“Poner la atención en el tema de la salud mental es absolutamente imperioso y necesario, es un imperativo ético de este tiempo. Es un tema esencial para el presente y para el futuro”, dijo el mandatario junto al director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, y el director general del Comité Internacional de la Cruz Roja, Robert Mardini.
El jefe de Estado dio la bienvenida a quienes participan del evento y llamó a reflexionar sobre el tiempo en que vivimos “donde no se dispararon armas, ni bombas, ni misiles, pero murieron 15 millones de personas. Fue una guerra silenciosa que se llamó pandemia y dejó secuelas que han afectado la salud mental de todos y todas en mayor o menor medida”.
En esta línea agregó que “cuando se habla de salud mental hay que entender que es una enfermedad que no tiene manifestaciones físicas, que está en el interior del ser humano” y que todas las personas “tienen derecho a contar con asistencia. Y esa asistencia no pasa por la reclusión indigna en un lugar donde padecen condiciones de abandono, sino en encontrarle una salida”.
Por su parte, Vizzotti, manifestó que la celebración de esta 5ta Cumbre Mundial de Salud Mental en Buenos Aires muestra una «articulación de la agenda de los organismos internacionales, de la agenda regional, nacional y de todos los sectores, que hace que este sea un momento muy importante para lograr que la salud mental esté siempre en la agenda sanitaria de todos los gobiernos como prioridad», tal como lo ha hecho Argentina que “ha iniciado un proceso de jerarquización de las políticas públicas de salud mental, tanto en términos presupuestarios como en la transversalización en todas las políticas”.
A su turno, Mardini destacó que “esta es la primera vez que la Cumbre Mundial de Salud Mental se celebra fuera de Europa, y por ese motivo la Argentina merece toda nuestra gratitud», y dijo: «La salud mental nos afecta a todos y todas, pero algunos de nosotros tenemos un riesgo mayor, que se debe entre otras cosas, a donde vivimos y con la facilidad que podemos acceder a la ayuda que necesitamos».
Asimismo, Barbosa señaló que “después de la pandemia Covid, los países de las Américas han priorizado la salud mental en sus agendas políticas porque las crisis humanitarias, el cambio climático, los conflictos y las crecientes desigualdades son un problema socio político global que impacta en nuestra salud mental”, y reconoció a la Argentina por haber “asumido compromisos políticos de alto nivel con la salud mental, al acelerar la implementación de leyes nacionales y enfocarse en los servicios hacia la comunidad a través de visiones intersectoriales».
Durante el acto, se proyectó además el mensaje del Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que dijo que desde esa entidad definen “a la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social. Hoy, 1 de cada 8 personas vive con una condición de salud mental. Y, sin embargo, muchos de ellos no tienen acceso a los servicios de salud que necesitan. Por eso, convocamos a todos los países a ampliar el acceso a los servicios de salud mental como parte del viaje para lograr la cobertura universal, ya que no hay salud sin salud mental».
En tanto, la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russel, aseguró mediante un video enviado especialmente para la ocasión que «apoyar a la salud mental en todas las políticas públicas relevantes es absolutamente esencial para sostener los derechos de los y las niñas y para lograr los objetivos de desarrollo sostenible», ya que «descuidar la salud mental las y los niños impide el acceso al aprendizaje, al desarrollo y a la inclusión».
Con el lema “Salud mental en todas las políticas”, la Cumbre se desarrollará hasta el viernes en la ciudad de Buenos Aires, donde se realizarán una conferencia magistral sobre la salud comunitaria en todas las políticas, dos sesiones plenarias globales, una sesión plenaria regional, tres diálogos de expertos y nueve talleres temáticos.
La Cumbre 2023, de la que autoridades y expertos en salud de todo el mundo, tiene como objetivo profundizar intervenciones de salud mental comunitaria en todas las políticas, incluir los servicios de salud mental y apoyo psicosocial en los mandatos y los presupuestos nacionales, desarrollar acciones que se enfoquen en el rol clave de los determinantes sociales de la salud mental y fortalecer las medidas que promuevan el acceso al sistema de salud en el marco del proceso de transformación del modelo manicomial hacia uno de base comunitaria.