Fue construido en las tierras que pertenecieron a Felicitas Guerrero, una joven viuda de trágico destino. Tras su muerte su hermano Manuel levantó el maravilloso castillo y encargó los jardines que lo rodean. Después de muchos años cerrado a visitas, hoy en día se puede pasar allí un día de campo.
octubre 31, 2024
El castillo en la estancia “La Raquel”, construido entre fines del siglo XIX y principios del XX. (Instagram @laraquelestancia)
Por Marcelo Metayer, de la Agencia DIB
Todo viajero a la Costa Atlántica lo conoce. Lo ha visto desde alguna ventanilla, ya sea de auto o de micro, llegando a Castelli por la Ruta 2, allá por el kilómetro 168. Se trata de un precioso castillo de estilo francés que guarda los secretos de Felicitas Guerrero, protagonista de una trágica historia de amor que conmovió a la sociedad porteña del siglo XIX y todavía sigue sacudiendo a través de los años. La torre de paredes color salmón, al igual que el resto del edificio, hace pensar en la soledad de una princesa o el aislamiento de un genio.
El castillo se ubica en la estancia “La Raquel” a la vera del río Salado. Fue construido en 1894, aunque su torre fue terminada años más tarde. Está rodeado por un parque intervenido por el paisajista danés Frederic Forkel, a quien algunos llaman discípulo y otros meramente contemporáneo de Carlos Thays.
La bella Felicitas fue la dueña de todas estas tierras, y de muchas más que ahora son localidades como Pinamar y Villa Gesell. Pero, claro, nunca llegó a ver el castillo. Ella fue asesinada mucho antes de su construcción.
La historia de Felicitas
En este momento es preciso hacer un alto en el relato y retroceder al verano de 1846, cuando nació en México 524, San Telmo, Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto, un 26 de febrero. Fue la primera de once hermanos, hija de Carlos Guerrero y Felicitas Cueto y Montes de Oca.