Mientras el Gobierno ratifica su plan económico y avanza con la desregulación que ya comenzó con la Ley Bases, se estima que se perdieron casi 140 mil empleos en lo que va del año, de los cuales más del 80% corresponden al sector privado.
El plan de ajuste de la gestión Javier Milei golpeó de lleno en una buena cantidad de personas que hoy se encuentran sin empleo. Esto va desde el achicamiento del Estado hasta las más de 10 mil pymes que bajaron sus persianas por no poder mantenerse.
En los primeros meses del año, casi 140 mil empleados perdieron su puesto de trabajo, en un escenario en el que más impactó la inflación, lo que hizo caer el poder adquisitivo y aumentar la pobreza a niveles del 50%, según cuenta Noticias Argentinas.
De acuerdo con datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en el sector privado los despidos sumaron unos 115 mil, por lo que estamos hablando de más de un 80%. El resto de las bajas corresponden al sector público (unos 25.000 puestos de trabajo), donde el Gobierno adelantó que prevé despedir a otros 15 mil estatales en los próximos meses.
Las perspectivas sobre el empleo son muy negativos, ya que la mayoría de las empresas no tiene perspectivas de tomar trabajadores y sectores como el siderúrgico, la construcción y las automotrices, están aplicando suspensiones. Hay casi 1,8 millones de desocupados, y si se proyectan datos de las zonas que el INDEC no releva, la cifra se elevaría a los 2 millones.
Los sectores más golpeados son Construcción (-19,7% ia) por el parate de la obra pública, la Industria manufacturera (-13,7% ia) por el freno a la actividad preponderantemente por la caída del consumo y las actividades de Intermediación financiera (-13,0 ia). A ellos se suma el de empleadas domésticas, ya que muchas familias debieron restringir gastos. Otra señal de preocupación es que se habría producido una fuerte alza del empleo en negro, lo que incrementa la vulnerabilidad de los trabajadores.
Según el INDEC, el desempleo llegó al 7,7% en el primer trimestre, y en el segundo se habría verificado un nuevo crecimiento, hacia la zona del 9%, de acuerdo con estimaciones privadas. El Gobierno, en su optimismo, plantea que a partir de que se desaceleró la inflación empezó a recuperarse, levemente, el poder adquisitivo.
