El Gobierno nacional anunció este viernes que realizará sorteos de autos, motos y electrodomésticos tanto para compradores como para comerciantes cumplidores del programa “Compre sin IVA”.
El objetivo es promover la formalización, eliminar las ventas no registradas y garantizar su cumplimiento, según informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). La medida tiene un curioso antecedente en un programa desarrollado durante el Gobierno de Carlos Menem.
“Para que ningún comerciante se haga el pícaro, vamos a establecer un sistema de sorteo. Vamos a sortear coches, motos y electrodomésticos; para los que hacen compras con la tarjeta y para el comerciante que pone el posnet”, fueron las palabras de Massa en La Rioja, tras el acto en el cual entregaron 520 viviendas en la provincia.
“Es la medida más progresiva que podemos tomar en materia impositiva y además hacemos esfuerzo fiscal sobre la base de renunciar a otros gastos del Estado”, sostuvo por su parte, Carlos Castagneto, titular de la AFIP.
El programa establece una devolución de hasta $ 18.800 por mes, para compras de productos de la canasta básica realizadas con tarjetas de débito y alcanza a 9 millones de trabajadores que cobran salarios de hasta $ 708.0000.
El importe será reintegrado en la cuenta bancaria del comprador en un plazo de 48 horas desde efectuada y no requiere hacer ningún trámite ni habilitación previa.
La medida anunciada por el Ministerio de Economía beneficia a más de 2,3 millones de monotributistas puros, 440.000 trabajadoras de casas particulares, jubilados, pensionados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El antecedente
La medida disparó la memoria del LoterIVA, un sorteo promovido durante la administración del expresidente Menem.
El LoterIVA fue creado en 1990, durante la presidencia de Carlos Menem. Allí, se estableció “un sistema de sorteos y premios en el que podrán participar quienes en su carácter de consumidores finales resulten poseedores de los comprobantes -facturas o documentos equivalentes-, emitidos por sus operaciones de compra de cosas muebles o por las obras, locaciones y prestaciones de servicios recibidas”.
Según la normativa, había un premio mensual de $ 225 mil pesos (que en ese momento equivalían a 225 mil dólares), tres premios mensuales de 75 mil pesos/dólares y 25 premios mensuales de 3 mil pesos/dólares.
A su vez, los ganadores podían elegir una escuela para que se haga beneficiaria de un premio extra por 5 mil pesos.
Para participar, los contribuyentes tenían que enviar por carta 20 facturas o tickets de las compras a la Dirección General de Impuestos (DGI), quien realizaba el sorteo y entregaba los premios. El concurso se mantuvo durante 8 años, hasta 1998, cuando se discontinuó. (DIB)