Se trata de Félix Cuenca Machuca quien fue encontrado penalmente responsable del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por tratarse de una menor de dieciocho (18) años aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma”.
Las vejaciones, según se desprende del veredicto al que tuvo acceso este diario digital Pilar de Todos, comenzaron cuando la víctima tenía entre 10 y 11 años y se extendieron hasta que tuvo 15.
Todo comenzó en el año 2013 cuando la menor vivía junto a su madre en la casa de su abuela, residencia donde además permanecían una tía y su pareja, este último su agresor.
Según se relató en el juicio llevado a cabo, el hombre aprovechaba para ultrajar a la niña cuando en la vivienda no había adultos, puesto que todos salían a trabajar.
A lo largo de los años, el ahora condenado mantuvo a su víctima amenazada y con constantes actos de manipulación, hasta que la madre de la víctima descubrió lo que sucedía.
Fue al ver mensajes que el hombre le mandaba a la menor al teléfono celular, pidiéndole prácticas sexuales a cambio de obsequios.
Tras hallar esos mensajes, la víctima confesó a su madre lo que le venía sucediendo y le resaltó que no lo hizo antes por miedo a ser rechazada por el resto de la familia.
En el juicio, la madre de la menor dijo sentir culpa por lo sucedido y hasta contó que su hija llegó a autolesionarse.
Texto condenatorio
En el texto condenatorio, firmado por los jueces Sebastián Urquijo, Alberto Ortolani y Gonzalo Aquino, se destacó que la víctima, que hoy tiene 19 años “se crio al desamparo y bajo el cuidado de una persona mucho más grande que ella, quien, en lugar de resguardarla, la obligó a conocer un mundo oscuro y abusivo en el que «sin consentimiento» fue creciendo”.
Faena criminal
“Tenía tan solo 10 años cuando este sujeto, con 34 años, comenzó con su faena criminal, manoseándola primero en sus partes íntimas, hasta accederla carnalmente, extendiéndose este accionar hasta sus 15 años de edad, cuando todo salió a la luz”, resaltaron al tiempo que agregaron que “la contundencia y claridad” de la víctima al relatar los hechos “resulta abrumadora”.
Relato pormenorizado
“En un relato invadido por la angustia, logró detallar pormenorizadamente los acontecimientos disvaliosos que padeció, indicando quien resultó su ejecutor, nada más ni nada menos, que Cuenca Machuca”, expusieron. (InfoGEI)
