no aumentó el número de personas que consumían alcohol, sino que aquel que ya bebía empezó a beber más porque no tenía otra cosa que hacer, por eso aumentó explosivamente la cantidad de venta, pero no la cantidad de bebedores. También aumentó la cantidad de psicofármacos, y la mezcla del alcohol con psicofármacos se llama ‘jarra loca’, y jarra loca significa paro, terapia y otras consecuencias más graves. Lo que no hubo fue un crecimiento de estupefacientes, pero sí la tasa de consumo de marihuana, heroína y cocaína explotó post pandemia, y explotó no solo en drogas derivadas de plantas sino también en drogas sintéticas, fabricadas en laboratorios, que sería la droga de los pudientes por sus altos costos. Estas drogas están en franca expansión y podría decir que son la pandemia post pandemia».
LA PREVENCIÓN
“Nosotros tenemos que hacer prevención por ámbitos, en principio tomando como referencia el lugar donde vamos hablar, porque si vamos a una empresa lo que van a buscar es seguir facturando, o sea ver cómo hacer para que la gente rinda en el trabajo. Y está bien. Por eso vemos qué estrategias, abordajes y métodos preventivos a usar. En la escuela es diferente, porque el docente quiere saber cómo manejar los chicos si le faltan un lunes porque están en pedo. Entonces es otra cosa, que a su vez es totalmente diferente al ámbito comunitario, donde las preguntas se las tiene que hacer el gobierno en relación a cómo controlo el dealer, las plazas, si es que pongo un lugar para que jueguen los chicos o usen el tiempo libre. En este marco les digo a las autoridades de los municipios que se puede hacer un curso de capacitación, donde enseñamos prevención en ámbitos comunitarios, por el lado de las empresas vamos con los dueños o los representantes de los gremios, en tanto también lo hacemos con los docentes. Si todas esas prevenciones se logran, el trabajo será más fácil. Si las autoridades hicieran lo que tienen que hacer, si la seguridad lo hiciese, si las empresas también lo hicieran, entonces la prevención en drogas y consumo de alcohol llega a un 9 por ciento, y si papá y mamá, en el ámbito familiar, desde la concepción, desde los mensajes de fortalecimiento de la autoestima, que se desarrollan intrauterinamente, en la lactancia, etc., la probabilidad de éxito en prevención de las patologías adictivas supera el 75 por ciento”.
PADRES E HIJOS
“Ahora, lo que sucede es que mamá y papá no van nunca, y no es porque sean malos o no quieran a sus hijos: lo que sucede es que están ocupados, trabajando, con los problemas económicos. A la charla con los adultos no pueden ir los adolescentes, porque ahí vamos a desnudar los errores que cometemos como papá y mamá, y no quiero que un chico los descubra. Al adulto le duele saber que está cometiendo un error, es un dolor emotivo, porque va descubriendo los errores que hemos ido cometiendo sin saber, y no sabemos por no tener dónde ir a capacitarnos y entenderlos. Por eso dijo que esa charla de la noche es trascendental».
UN MENSAJE
«Papá, mamá, tío, abuelo, les pido un favor de rodillas, y no se trata de una actuación ni pedir votos para un partido político: es para pedir un favor. Porque si les pregunto qué temas la preocupan en la crianza de los chicos seguramente van a surgir dos: uno es la inseguridad, el miedo que me lo maten por un celular o una bicicleta, y otro, la droga, por esto es que las charlas son sobre droga, no sobre tabaco o alcohol, de lo que hablaremos en otro viaje. A los papás y las mamás los necesito, y lo digo no como médico, sino como el hijo en el vientre, en la infancia, en la adolescencia; y soy ese hijo que necesita que sus padres vayan a capacitarse, a escuchar, para que sepan luego cómo podemos interactuar de una manera correcta y que nos dé resultados a ambos. Por eso les pido que concurran y que nos encontremos. Siempre me gusta aclarar que no traigo ninguna verdad absoluta, no soy un mesías, sino que traigo lo que hemos recogido por ir investigando, trabajando en Inglaterra, Estados Unidos, Francia, dirigiendo programas de OEA, y también de recorrer Argentina y escuchar a través del modo presencial».
UN MÉDICO…
«Ser médico es lo más lindo que me pasó y si naciese mil veces, mil veces estudiaría medicina. Lo más lindo que tiene la medicina es que te morís sin alcanzar la meta. Es que todo avanza y progresa tan rápido, que hay que estar estudiando todos los días. Tal vez en el último segundo de la vida uno pueda decir a cuánto ha llegado de ser médico, pero a la meta no llegás nunca, uno es permanentemente un estudiante. Papá era pediatra, un enamorado de la medicina, dio su vida a la medicina y murió en el consultorio. Y lo anunció él, porque había una gran epidemia de poliomielitis y parálisis infantil, todavía no estaba la vacuna, no había respiradores artificiales, sino que había un pulmotor donde quedaba fuera la cabeza de un niño de cuatro años que podía reconocer lo que había a su alrededor, pero a su vez sabía que no iba a volver a caminar. Eso me tocó verlo junto a mi papá, que decía siempre que un médico tiene que estar en la trinchera y que en las pandemias no podía cobrar. Por eso atendía todos los días chicos con cuadros febriles, gripales, hasta que en una pandemia de bronquiolitis hizo un infarto, sintió el dolor, y como tenía 45 chicos, esperó a atender el último y recién fue al centro de cardiología pero no resistió y murió esa misma noche. Estas cosas que vi desde chico me influenciaron mucho, primero para enamorarme de la medicina, pero además para enamorarme de la visión médica humanística; porque si te quedás en la investigación solamente solo sirve para trasladarlo a un paper. En cambio si te atrevés a salir y a traducir el lenguaje de la ciencia a la comunidad para que la comunidad sea protagonista de su salud, para que esté enamorada de vivir sana, para que desee estar sana, si uno es capaz de lograr eso está más cerca de hacer medicina. Yo siempre pienso que lo hago como homenaje a papá. Por eso durante la pandemia he atendido más de 500 pacientes de diferentes partes del mundo, muchos querían depositarme por salvar la vida de un familiar, y nunca cobré a nadie, quizás mi señora no esté muy contenta (risas), pero lo hago porque lo aprendí de alguien maravilloso que fue mi papá, y siempre tengo presente aquella frase suya de que en la pandemia un médico no puede enriquecerse. Si alguien dijera que el doctor Miroli ganó guita con la pandemia, me daría mucha vergüenza, porque sentiría que no cumplí con el mandato médico».
A VECES…
«No es que sienta a veces que me quedo sin fuerzas; pero sí hay veces en las que siento la fiebre ‘quebrantahuesos’ sin el virus del dengue. Y siento además que te pegan, que te maltratan, que te atacan, que no se hace lo que se debe hacer, que se disputan espacios de poder político en temas en los que no debería haber disputas sino consensos, que se debería en algunos temas trabajar en unidad sin buscar ningún otro rédito… Cuando uno ve disputas de poder usando temas que son de la comunidad, se siente esa fiebre quebrantahuesos, aunque eso no me impide seguir. Hasta en silla de ruedas y sin vista lo haría, sólo no lo haría si perdiese la memoria…”