El blue saltó ayer $4 hasta $312, el mayor valor en cuatro meses.
Luis Varela
Siguieron apareciendo ayer datos en casi todas partes de creciente freno en la actividad económica global, eso hace suponer a los inversores que la inflación que castiga a todo el planeta ya alcanzó un pico y que, en consecuencia, se podría moderar pronto la violenta suba de tasas de interés que hacen los bancos centrales. Y, con si no hubiera un mañana, acciones y bonos suben porque la expectativa de menos ventas asusta menos que el mayor encarecimiento del dinero. Pero detrás de eso, el dólar y el yuan siguen bajando en el mundo, pero subieron otro escalón en Argentina.
El foco de los negocios del día se inició con todos los inversores esperando la difusión de las minutas de la Reserva Federal, las conversaciones que tuvieron los directores en su última reunión. Ni bien se abrió esa información se conoció que la Fed espera que la tasa de desempleo de EE.UU. puede ser mayor de lo deseado en 2024 y 2025, ven una inflación más alta y un crecimiento más lento que lo esperado, la recesión se volvió como algo probable para los próximos años y sus miembros creen que definir el nivel de tasa terminal es más importante de hablar del ritmo de los aumentos, por lo que se empieza a creer que para mediados de 2023 la tasa corta puede estar más en la zona del 5,25%, y no en el 5% como se creía hasta ahora.
Pero inmediatamente después de difundida esa conversación interna de la Fed, que ocurrió antes de que se difundiera la inflación de octubre (que fue menor a la de septiembre) ayer se difundieron dos datos contradictorios: por un lado, las ventas de casas nuevas en EE.UU. aumentan a pesar de las altas tasas hipotecarias, pero por otra parte, las solicitudes de ayuda por desempleo alcanzaron en territorio norteamericano su nivel más alto en tres meses, por lo que el mercado de empleo empieza a mostrar debilidad, impacto de la suba de las tasas. En números concretos, las solicitudes de subsidio de desempleo en EE.UU. subieron a 240.000 la semana pasada desde los 223.000 de la semana anterior, la cifra más alta desde agosto.
Eso hizo pensar a los inversores que la suba efectiva que hará el titular de la Fed Jerome Powell el 14 de diciembre será de medio punto, bajando los escalones desde los 75 puntos básicos que aplicó últimamente, y como consecuencia directa se anotó un retroceso inmediato para las tasas largas de EE.UU.: se pagó 4,7% anual a 1 año, 3,9% a 5 años, 3,7% a 10 años y 3,7% a 30 años. Y detrás de eso, ayer en el exterior el dólar bajó 1,4% contra la libra, 1,2% en Chile, 1,1% en Japón, 0,9% contra el euro, 0,4% en México y 0,2% en Brasil, pero subió 0,3% en China.
Los datos locales
A nivel local la situación es bastante parecida. Según datos del Indec, la actividad económica de setiembre retrocedió 0,3% contra agosto. Y la consultora FIEL dijo que el índice de producción industrial volvió a mostrar un retroceso, esta vez de 0,3% en octubre contra septiembre. Mientras que el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires señaló que en octubre se hicieron 6% menos escrituras en octubre que en setiembre, pero con precios sostenidos.
También se conoció con retraso que en la licitación revancha de deuda en pesos que se inició el viernes pasado tuvo este martes apenas 3 ofertas, y que se adjudicaron apenas $61 millones, una cifra inexistente, a los denominados Creadores de Mercado a los que se les entregó una Letra del Tesoro nacional en pesos a descuento con vencimiento 31 de marzo de 2023 (S31M3 – reapertura) con una tasa 88,82%, casi 14 puntos más que lo que se paga por plazos fijos.
Este dato, mas la nueva licitación de deuda en pesos que se realizará el lunes próximo, con revancha el martes, con un fuerte vencimiento que requerirá de mucha toma de pesos del mercado, siguió generando inquietud en los inversores. Por lo bajo empiezan a preguntarse cuándo explotará la bomba de deuda que acumulan tanto el Tesoro como el BCRA, que juntas suman $18 billones en los próximos diez meses, equivalentes a US$ 57.700 millones.