Turismo 

El reinado de Mar del Plata en jaque: sierras y lagunas se quedaron con el turismo de invierno en Buenos Aires 

PorRedacción infocielo 

4/08/2025 – 09:09 

Las vacaciones de invierno 2025 dejaron en la provincia de Buenos Aires una postal atípica: mientras Mar del Plata no logró superar el 60% de ocupación ni en los fines de semana más fuertes, las sierras, las lagunas y el turismo rural ganaron terreno como destinos preferidos. La caída en el poder adquisitivo, la búsqueda de opciones más económicas y la decisión de último momento fueron factores determinantes en esta reconfiguración del mapa turístico bonaerense. 

Según el informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la temporada invernal en la provincia fue “moderada”, con niveles de ocupación por debajo de los del año pasado en la mayoría de las ciudades. La costa atlántica, históricamente hegemónica en la temporada de invierno, sintió el impacto de un contexto económico adverso, menos turistas internacionales y un clima más frío y lluvioso de lo habitual. 

Mar del Plata no logró repuntar 

La “Feliz” arrancó las vacaciones con apenas un 30% de ocupación, alcanzando picos del 60% en los fines de semana, pero sin llegar a colmar sus expectativas. Localidades como Pinamar, Villa Gesell y Necochea mostraron un panorama similar, con un flujo turístico contenido y predominancia de familias que optaron por viajes cortos y estadías reducidas. 

A diferencia de otros años, el turista de mayor poder adquisitivo prefirió salir al exterior, mientras que quienes eligieron quedarse en la Argentina buscaron promociones, ofertas de último momento y destinos de cercanía para abaratar costos. 

Frente a este escenario, el interior bonaerense capitalizó la tendencia a las escapadas cortas. Tandil, Sierra de la Ventana y San Antonio de Areco se posicionaron como los grandes ganadores de la temporada, con niveles de ocupación que, sin ser extraordinarios, se mantuvieron dentro de lo esperado. 

La propuesta de tranquilidad, naturaleza y precios más bajos fue decisiva. Las cabañas, los hospedajes rurales y las actividades al aire libre, como las caminatas y los circuitos gastronómicos, tuvieron una alta demanda, impulsadas por un perfil de turista que priorizó el ahorro y la flexibilidad.

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